Investigadores estadounidenses revelaron las propiedades de un anticuerpo que identifica y destruye las células cancerosas de la próstata. El avance se hizo en ratas y constituye una esperanza en la batalla en contra de esta enfermedad.
El cáncer de próstata es una de las patologías más delicadas para los hombres. Tanto en Estados Unidos y Chile, representa la segunda enfermedad oncológica con más muertes. Sólo el 2006 fallecieron 1.598 chilenos por esta razón.
Los tratamientos actuales han demostrado ser efectivos en buena parte de los pacientes. Sin embargo, un porcentaje de hombres, a pesar de los procedimientos existentes, como la castración quirúrgica o la radioterapia, siguen presentando tumores que se expanden y que terminan siendo mortales.
En la búsqueda de una solución a este problema, investigadores de la Universidad de Pensilvania han encontrado una esperanza para los hombres que tienen tumores resistentes. Los científicos desarrollaron un anticuerpo monoclonal(ver recuadro), llamado F77, que ayuda a detectar y controlar el cáncer de próstata, incluso, en su etapa metastásica.
En la investigación se inyectó el anticuerpo a ratones con cáncer. En estos se observó que el F77 fue capaz de reconocer y atacar los tejidos que presentaban anomalías, disminuyendo el tamaño y crecimiento de los tumores cancerosos.
Además, las pruebas demostraron que en un 97% de los casos, el F77 funcionaba en tumores que recién empezaban. Sin embargo, lo que más alentó a los científicos fue que el anticuerpo también atacó el 85% de los casos de aquellos cánceres que hicieron metástasis, lo que abre una ventana para tratar a pacientes que tienen otros órganos comprometidos por el cáncer y que se han vuelto independientes de su zona de origen.
Las implicancias
El desarrollo de los anticuerpos monoclonales ha sido de gran ayuda para combatir diferentes enfermedades. Por ejemplo, se ocupa con gran éxito para evitar el rechazo en trasplantes o el asma de origen alérgico.
Para el biólogo de la Universidad de Concepción Darwin Sáez, los anticuerpos monoclonales tienen grandes ventajas. "Se pueden utilizar en conjunto con otros tratamientos, pero tienen la ventaja de no ser tóxicos ni nocivos para el cuerpo, como lo es la quimioterapia". Agrega, además, que los monoclonales trabajan aprovechando los mecanismos naturales del sistema inmune, uniéndose al tejido o grupo de células enfermas.
Es por esto que los expertos ven con buenos ojos este tipo de avances, pero advierten que, en este caso, aun queda mucho camino por recorrer.
El urólogo Alberto Bustamante de la Clínica Alemana dice "que este tipo de anticuerpos ha sido efectivo en otras enfermedades, pero hay que esperar para ver si éste tiene éxito". Es más, en el cáncer de prostático ya hubo intentos de este tipo. El anticuerpo monoclonal ProstaScint terminó decepcionando a los médicos por sus magros resultados.
Aun así, este anticuerpo tiene una propiedad que destaca el urólogo de Clínica Las Condes, doctor Cristián Ramos. El F77 reacciona en tumores hormono refractarios. Es decir, que actúan en casos en donde otros tratamientos más comunes no lo han podido hacer de manera más efectiva. Sin embargo, coincide en que se deben hacer más estudios para garantizar su efectividad en personas.
Anticuerpos monoclonales
Son agentes elaborados de manera artificial y que tienen la propiedad de reconocer y adherirse de forma específica a una célula o antígeno.
Al unirse a su blanco, destruyen los tejidos y estimulan al sistema inmunológico para que éste actúe sobre las células enfermas. Además, pueden ser combinados con otras terapias, ya que al poder "marcar" su objetivo, se puede saber con exactitud qué región se debe atacar.
Sus usos más comunes son en enfermedades autoinmunes como el lupus o la artritis. También sirven para la detección de ciertos tipos de cáncer y, en el caso de trasplantes de órganos, para terapia de inmunosupresión.
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