El año del Bicentenario sin duda será inolvidable. No sólo porque Chile vaya a celebrar sus 200 años de existencia como república soberana. Sino también por toda la serie de actividades que tendrá lugar entre Valparaíso y Viña.Este 2010 partirá con los clásicos fuegos artificiales que iluminan decenas de kilómetros entre Valparaíso y Concón, y que junto con anunciar la llegada de tiempos mejores, sirven para decirle adiós a un año 2009 marcado por una de las peores crisis económicas en los últimos 20 años y que se ensañó con nuestra región destruyendo empleos.
Así, a fines de enero, en Valparaíso tendrán lugar los carnavales culturales, evento que convierte las calles del puerto en una fiesta multicolor.
Luego en febrero, el Festival Internacional de la Canción de Viña dará una nueva muestra de por qué a sus 50 años de vida, se ha convertido en un hito de la cultura popular en América Latina.
En marzo, el Rey de España Juan Carlos I, destacados escritores, connotados empresarios y expertos en el idioma de Cervantes se trasladarán hasta la U. Fedrico Santa María para participar en el Congreso de la Real Academia de la Lengua Española.
Mientras abril verá la llegada de una docena de veleros de distintas armadas iberoamericanas, que darán una singular muestra de integración en el molo de abrigo y un espectáculo marítimo pocas veces visto en estas costas.
En octubre, comenzará el llamado Forum de las Culturas, donde distintas expresiones artístico, culturales e intelectuales se darán cita en el puerto para formar un gran collage de este mundo donde todos nos hemos vuelto vecinos.
Y en diciembre, la Exponaval volverá a servir como plataforma de intercambio de experiencias, tecnologías y negocios en el ámbito marítimo de guerra y civil.
Aunque habrá otros hitos, como la reapertura de Edificio Cousiño, lo importante es que nuestras ciudades sepan aprovechar de forma positiva esta concurrencia inédita de eventos. Será una vitrina única ante el mundo y la oportunidad de consolidar el sello cultural que identifica a Valparaíso, en particular.
Entonces, el llamado es a las autoridades, hoteleros, dueños de restoranes, transportistas y a la comunidad entera a prepararse para todos estos eventos. Hacer lo mejor posible y asumir las responsabilidades que corresponda para que estas ciudades muestren su mejor cara a los visitantes que vendrán de muy lejos para vernos y que se llevarán de vuelta las impresiones de lo que presencien.
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