Las palabras libertad e independencia tienen distinto sentido según quienes las usan. En América Latina, como en el resto del mundo, estas palabras, que tienen un grave y profundo significado, son utilizadas tanto para las buenas causas como para las peores.
En la historia del continente americano, a finales del siglo XVIII, hubo un evento extraordinario: una batalla por la libertad que terminó en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América.
Un grupo de ciudadanos, ilusionados y comprometidos a construir una república de leyes y no de hombres, se entregaron en una de las más admirables y duras contiendas por dejar de ser colonia y convertirse en nación libre e independiente.
Hoy Estados Unidos, una joven nación, con sus defectos y virtudes, con su rica historia de luchas, éxitos y fracasos, es sin duda un referente indiscutible de democracia, Estado de Derecho, libertad y desarrollo.
Esta historia no es discurso ni ofertas incumplidas. Es el testimonio de un grupo de ciudadanos que, en minoría y soledad, decidió arriesgar su vida y todo lo que tenía por la libertad y la construcción del sueño americano.
En América Latina, Chile está logrando construir una visión de Estado, un plan y resultados exitosos. Otros le siguen y van por buen camino.
¡Qué lejos del progreso están los países latinoamericanos donde se retuercen los verdaderos significados de democracia y libertad! Pueblos estos que, pobres antes, lo son más ahora.
Ni dictaduras, ni gobiernos de izquierda o derecha, han sido capaces de sumar dos más dos y sentar las bases para construir naciones prósperas. Esta media docena de países vive la aberración del retroceso, el autoritarismo, la confrontación y el ostracismo.
El futuro próximo de estos países es oscuro y pesimista. No puedo verlo de otra forma. Su laberinto no tiene salida visible mientras sus élites no entiendan que tendrán resultados positivos hasta que dejen de hacer lo mismo, una y otra vez, pensando que están resolviendo.
Fundar naciones exitosas requiere de principios e ideas capaces de transformarse en fuerza ciudadana y políticas de Estado. Y esto impone compromiso y sacrificio. Este esfuerzo toca a las nuevas generaciones de ciudadanos.
El optimismo que despierta hoy América Latina se debe a la consistencia política y económica de Chile, al crecimiento de Brasil y a la consolidación política y económica de Colombia, Perú y otros.
Pero esa media docena de extraviados se quedó en el pasado. Pueblos pobres e ignorantes acosados por grupos poderosos, populistas y antidemocráticos. En este sentido se han juntado, como dicen, no el hambre y las ganas de comer, sino el cuentista y las ganas de vivir del cuento.
Esperemos que salgan de este letargo y engaño asfixiante para retomar el rumbo hacia la libertad, la democracia verdadera y la independencia. La soberanía del pueblo a través de instituciones democráticas y Estado de Derecho.
El mayor déficit de estos países en este momento es la confianza. Nadie confía en nadie. Y sin confianza, tanto la economía como la política se paralizan.
De alguna manera, en nuestra región, los países perdidos en el laberinto, con algunas cargas extra, están como las colonias de 1770 en el norte de nuestro continente.
Lo que nos falta es el grupo de fundadores capaces de inspirar, dar confianza y definir el rumbo para convocar a todos y echar andar hacia el futuro.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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