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lunes, enero 25, 2010

Los por qué de una derrota, según Escalona

Texto completo de la cuenta política rendida en el pleno del comité central del Partido Socialista, por Camilo Escalona poco antes de dimitir al cargo de presidente nacional de la colectividad.

SANTIAGO.- Al mesianismo y al falso progresismo ha apuntado básicamente el senador Camilo Escalona respecto de las causas que condujeron a la primera derrota presidencial de la Concertación en 20 años.

Este fenómeno, a juicio del político, creó no solamente una doble conducta en que parlamentarios oficialistas era a la vez de gobierno y opositores; el desgajamiento de figuras emblemáticas y finalmente la dispersión en varias candidaturas presidenciales.

Durante las campañas, dijo Escalona, se asistió a un extraño escenario de incoherencia en el mundo concertacionista, puesto que mientras se cuestionaba al gobierno y al liderazgo del conglomerado se iba a la calle a pedir votos para el oficialismo.

Estos y otros puntos abordó la cuenta rendida por Escalona durante el reciente pleno del comité central del Partido Socialista, a cuya presidencia nacional renunció en forma indeclinable este sábado.

LA CUENTA DE ESCALONA

La siguiente es la cuenta del senador por la Región de Los Lagos:

“Hasta altas horas de la madrugada en los barrios de la fortuna y la riqueza se festejó el triunfo de Sebastián Piñera. Los dueños del dinero se sintieron completamente dueños del país. Para ellos el resultado no era el fruto de la estabilidad que le entregó la democracia a nuestro país sino que el resultado de una campaña en que el dinero había corrido a raudales.

En las comunas populares en cambio, la mayoría se refugiaba en la tristeza y la incertidumbre carcomía su espíritu. También muchos se preguntaban, a esa altura si habrían echo bien al votar por Piñera, y entregar al hombre rico y poderoso tal vez lo único que le faltaba, el sillón presidencial.

En la clase media, los llamados aspiracionales habrán esperado la posibilidad de un nuevo ascenso social, en cambio, millones de hombres y mujeres de trabajo se habrán dormido con el temor que una nueva ola de reformas neoliberales trastoque completamente su existencia, empujándoles “hacia abajo”, a un menor ingreso y a servicios sociales más caros.

En los campos, en la pesca artesanal, en los puertos, en las pequeñas empresas cientos de miles más habrán apretado los dientes esperando con incertidumbre lo que viene.

Y comenzó a llegar con rapidez:

- En menos de 48 horas, los que asumirán el mando el próximo 11 de marzo, empezaron a hablar de privatizar Codelco; de cerrar el tema de Derechos Humanos y de eliminar el salario mínimo.

Por si fuera poco el administrador de los capitales del empresario y político que ocupará La Moneda dijo, “care’palo” que no habrá fideicomiso para la enorme masa de dinero que provocara la venta de acciones de LAN.

Los que conocemos la derecha, no nos asombramos; pero si creo que muchos habrán empezado a pensar que pecaron de ingenuidad.

CAUSAS DE LA DERROTA

¿Por qué perdimos es la pregunta?

Por que no valoramos todo lo avanzado. Por que no proclamamos con firmeza que la democracia nos pertenece, que somos sus reconstructores, que lleva nuestra sangre, nuestro sudor y nuestras lágrimas. Perdimos porque reapareció ese complejo ideológico de repetir como cantinela inacabable que simplemente hemos administrado el modelo neoliberal. Nadie ha hecho más que nosotros por Chile y su democracia.

Incluso hoy las y los pinochetistas que andan eufóricos con ánimo de revancha están viviendo y gritando gracias a la democracia que expresa y representa nuestros valores más profundos, aquellos que sitúan al ser humano como el destinatario y el centro de gravedad de nuestra acción política. Somos demócratas hemos garantizado que en Chile nadie sea perseguido por sus ideas.

