¿Por qué hay tantos días nublados en La Serena?

¿Porque han habido tantos días nublados en La Serena este verano?. ¿Tiene que ver con el cambio climático o es algo absolutamente circunstancial?

Los residentes más antiguos de La Serena y Coquimbo probablemente sean a los que más ha llamado la atención la cantidad de días nublados, especialmente en el mes de Enero, que se caracterizaba por ser un mes “despejado”, dejando las nubes tradicionalmente para Febrero y Marzo.

Muchos han especulado con el bullado tema del cambio climático, y que este sería el causante de dicho fenómeno, que por lo demás, frustra a Turistas y locales que quieren disfrutar del sol y la playa que ofrece la región.

Lo cierto es que si y no. El fenómeno del cambio climático es aceptado por gran parte de la comunidad científica internacional como una serie de factores medioambientales que han influido (y están influyendo) en el clima a nivel planetario, generando desde Monzones en Africa hasta sequías en otras partes del planeta. El aumento de 2 a 4 grados ha generado preocupación a nivel mundial, sosteniendo hace pocos meses una cumbre en Europa para analizar este tema y buscar las posibles mitigaciones a esta realidad.

No obstante, esto no tiene directa relación con lo que se aprecia en las playas de La Serena y Coquimbo. Según explica el observador meteorológico de la Dirección Meteorológica de Chile, David Rebolledo, la explicación a esto tiene que ver con un tema estacional. Y de acuerdo a esta estacionalidad, la cantidad de días nublados es absolutamente normal.

“No es una situación anormal que se produzcan tantos días nublados. El tema climático es cíclico. Hay temporadas más secas, otras más lluviosas, con altas temperaturas o más bajas. Son ciclos que se van dando” señala el experto, quien atribuye esta variación a la aparición de un fenómeno ya conocido por todos: “La Niña”

“De acuerdo a los estudios realizados, hoy nos encontramos en el periodo conocido como “La Niña”, que presenta corrientes marinas más calidas. Y eso repercute en el sistema atmosférico, ya que provoca con mayor facilidad la formación de nubes” afirma

“Es por ello que tenemos tantos días con cielos nublados. Ahora, lo que si las temperaturas se han mantenido igualmente altas, especialmente en horas de la tarde. Eso tiene relación con el mismo fenómeno de La Niña” señala Rebolledo
El experto afirma que el cambio climático es una realidad, pero que sus efectos no son tan elocuentes entre un año y otro, como podría ser la cantidad de días nublados que se le atribuyen a “La Niña”. No son cambios tan violentos los que se producen de un año a otro. Pero si son perceptibles en las estadísticas, lo que da cuenta que hay factores que han ido cambiando. El impacto en las temperaturas, en las aguas, en el océano. Cosas que son tangibles” señala.

En cuanto a la incidencia y duración de “La Niña” y que vendrá después de ello, Rebolledo señala: “Es una situación normal para el periodo climatológico que se esta viviendo, que es más húmedo. Este debiera mantenerse por lo menos hasta mitad de año. Sin embargo no hay indicios que de que se revierta la situación al fenómeno contrario, que es el fenómeno de “El Niño”, que es mucho más calido”.

El fenómeno de “La Niña”

Cada ciertos años se presentan condiciones oceánicas frías en el Pacífico ecuatorial y costas del norte de Chile, Perú, Ecuador y Colombia, manifestando la presencia de un Fenómeno La Niña asociado a procesos intensos de surgencia (afloración hacia la superficie de aguas frías y profundas por causa del viento).

Esto provoca que las condiciones de temperatura del aire sean más frías, entre 1 y 2 ºC por debajo del promedio en la costa norte de Chile, durante el período en que La Niña presenta su máxima intensidad. La parte sur y austral de Chile, no experimenta grandes cambios desde el punto de vista térmico. La precipitación es el elemento climático más afectado. En el país, desde la VIII región (Los Ángeles) al norte, aparece un déficit de lluvias importante que predomina gran parte del año.

Específicamente, la región central de Chile, entre la V y la VII Región, ha experimentado una disminución de la pluviometría de hasta un 79%, con consecuencias catastróficas en algunos sectores económicos del país, tales como el sector agrícola (secano costero), ganadero, energético (disminución de recursos hidroeléctricos) y minero.

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