Aclanados, con distintas opciones políticas y un gran olfato para los negocios, los Cueto comprarán en los próximos días parte de la participación de 26% -valorada en US$ 1.500 millones- que el Presidente electo tiene en Lan. En los últimos meses, los tres hermanos Cueto Plaza -Enrique, Ignacio y Juan José- han delineado distintas fórmulas para hacerlo. Aquí, las claves de cómo operan los controladores de la mayor línea aérea de la región.
1.- Un patriarca osado
Contador auditor. Esa es la profesión del fundador del grupo Cueto, Juan Cueto Sierra, quien partió en los negocios con una fuente de soda en Vicuña Mackenna y luego siguió con la fábrica de carteras y artículos de cuero Giglioli, en alianza con Antonio Martínez -cabeza del grupo de casinos Enjoy-, su amigo de juventud y socio de toda la vida. Los primeros moldes los traían de Argentina. Cuando les fue mejor, no sólo compraron juntos su primer Camaro, sino que también buscaron modelos en Europa.
En uno de sus viajes al Viejo Mundo vieron una tienda que les gustó y al llegar a Chile patentaron la marca: Gucci. Con los años lo hicieron en Perú y también en México. Incluso, llegaron a abrir una tienda en la Quinta Avenida, en Nueva York. En Santiago tenían una de las mejores ubicaciones, en Ahumada con Agustinas. De aquellos años les quedó la costumbre de comer hot dogs juntos, sagradamente, los 23 de diciembre. Acaban de cumplir 50 años haciéndolo. Hace 25 años sus hijos siguen la misma tradición.
El despegue de Juan Cueto ocurrió en los '80, cuando adquirió una pequeña línea aérea de carga: Fast Air. La hizo crecer de la mano de sus hijos mayores, Enrique y Juan José, y ese sería el trampolín para ingresar, en 1994 y de la mano de Sebastián Piñera, a Lan, donde hoy la familia posee 25,5%. Hoy, además de la aerolínea -que en Bolsa vale US$ 5.700 millones-, la familia tiene negocios mineros (17% de Michilla, de los Luksic), inmobiliarios (Cementerios Canaan en Chile y una red en el extranjero) y forestales (Copihue). También son socios de los Martínez en el proyecto Valle Escondido.
2.- Cercanía con Piñera
Juan Cueto Sierra tiene una férrea relación con Sebastián Piñera, a quien le agradece haberlo invitado a Lan. Es tanta su cercanía, que el hoy electo Presidente fue uno de los pocos no miembros de la familia que acudió a la comida con que el fundador del grupo celebró su octogésimo cumpleaños, en diciembre. También Ignacio Cueto ha cultivado una estrecha amistad con Piñera, una cercanía basada en una mezcla de complicidad y similitud de caracteres y aficiones. Con Enrique la relación es más profesional, dicen cercanos.
3.- El sello en Lan
Que Lan se haya transformado en una de las aerolíneas más rentables del mundo tiene mucho que ver con el estilo de los hijos de Juan Cueto: Enrique, Ignacio y Juan José. "Forman un muy buen equipo. Estar en una industria de alto riesgo como ésta los acostumbró a los vaivenes. Desde las Torres Gemelas, hasta los altos precios del petróleo, han resistido varias crisis. Y lo han hecho muy bien", explica un empresario. Su clave ha sido tener una relación estrecha con sus socios, multiplicar las alianzas internacionales y ser flexibles. Han tenido la habilidad, además, de escoger con pinzas sus equipos.
En la empresa se han repartido muy bien los roles. Enrique, vicepresidente ejecutivo, es el estratega, el hombre que diseñó el camino para convertir a la aerolínea en una empresa globalizada. Ignacio, gerente general, es el más ejecutivo, el "más comercial, por así decirlo", dicen sus cercanos. Juan José, que está en el directorio de Lan por disposición de su padre, se encarga del family office y es, según un conocido, "un zorro en los negocios", se mete en todo, pide información, se involucra intensamente. "Juan (el padre) zanja las discursiones", dice un cercano.