Perdimos por que no fuimos capaces de sostener y proyectar nuestra mayoría. No se tuvo la madurez, la altura de miras, la perspectiva necesaria del tiempo. No nos ganó la derecha; nos autoderrotamos. Creo que pocas veces se hizo tanto para perder.

Desde el momento que, con el anuncio de proyectos de ley no incluidos en el Programa de Gobierno, como la eutanasia y otros; se fue friccionando la coalición y obstaculizando la agenda de la Pdta. Bachelet, se dio inicio al llamado tema de los díscolos.

Luego partieron los desgajamientos:

Zaldivar, Flores, Navarro…

La carga de sostener el gobierno era rehuída sistemáticamente.

Muchos por razones de popularidad se acostumbraron a ser oposición y gobierno simultáneamente.

Asimismo, perdimos por que políticas públicas de tanta trascendencia como el Transantiago se diseñaron sin participación ciudadana y sin la gradualidad necesaria que evitara costos dolorosos a muchísimas personas.

Perdimos por que no hemos resuelto la segregación de la educación pública; que entrega buena educación a unos pocos y una educación de mala calidad a las familias más humildes.

LAS DIVISIONES

La conducción socialista que me honro en haber dirigido, advirtió tempranamente que ante un candidato de la derecha que en todas las encuestas aventajaba ampliamente a todos nuestros liderazgos, precisamente por la dispersión y falta de unidad, que ante tal escenario repito, la concertación debía resolver su opción presidencial incluso antes de las elecciones municipales de Octubre del 2008. No fue posible. El golpe final que recibieron nuestros esfuerzos de unificación, fue la división de la Concertación en dos listas para esas mismas elecciones municipales. Lamento que se fuera creando la idea primero y la actitud después que ya no había un objetivo unificador y un destino compartido para los diferentes actores de la coalición, sino que cada cual y dentro de cada uno, los diferentes protagonistas individuales, debían su jugar sus propias opciones según mejor les conviniera.

Finalmente eso significó que proliferaron candidatos presidenciales en un ejercicio desgastante e injustificado. Se levantaba una piedra y aparecía un candidato presidencial, que lógicamente para tener espacio mediático debía ser díscolo.

Perdimos cuando el boicot por un lado y la falta de acuerdo por otro, generó un cuadro que llevo a que J.M.I. (José Miguel Insulza) abandonara la carrera; y nos puso en una situación inmanejable.

Perdimos cuando se levantó una opción, la de MEO, que en los hechos por necesidad de espacio electoral hizo de la Concertación su principal enemigo, y cuando en nuestras filas se miró aquello con displicencia y algunos con simpatía. El divisionismo nunca debe ser bien mirado y muchos menos aplaudido.

Perdimos cuando nos atrapó la estrategia del adversario, atacando siempre al propio gobierno; al Partido y la Concertación. Algunos piensan que eso es ser progresista, yo no creo en ese progresismo. No creo que disolver el bloque mayoritario como es la Concertación sea progresista; pensar que atomizar las fuerzas políticas del mundo popular no es progresista. Esa es simplemente la pretensión mesiánica que siempre han tenido grupos minoritarios que actúan como iluminados y defensores de la verdad absoluta. Por el contrario, soy un firme partidario del entendimiento de la izquierda y el centro en una alternativa de mayoría nacional que en estos últimos veinte años ha sido representada por la Concertación.

AVANZAR SIN CAER EN EL VACÍO Y LA DISPERSIÓN

A corto plazo, nadie creería en nosotros si renegáramos vergonzosamente de lo realizado en estos veinte años. Por ello, la comisión política de nuestro partido ha planteado que desde la Concertación hay que unificar un amplísimo arco democrático para impedir un retroceso al capitalismo salvaje.

