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domingo, enero 24, 2010

Fontaine: "Sin cambios de fondo es imposible elevar el crecimiento potencial de la economía chilena"

El economista, integrante de los Grupos Tantauco y una de las cartas que se mencionan como eventual ministro de Hacienda del Presidente electo, asegura que la administración entrante aplicará medidas "a la vena" para elevar la inversión y la productividad, y buscará los consensos para flexibilizar el mercado laboral. También da cuenta de la preocupación por la necesidad de disciplina fiscal y por el tipo de cambio real.

De entrada, Juan Andrés Fontaine pide no hablar de "promesas de campaña", sino de "metas de un programa de acción" para referirse a los planteamientos económicos del nuevo gobierno de Sebastián Piñera. Su convicción es tal respecto de que lograrán cumplir con el crecimiento de 6% promedio y la creación de un millón de empleos prometidos que, si bien admite que siempre puede haber traspiés, cree que ahora sí se puede estar en vías de colocar a la economía chilena en el umbral del desarrollo en esta década, hacia 2018.

Tras 20 años en el poder, ¿qué hizo bien la Concertación en términos económicos y qué hizo mal?
La Concertación tiene mucho de qué enorgullercerse y por eso el cambio por el cual optó el país es un cambio de ritmo, no de rumbo. El país está satisfecho con su democracia, el respeto a los derechos humanos, la ampliación de los márgenes de libertad personal y lo que en promedio de los 20 años ha sido un crecimiento económico satisfactorio y un avance importante en la disminución de la pobreza. Pero el impulso reformador y, en consecuencia, el crecimiento económico, de la productividad y la tan necesaria generación de empleo, decayeron en la segunda mitad de estos 20 años.

Frente al escenario económico con el que asume el nuevo gobierno, ¿basta con administrar más eficientemente lo que ya existe o se requieren cambios de fondo?
Sin cambios de fondo es imposible elevar el crecimiento potencial de la economía chilena desde el 4% actual al 6% que aspira el programa del nuevo gobierno. Es perfectamente alcanzable un 6% de crecimiento promedio en 2010 y 2011, aprovechando la capacidad productiva instalada y el viento favorable que viene del exterior -el mundo se podría expandir en torno a 4% en ese período-. Pero a partir del 2012 sólo se podrá mantener ese ritmo con mucha más inversión y productividad.

¿Cuáles son las medidas concretas para aumentar la inversión?
La inversión debe subir del 21% del PIB actual a alrededor de 28% del PIB a lo largo del próximo período presidencial. Eso requiere un plan tributario que contempla un mecanismo de depreciación acelerada por los próximos tres años. También incluye la rebaja permanente del impuesto de timbres al 0,6% y la reforma del impuesto a la renta de las empresas, para pasar desde base de utilidad devengada a utilidad retirada en el caso de las pymes.

¿Y en materia de productividad?
El crecimiento de la productividad es la contracara del esfuerzo de producir más con menos. En el sector público ello implicará una reforma del Estado -lo que abarca también a las municipalidades y a las empresas estatales-que incluye mejores evaluaciones de proyectos, de programas ex ante y ex post, transparencia y estímulos al buen rendimiento. En el sector privado, que es el otro 60% de la actividad económica, la misma competencia ya crea estímulos para la competitividad, pero a veces está obstruida por regulaciones que inhiben el emprendimiento y encarecen las acciones que podrían rebajar costos. Un área en la cual hay que revisar las regulaciones es la energética, a cuyo alto costo se le atribuye parte de la caída de la productividad.

¿Cómo se combina este plan con la necesidad de contener el gasto fiscal que advierten los expertos?
Sin duda el crecimiento del gasto público debe mantenerse acotado. El programa contempla una expansión promedio anual del orden de 4%, muy inferior al fuerte crecimiento de los últimos cuatro años. Ello demandará que para llevar adelante nuestro programa, habrá que hacer también reasignaciones de gastos y mejor uso de los recursos disponibles.

El gasto fiscal también golpea al tipo de cambio real. ¿Es una preocupación su actual nivel?
Tanto en el volumen general de gasto, como en la fórmula específica de cómo se financia el Fisco -liquidando ahorros del exterior o endeudándose internamente-, la política fiscal debe cautelar su efecto sobre el tipo de cambio. En todo caso, así como en los últimos meses todos los astros se han alineado a favor del peso, llevando el tipo de cambio real a un nivel, a mi juicio, preocupante, creo que es un fenómeno de corto plazo. Si la economía retoma su crecimiento a 6%, la demanda de importaciones vuelve a subir y reaparece un déficit en cuenta corriente. Por lo tanto, lo primero que debe hacerse es que las autoridades económicas informen al mercado de esta visión.

