Fuerte sismo estremece la izquierda en América

Analistas creen que el continente “desilusionado” gira de nuevo hacia la derecha.

El triunfo del empresario Sebastián Piñera, en las elecciones presidenciales de Chile, constituye, según analistas y politólogos, un golpe sensible para quienes promueven las políticas socialistas de izquierda en América Latina.

Sobre todo porque esa derrota se la propinó al candidato de la presidenta Michelle Bachelet, quien por sus logros en materia social se había convertido en una de las cartas de presentación de los gobiernos ‘progresistas’ en el continente.

Para el internacionalista Enrique Serrano “es en esa retórica donde está la trampa” porque la palabra “progresistas” se la inventaron ellos mismos (la izquierda) para “ponerle mantequilla a las contradicciones de la vieja izquierda”.

“Una cosa es que Bachelet haya procedido de una manera responsable y otra, que el socialismo no brindara nuevas posibilidades. La gente cree que necesita una transformación para ver si por caminos más agresivos, en el ámbito liberal, van más allá de lo que hasta ahora han ido”, dijo Serrano.

Pero el caso de Chile es sólo el comienzo de varios reveses que en este año podría sufrir la izquierda socialista en el continente. Un hecho similar podría ocurrir en Brasil, donde este año se elegirá el sucesor del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, enmarcado en esa línea, y todas las tendencias apuntan al triunfo de la candidata de la derecha.

Según el propio presidente electo de Chile, Sebastián Piñera, “en América Latina existe hoy un verdadero renacimiento y una bonanza de la democracia”.

“Los presidentes Bachelet y Lula son muy populares, pero no hay que confundir esa popularidad con la necesidad de cambio que puede experimentar un país, como se demostró con mi elección en Chile”, dijo Piñera esta semana.

En diálogo con El País, el ex presidente Ernesto Samper se mostró en desacuerdo con quienes señalan que la región está girando de nuevo hacia la derecha.

“A lo que estamos asistiendo no es a un cambio de signo ideológico, sino a una renovación entre partidos de gobierno y partidos de oposición”, indicó Samper.

El ex mandatario basó su concepto en el hecho de que en Uruguay acaba de ser elegido presidente el ex guerrillero Mapuche José ‘Pepe’ Mujica.

Para el ex asesor presidencial José Obdulio Gaviria lo que acaba de ocurrir en territorio uruguayo es un fenómeno muy distinto al de los demás países. “El gobierno del Frente Amplio mantuvo cierta ortodoxia en el manejo económico y por tanto los indicadores siguen siendo buenos, pero es de esperar en las próximas elecciones el coletazo final para la izquierda en Uruguay”.

¿El enterrador?

Los conceptos de los analistas indican que buena parte de lo que hoy ocurre con los gobiernos de izquierda corre por cuenta del presidente Hugo Chávez.

Freddy Patiño, docente y analista venezolano, explicó que esto se debe no sólo a la mala administración y las decisiones erradas al frente del gobierno, sino por el afán de Chávez de expandir su revolución a otros países y que, como en el caso de Chile, ya causó un gran efecto negativo.

“La derrota de la izquierda en Chile es culpa del presidente Chávez, que al pugnar para que el Partido Comunista entrara en la alianza oficialista contra Sebastián Piñera, terminó ahuyentando a los electores”, dijo Patiño, al advertir que esa injerencia cada vez se tolera menos en otros países.

En acuerdo con él se mostró Serrano, quien agregó que “el famoso giro a la izquierda” sólo produjo polarización en la región “por ese carácter nostálgico y agresivo” que han venido utilizando sus militantes.

En otros lados no escampa

Ese panorama se hace más desolador para los seguidores del socialismo cuando se ahonda en la situación por la que atraviesan los gobiernos que fueron elegidos o que optaron, estando en el poder, por esta línea ideológica.

El caso de El Salvador es diciente. Allí fue elegido para gobernar Mauricio Funes, del Frente de Liberación Farabundo Martí, de la extrema izquierda, pero hubo deserciones en el partido cuando se pretendió inscribir al país en la Alternativa Bolivariana para las Américas, Alba.

Eso obligó a Funes a separarse de esa línea y, producto de esa decisión, hoy ostenta una altísima popularidad, el país presenta niveles de crecimiento y todo apunta a la partición del Farabundo Martí y a la alianza de su principal sector con el partido Arena, de derecha.

Muy cerca de allí, en Honduras, el giro que hizo el presidente Manuel Zelaya hacia la izquierda le costó un golpe de Estado que culminó con la retoma del poder por parte de la derecha mediante las elecciones que ganó Porfirio Lobo.

Una situación también confusa se vive en Argentina. Mientras el Vicepresidente traza parámetros de confianza inversionista, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner mantiene posturas intervencionistas similares a las de Hugo Chávez.

Lo preocupante para los Kirchner es que bajo esa división ya enfrentaron unas elecciones internas en las que sus candidatos sufrieron una estruendosa derrota a manos de la derecha.

La suerte de la izquierda socialista se jugará este año en Venezuela, donde tambalea el dominio que sobre el Congreso ejerce el presidente Hugo Chávez, de quien ya Bolivia y Ecuador poco a poco parecen ir tomando distancia.

En pocas palabras

"En la democracia el sistema pendular es la regla, pero hay que ver el desastre administrativo que han constituido todos estos gobiernos de izquierda, exceptuando el caso de Brasil”. José O. Gaviria, ex asesor presidencial.

El caso de Martinelli

# El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, fue el primero en ganar unas elecciones con una campaña enfocada en derrotar el “populismo chavista”.

# El mensaje de Ricardo Martinelli fue que: “Quien llega desde abajo a la conquista del poder busca afanosamente llenarse los bolsillos”.

# Ese pedido al electorado de permitir que sean los empresarios los que manejen el Estado, se repitió en Chile.

Artículo original