Es decir, avanzar desde lo que somos sin caer al vacío y la dispersión hacia la superación del conglomerado en un arco político-social más potente y no más débil, para impedir la reconquista del país por el pinochetismo, que pretende instrumentar el gobierno de Piñera para volver en gloria y majestad. Por algo en Providencia y Apoquindo miles de camionetas 4x4 tocaban las bocinas y aquellas gargantas satisfechas de gente que vive en la opulencia gritaban; ¡General Pinochet!; este triunfo es para ud!

El progresismo entendido como el sponsor con fines mediáticos, vacío de contenido no nos conducirá a nada; salvo a la crisis de identidad y un vacío conceptual programático. La lucha por la justicia social; por la redistribución del ingreso, por instituciones democráticas capaces de acoger y dar curso a las demandas populares inaplazables de millones de personas postergadas prosigue siendo el corazón de la propuesta socialista.

Esta elección nos ha dejado como valioso patrimonio el resultado ampliamente positivo del Pacto contra la Exclusión, que permitió romper la proscripción en democracia del Partido Comunista. Valoro el aporte de cros. como Julio Palestro para este gran propósito.

En ese logro, el P.S. jugó un rol fundamental, agradezco el reconocimiento que hiciera de nuestro aporte el Pleno del CC. del PC; esta colaboración debe proyectarse en la Cámara de Diputados y en las organizaciones sociales colocando por delante el interés popular ante la arremetida de la derecha, para derrotarla debemos asimismo rescatar lo construido. No partimos de cero. Tenemos una historia que nos orienta. La futura oposición no puede ser enceguecida e irracional debe partir de la base que veinte años cambiaron a Chile y que tales transformaciones deben preservarse.

HERENCIA BACHELETISTA

Efectivamente, el gobierno de la Presidenta. Bachelet no será valorado únicamente por la tarea encomiable de instalar la protección social como una cuestión básica y como un compromiso esencial del Estado democrático. Además, su labor emergerá como un impulso gigantesco a la modernización y puesta al día de ese mismo Estado. Cito solo en líneas generales y esquemáticas:

1) Una política de Estado para el desarrollo de la mujer y la equidad de género.

2) La política de responsabilidad fiscal para que no se despilfarren y mal utilizan los recursos fiscales que pertenecen a todos los chilenos y chilenas. Con esos recursos fue posible impedir que el costo de la crisis global recayera en los hogares más humildes.

3) El fortalecimiento de la regulación y fiscalización de los mercados financieros para luchar contra la especulación y los negociados como el caso de las farmacias.

4) La puesta en marcha del Estatuto de las PYMES.
5) La aprobación e instalación del Instituto de Derechos Humanos y el rescate de la memoria histórica permanente en estos últimos años.

6) La aprobación del Ministerio de Medioambiente, del Sistema de Evaluación Ambiental y ahora de los Tribunales Ambientales, para real el compromiso con una estrategia de desarrollo sustentable.

7) El término de la Ley Orgánica de Enseñanza que dejó la dictadura.

8) La modernización del Ministerio de Defensa Nacional para fortalecer la autoridad civil.

9) La aprobación del Ministerio de Energía para regular un sector en que existen poderosos conglomerados económicos que deben ser debidamente regulados.

10) La ley de subcontratación para enfrentar abusos laborales impropios de un país civilizado.

11) La ley que establece la elección directa de los Consejos Regionales, que permita, que haya transparencia y se fortalezca la Regionalización

12) La nueva política habitacional

13) La Reforma Provisional y la nueva justicia laboral.

14) La aprobación del Acuerdo de la OIT sobre pueblos indígenas y la ley sobre borde costero para los pueblos lanfkenches.

Estos avances sociales y de país perdurarán, no podrán ser destruidos.

Este inmenso patrimonio que se tradujo en una capacidad para concretar acuerdos y articulaciones políticas que posibilitaron, ni más ni menos, el término de una dictadura que no tenía ninguna intención de entregar el poder; esta capacidad debe traducirse ahora en que la mesa de ambas Cámaras del Congreso Nacional sean mayoritariamente opositoras y permitan en consecuencia contar con una presencia institucional significativa en el escenario nacional que se proyectará desde el 11 de Marzo en adelante.