CAMBIOS LABORALES
¿Están dispuestos a gastar capital político para avanzar en cambios al mercado laboral?
Las decisiones de inversión de capital político hay que referírselas al Presidente electo. Lo que el programa plantea es un avance en la misma línea de lo que intentó el gobierno de Bachelet: la flexiseguridad. Esa línea implica reforzar los mecanismos del seguro de desempleo, complementado con sistemas menos onerosos de costos de despidos para las nuevas contrataciones. También dar más poder de negociación para los sindicatos, con una ampliación de los temas a negociar entre trabajadores y empleadores, entre otros. Pero sólo se puede avanzar de forma negociada, consensuada.

¿Y por qué este gobierno podría tener mejor suerte que el ministro Velasco en generar esos consensos?
Parte de las dificultades con las que se encontró el ministro Velasco fue la falta de acuerdo en su propia coalición, al interior incluso del propio gabinete. En cambio, en este nuevo gobierno no hay diferencias sobre el tema ni dificultad en presentar un frente unido.

¿El avance en estos cambios es requisito para cumplir con la promesa del millón de empleos?
Es un componente importante. La meta está planteada como un millón de empleos entre 2009 y 2014, lo que significa 200 mil empleos por año. Para eso la condición básica es desencadenar el aumento de la inversión, pero también es necesario que se flexibilicen las relaciones laborales. Si no se hace, no nos vamos a desarrollar.

¿Qué tipo de relación va a establecer este gobierno con la dirigencia sindical? Hay quienes temen una mayor agitación social.
Hay experiencias en el mundo de gobiernos de centro derecha que han tenido buenas relaciones con los dirigentes sindicales. Cuando las relaciones son abiertas y las posiciones conocidas, es esperable que se cree un clima de entendimiento. Sin perjuicio de eso, también es previsible que haya sectores políticos que quieran crear tensiones artificiales. Así es la vida.


"El DT debe resolver si hacerme jugar de delantero, en la defensa o dejarrme en la banca"

¿El Ministerio de Hacienda puede tener un rol menos crucial con Piñera que bajo la Concertación, dado que no hay dos almas económicas?
El ministro de Hacienda va a seguir teniendo un rol absolutamente determinante, porque es el que cautela y administra el presupuesto fiscal. La gran diferencia en este caso es que el Presidente Piñera también es economista y sus opiniones en la materia tienen otra fuerza que las de los presidentes anteriores que no lo eran.

¿Y eso le hará más fácil o difícil su tarea al nuevo ministro de Hacienda?
Más fácil en cuanto a la comprensión, por parte del Presidente, de la naturaleza de las restricciones. Pero probablemente le exigirá al ministro argumentos más sofisticados que cuando se debate en un ambiente estrictamente político.

Su nombre suena como posible para Hacienda…
Eso es algo que el Presidente electo tiene que definir. Yo me siento parte del equipo y si el director técnico estima hacerme jugar de delantero, en la defensa o dejarme en la banca, es una materia que debe resolver él. Quedarse en la banca podría abrirle la posibilidad de llegar al Central cuando salga José de Gregorio. Es difícil transmitir cómo siente uno con todo este tipo de discusiones, pero yo honestamente no ando detrás de cargos, no necesito un puesto. En cambio, lo que sí valoro es influir para contribuir al desafío de que Chile alcance el desarrollo en esta década y me siento preparado para aportar ideas y visiones a la confección de la política económica. Lo he hecho durante 20 años desde mi oficina con vista al Cerro Santa Lucía y no tengo mayor inconveniente en seguir haciéndolo así. En cuanto al Central, por cierto que la posibilidad de llegar a él es algo que siempre ha estado en mi radar, porque es una institucion muy importante para un economista. Los economistas somos como los jugadores de fútbol: vestir la camiseta roja es algo que nos mueve y que aspiramos cumplir, pero no tengo ninguna urgencia al respecto.

¿Sintió no haber llegado al Central en reemplazo de Jorge Desormeaux?
Siempre hay mucha especulación. Fue inconveniente que esa decisión se tomara en un momento electoral.

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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.