La novedad, que ya comenzó a aportar Sebastián Piñera al manejo de nuestra política exterior, se funda en su capacidad para apostar duro… cuando llega a convicciones fuertes.
Hasta el momento, una convicción suya, de carácter matriz, aparece claramente perfilada: la de que Chile no habría enfrentado la relación regional y vecinal con una genuina política exterior de Estado. En esa línea, estima el Presidente electo que, debido a un manejo secretista y/o partidista, los dos últimos gobiernos de la Concertación se privaron de la claridad y determinación que aportan los debates informados, con expertos “pluralistas”. Por vía de ejemplo, ello habría inducido dos “desaciertos” graves: la tolerancia con las demasías del líder venezolano Hugo Chávez y la nueva creación de falsas expectativas en Bolivia.
En cuanto a lo primero, Piñera se adelantó a mover pieza advirtiendo al mundo –“con todo respeto” y como si alguien pudiera equivocarse- que el de Venezuela no será su modelo de gobierno ni de respeto a la democracia. Por cierto, consiguió ipso facto el efecto buscado. Chávez, tras intentar ningunearlo a la manera de Fidel Castro (“El señor Piñera…Piñera, ¿no?”… fraseó ante las cámaras), le advirtió con dureza que “no se meta con nosotros”. Léase, que no intente hacerle lo que él viene haciendo con todos gobernantes a su alcance, esto es, interferir con su opinión pública en manejos internos… más alguna ráfaga de insultos opcionales.
En cuanto a Bolivia, Piñera ya advirtió, urbi et orbi, que no está dispuesto a incluir el tema “transferencia de soberanía”, territorial y/o marítima, en la negociación de la agenda de 13 puntos. Esto revela, tácitamente, que asume la trilateralidad estratégica realmente existente entre Chile, Bolivia y el Perú, registrada en el Protocolo Complementario del Tratado de 1929. Por lo demás, ya lo había adelantado, en foros restringidos, al sostener que ese tema a) no se ha discutido ni consensuado internamente, b) no depende sólo de Chile, de acuerdo a dicho tratado y c) el Perú, normalmente, no ha dado su visto bueno a una eventual transferencia.
Tal sinceramiento podría eliminar un recelo que siempre ha estado en la base de la conflictividad peruana con Chile…aunque algunos analistas y diplomáticos peruanos quieran negarlo. Adicionalmente, podría repotenciarse la excelente relación económico-comercial con el Perú, sobre la base de un comportamiento político más prudente o menos hiperventilado de Alan García.
Si esta interpretación es correcta, significa que estamos en vísperas de un combinado de continuidad y cambio en la conducción del proceso por la redelimitación marítima. Continuidad en el manejo “profesional” de nuestra defensa jurídica. ante la Corte Internacional de Justicia. Cambio, en cuanto Piñera integraría ese componente con una defensa política, una defensa diplomática, un esfuerzo comunicacional y equipos de expertos ad-hoc . Sería el fin de ese ideologismo juridicista que habría impedido enfrentar la estrategia peruana con la correspondiente contraestrategia chilena.
Obviamente, Michelle Bachelet está más dispuesta a criticar estos “adelantos informativos” que a apoyarlos. Respecto al intercambio Piñera-Chávez, hizo trascender, a manera de reprimenda suave, que ni siquiera un Presidente electo debería opinar sobre este tipo de materias. Respecto a Bolivia, fue categórica para defender la intangibilidad de la actual agenda de 13 puntos: “todos esperamos que en los años venideros nuestros Estados continúen profundizándola”, dijo a los medios intrnacionales, durante su reciente viaje a La Paz.
Con lo señalado, Bachelet ha levantado un obstáculo serio y por anticipado a la gestión de Piñera. Ante eso, el nuevo Presidente podría replicar enarbolando su convicción matriz. Esto es, que la defensa integral de las políticas de Bachelet sólo sería plausible si, efectivamente, ella hubiera patrocinado una política de Estado en el sector regional-vecinal de nuestra política exterior.
Todo esto demuestra, en definitiva, que ningún cambio es fácil y menos si de política exterior se trata.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
Creo que el nuevo presidente capto instantaneamente el sentir y opinion de chilenos frente a regalo territorial a Bolivia , risitas y timidez frente a agresiones verbales venezolanas ,y timida , debil e incapaz politica frente a Peru , chilenos lo apoyan plenamente frente a esto, y rechazan la politica absurda , timorata y a espaldas de chilenos llevada adelante por Bachelet con las consabidas torpezas.
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