UNA CAMPAÑA DIFÍCIL

Fue una campaña difícil, que duda cabe. Desde el comienzo estuvimos muy atrás en las encuestas.

Por ello, quisiera valorar la disposición de Eduardo Frei a aceptar el desafío presidencial, a través de elecciones primarias; cuestión que como sabemos no fue la misma disposición en todos los casos necesarios.

Asimismo, quisiera reiterar que las primarias regionales efectuadas en la VI y VII no tuvieron objeción alguna en los Partidos de la Concertación y por cierto, que en la mesa del P.S. ocurrió lo mismo, incluido el entonces vicepresidente, Carlos Ominami.

No es válido que ayer hubiera personeros que encontraron en la idea de primarias regionales poco menos que la piedra filosofal hoy se desentiendan de su responsabilidad.

Compañeros y compañera:
El futuro será testigo de dos visiones en el ancho campo de las fuerzas democráticas:

-quienes pensamos que no hay democracia sin fuerzas organizadas, sin actores sociales relevantes y respetados; sin partidos políticos que encausen las grandes corrientes de opinión y

-de otro lado, quienes piensan que el liderazgo lo hace todo, que los pueblos se levantan al llamado del elegido, el salvador providencial, el que hace la historia por sí solo.

No creo en mesianismos, pienso que le producen un enorme daño a las naciones y los pueblos, por ello tengo la convicción que nuestro Partido proseguirá bregando por una acción política fecunda, expresada en mayorías nacionales capaces de entregar una vida más venturosa a nuestra gente.

No reniego del pueblo porque tuvimos cerca de 250 mil votos menos. Retomemos el esfuerzo de constituir un Partido capaz de responder las exigencias de esta encrucijada. Perseveremos en lo que somos. Asumamos en plenitud nuestra identidad histórica.

EL PORQUÉ NO RENUNCIÓ

Perdimos porque aún cuando el 55% del electorado no voto por Piñera; la intención de descabezar la Concertación en lugar de luchar por las voluntades ciudadanas en las calles y en los territorios a lo largo del país, nos provoco demoras y costos enteramente evitables.

Descabezamiento y desbande fue el peligro, por un criterio injusto, desmedido, que equivocaba garrafalmente el adversario.

La desazón y la disolución que hubiese aparecido habría sido fatal. No sé como se puede idear como estrategia electoral la destitución masiva de las direcciones partidarias en medio de la etapa más decisiva de la campaña.

Además, en mi opinión, se trataba también de un tema ético; no se podía abandonar al pueblo concertacionista en medio de un esfuerzo tan difícil como el que se estaba desplegando en todo el país. Éramos nosotros los que asumíamos la responsabilidad al pasar a la segunda vuelta. Los llamados debían ser al esfuerzo y el compromiso y no a la rendición o la huida. La lucha estaba en pleno desarrollo y no había concluido.

Algunas personas que posan de ilustrados han dicho que en la Socialdemocracia Europea se renuncia de inmediato. Eso no es verdad. Pero además, tan informadas personas ignoran, no sé si intencionalmente, que en el régimen parlamentario, por su propia naturaleza, no hay segunda vuelta. El que saca un voto más es llamado inmediatamente a formar gobierno. No existe la segunda vuelta.

Al final tantos pugilatos, exabruptos, descalificaciones hacían pensar que en algunos, llamándose asimismo progresistas, no importaba la pérdida del gobierno por parte de la Concertación, sino que aquello que verdaderamente importaba eran los ajustes de cuentas; la satisfacción de la hachita guardada quizás cuanto tiempo por alguna querella menor.

Digamos las cosas como son:

Se llegó a un estado de exasperación en ciertos sectores que lo importante no era contener y derrotar a Piñera sino que provocar el derrumbe de la Concertación.

