España: La particular carrera de armamentos entre Chile y Perú

por Pedro Baños, Teniente Coronel de Artillería

Las intensas relaciones comerciales y los intereses comunes de Lima y Santiago, que en principio impiden cualquier veleidad belicista entre ambos países, no parecen poner coto a una acelerada carrera armamentística particular, en la que Chile se apunta tanto como instigador, como claro ganador.

Con casi 70.000 soldados, las fuerzas armadas chilenas, en plena fase de modernización y transformación hacia un modelo más móvil y flexible, están consideradas como las más potentes de la región. A lo que se une una alta moral, en la que algo ha tenido que ver la subida de sueldo del 12,7% a primeros de año.

Merced a la Ley del Cobre, que otorga al ejército el 10% de los beneficios de la venta del cobre, Chile cuenta con un elevado presupuesto de defensa, superando los 3.000 millones de euros, que le ha permitido invertir más de 2.000 millones de euros en armamento en los últimos diez años.

En un futuro inmediato dispondrá de cuatro brigadas acorazadas, dos brigadas de montaña y una de operaciones especiales. Su material es básicamente de tipo OTAN, procedente, en muchos casos de segunda mano, de Alemania, Holanda, Estados Unidos y el Reino Unido. De sus 500 carros de combate en servicio, destacan los Leopard 1A y 2A4.

De sus casi 70 de aviones de combate operativos, 28 son F-16 AM, BM, C y D, de ellos diez nuevos. Que se ampliarán en septiembre de 2010 con otros 18 procedentes de Holanda. No por casualidad, buena parte de estos aviones se destacan en la base aérea de Cerro Moreno, en la ciudad de Antofagasta, muy cerca de la frontera peruana.

Los nuevos submarinos Scorpène y las ocho fragatas modernizadas convierten a la marina chilena en la más moderna de esta parte del mundo.

Incluso el próximo año está previsto que ponga en órbita un satélite de uso militar, con un coste de 50 millones de euros.

Por su parte, Perú, con la tercera parte de presupuesto de defensa, se esfuerza en no perder el ritmo impuesto por su vecino. Pero, aun cuando sus tropas casi duplican a las chilenas, el nivel general de preparación y equipamiento no es comparable.

Teóricamente, su fuerza aérea es la tercera más importante de Sudamérica, dotada con aviones de combate de cuarta generación, incluyendo MiG-29 -bielorrusos y rusos-, Su-25 y Mirage 2000P. Sin embargo, sufre de escasez de piezas de repuesto para mantenerlos operativos. Como ejemplo, de los 29 MiG, sólo cuatro están en servicio.

Su armada es poderosa y bien preparada para la acción, pero inferior a la chilena. A su flota submarina, la mayor de Iberoamérica, compuesta por seis submarinos Tipo 209/1200 fabricados en 1974, le empiezan a pesar los años.

Aunque no disponga de una potente fuerza acorazada -todavía tiene en servicio 50 carros T-54/55-, sus fuerzas terrestres están bien adaptadas a su complicada orografía, con abundantes unidades especializadas en combate en selva y contrainsurgencia. Elemento disuasorio ante una posible invasión. Además, compensa sus deficiencias ofensivas con armas contracarro modernas, como los misiles rusos 9M133 Kornet-E, y las portátiles Metis-M y RPG-29 Vampir.

En definitiva, Perú no tiene capacidad para suponer una amenaza directa a Chile. Pero sí la suficiente para disuadir a Santiago de una aventura bélica en su territorio. Un delicado equilibrio que nadie parece dispuesto a romper.

Nota: Sólo queda agregar que a Chile no le interesa, no le conviene ni tiene motivos para atacar Perú. La mejor muestra de aquello, es que Chile tiene invertidos US$7.000 millones en Perú. Por otro lado, ¿qué disuación puede suponer para Chile que los peruanos tengan entrenamiento en contrainsurgencia y combate en la selva? Entre Chile y Perú está el desierto más árido y seco del mundo, no hay selva ni donde ocultarse. Es decir, Perú no tiene ninguna "ventaja disuasiva", salvo que ya se hubiera ocupado su costa y se fuera por la selva... algo que por cierto, no existe ninguna posibilidad de que ocurra.

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