4.- Estilos particulares:
Enrique.
Es más reflexivo y ordenado y se ha rodeado de colaboradores que conoció en la UC, como Armando Valdivieso, gerente general de pasajeros, o Alejandro de la Fuente, vicepresidente de finanzas, y "como 10 o 20 ejecutivos más de la empresa", como en su momento contó Juan Cueto. "Siempre está chequeando el presente con el largo plazo", confidencia un conocido. Trabaja de cerca con los ejecutivos y se asesora con especialistas para planificar el futuro. Entre ellos, los hermanos Gonzalo y Marcelo Larraguibel, socios de Virtus Partners. En su tiempo libre es un entusiasta de la ópera, al punto que ha viajado a Milán y Verona a disfrutar de clásicos de Verdi y Rossini.
Ignacio.
Es el ejecutor. Clave en ingresar a nuevos mercados y buscar alianzas. "Es capaz de negociar lo innegociable, es muy astuto y rápido", dice un profesional ligado a Lan. El es, por ejemplo, el que está buscando las vías para entrar en Brasil, un mercado que Enrique Cueto considera "clave". Acelerado e hiperkinético, amante del montañismo, su carácter se asemeja al de Piñera, al que lo une su pasión por pilotear helicópteros. Con él, también, este ingeniero comercial negoció con Néstor Kirchner el ingreso a Argentina.
Juan José.
Sus conocidos resaltan que tiene la "mirada de águila" para ver todos los negocios y la "lupa para estudiar el detalle en cada uno". "Es estructurado, muy detallista y meticuloso, un director muy exigente", resume un ejecutivo. Sus colaboradores más cercanos son Carlos Vallette y Luis Alberto Ortega. Hace un año, este ingeniero comercial de la UC trasladó sus oficinas al piso 16 de Presidente Riesco 5711, sobre las dependencias de su principal inversión, Lan. Aunque hoy es director, también ha trabajado en Lan "en las galeras", como dicen los amigos. En los inicios de Lan se dedicó a abrir la compañía en Estados Unidos.
5.- La política en las venas
Los Cueto son liberales en términos económicos, pero han tomado distintas posiciones políticas. Enrique es más cercano a la Concertación; Ignacio, por su amistad con Piñera, se involucró en la campaña presidencial (incluso estuvo en el set de Mega donde se hizo el último debate de Anatel) y se siente más cercano a la centroderecha; mientras Esperanza se define como progresista. El padre, Juan Cueto Sierra, ha estado históricamente ligado a la DC y en los 70 fue parte del comando de Radomiro Tomic. En los almuerzos de los Cueto -que suelen realizarse el Gernika, el Rívoli o El Europeo- se discute mucho de la actualidad política y sus amigos y cercanos son de todas las tendencias. "Son transversales", resume un amigo íntimo. Lo refleja su amistad con Antonio Martínez. Pese a que la familia de éste estaba más cerca de la corriente franquista, Juan Cueto es un declarado republicano y su padre fue fusilado en la Guerra Civil Española. Eso nunca les impidió ser casi hermanos y mucho menos socios. Es tanta su cercanía, que sus hijos y nietos prácticamente se han criado juntos.
6.- Trabajo y ocio
"Los Cueto son brutos para trabajar, pero son muy gozadores también", dice un amigo. Cuando hay que dejar el alma en la empresa, se quedan hasta altas horas en las oficinas, pero se dan espacio para volar un viernes para asistir a los partidos del Real Madrid. Por su amistad con el presidente del club, Florentino Pérez, tienen un palco reservado en el Bernabéu. Los Cueto suelen vacacionar en clan, dividiendo los tiempos entre Pucón, Zapallar y Colunga, en Asturias. A este balneario del norte de España, con un paisaje que recuerda al sur de Chile, suele ir el patriarca de mayo a septiembre. El resto del "choclón" llega en agosto.
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