Asimismo, fue fatal la dualidad de conducta frente a la acción de nuestro propio gobierno.

El gobierno sostenía una marcha exitosa y tras ella iba el triste espectáculo de sus propios partidarios atacándolo, desconociéndolo, desprestigiándolo y luego, finalmente de manera paradojal pidiendo el voto en su nombre.

Esa incoherencia fue fatal decisiva. Inesquivable. Creó la imagen de gente aferrada al poder por el poder. Lo atacaban primero y después pedían el voto en su nombre. Era una total incoherencia. Imposible que aquella conducta resultara victoriosa.

LAS DEBILIDADES Y PERSPECTIVAS

Pero debemos evaluar críticamente lo sucedido: la debilidad en muchas áreas del aparato estatal que entorpeció las políticas sociales, el clientelismo en muchas de nuestras conductas, cayendo en la lamentable práctica de dar granjerías para pedir el voto a cambio, violentando las personas y las conciencias; así como no podremos ignorar en cualquier análisis los abusos en las regiones usando el poder parlamentario para imponer funcionarios inadecuados o simplemente ineptos o copar las funciones públicas con familiares y amigos. Igual de funesto ha sido el comportamiento tecnocrático que ignora el mundo popular; sus demandas y urgencias:

Nos espera un ejercicio político complejo: evaluar crudamente las causas de la evolución política del último período y, al mismo tiempo, evitar el canibalismo político que complacería enormemente a nuestros adversarios. Desde allí esperan que nos autodestruyamos pues quisieran gobernar sin oposición. No nos engañemos.

Aproximadamente 300 mil ciudadanos separaron la votación de Eduardo Frei de aquella obtenida por Michelle Bachelet el 2006, y poco más de 200 mil fue la diferencia entre la votación obtenida por Ricardo Lagos en Enero del 2000, en esa segunda vuelta frente a Lavín, que el respaldo de nuestro candidato ahora el pasado 17 de Enero. No es una avalancha electoral la que ocurrió, estoy profundamente convencido que en esas conciencias que no nos respaldaron pesó decisivamente el cansancio frente a las malas prácticas políticas, el conflicto estéril, los improperios, las descalificaciones, el espectáculo mediático, la superficialidad de tantos juicios y declaraciones, la mala fe en tantos actos reñido con la fraternidad y la amistad cívica; los actos de falta a la probidad o de corrupción; pero a pesar de ello por la obra de veinte años; más del 48% de nuestros compatriotas nos acompañó a pesar de todo.

Tengo la convicción que el P.S. sabrá encarar y corregir, en lo que a su cuota de responsabilidad corresponde, todo lo que sea necesario rectificar para que haya una alternativa política que represente a las fuerzas del progreso social en nuestra patria.-

Debemos actuar con responsabilidad hacia esa esa confianza; no se puede dar una bofetada a esos millones de personas; por ello es el momento de la unidad y de recomponer el bloque democrático que es la mayoría de nuestra sociedad.

Tenemos casi la mitad de los ciudadanos y ciudadanas que nos exigen una vez más, estar a la altura de las circunstancias.

El P.S. con las decisiones adoptadas afianza un camino institucional, de mirada larga, sin congojas estériles. Somos un partido corajudo; venceremos las dificultades.

Concluyo mi mandato con orgullo por lo realizado, no tengo temor al juicio de la historia.

Termino mi mandato más socialista que nunca”.

Artículo original

2 comentarios:

  1. Anónimo12:51 a.m.

    Seguro voy a leer toda esta wueá que puso este viejo KL.
    Andate a la xuxa de una vez.

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  2. Tampoco me da el estomago para leer esa lata.
    Perdieron , punto.
    Vean como se superan para hacerlo a futuro mejor que la derecha , y ni por error vuelvan con cuentos del pasado, queremos un futuro mejor, lo demàs es historia.
    Saludos

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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.