Rearme y acuerdos militares crean tensión

Compras de armamento, un polémico acuerdo militar con EE.UU. y crisis diplomáticas. Este año resurgió el miedo a una guerra en la región. Expectativa.

La temida palabra "guerra" se escuchó en foros regionales y también por radios y televisiones de América Latina, y es el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien más ha usado el término, siempre al hablar del acuerdo que desde fines de octubre permite a los militares estadounidenses utilizar bases colombianas.

En agosto, en vísperas de una cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en Bariloche (Argentina), Chávez advirtió que soplaban "vientos de guerra" en la región, y en noviembre llamó a sus compatriotas a prepararse para la guerra, ante la "amenaza" que a su juicio constituye para Venezuela el acuerdo colombo-estadounidense, cuyo objetivo declarado es combatir la guerrilla y el narcotráfico.

El especialista argentino en defensa Ignacio Osacar indica que la preocupación venezolana viene por el miedo de Chávez a que se repita el caso de Irak, pero opina que Venezuela no es el objetivo.

"Para EE.UU. la preocupación es básicamente el Canal de Panamá, el proteger ese estratégico cruce entre el Pacífico y el Atlántico de cualquier fuerza convencional o terrorista", subrayó.


Rearme

Lo cierto es que ha habido un aumento del gasto defensivo y de las compras de armamento en mercados de primer nivel, casi siempre presentados por los Gobiernos como operaciones de renovación del equipamiento.

Osacar dice que renovar equipos significa "incrementar la capacidad militar" de manera cualitativa, por lo que desde ese punto de vista puede decirse que hay un rearme.

Aunque asegura que es Chile el país que tiene una política más racional e integrada en cuanto a adquisición de equipos para la defensa, el "proyecto más importante a mediano y largo plazo es el de Brasil, porque implica transferencia de tecnología" para fabricar localmente sistemas aéreos, navales y terrestres.

Hasta Bolivia, uno de los países más pobres de la región, anunció su intención de comprar armas y aviones de China o Rusia, por un monto de 100 millones de dólares, lo que puso en alerta a su vecino Paraguay.

El presidente peruano, Alan García, lanzó una propuesta para limitar los gastos militares y construir una cultura de paz en Latinoamérica (nota: propuesta que Perú impulsa mientras compra armas sin hacerlo público, aunque se sabe que está comprando tanques modernos, misiles y aviones de combate... vaya "desarme". Obviamente, ese doble discurso y secretismo peruano termina por generar más desconfianza y promueve el armamentismo, no lo desalienta).

Solo los 12 países de Unasur gastaron en los últimos cinco años 23 mil millones de dólares en armamento, y tienen comprometidos 25 mil millones adicionales para este quinquenio, según las cifras que manejan los promotores de esta cruzada contra el armamentismo que incluye la firma que hicieron los países suramericanos de un acuerdo de paz y no agresión.

Venezuela

El presidente Hugo Chávez obtuvo este año luz verde para aspirar a otro mandato en medio de problemas económicos. Prometió "más eficacia del Gobierno revolucionario", que pretende dirigir "al menos hasta el 2019" si gana en las presidenciales de 2012.

Chávez, que ajustó 11 años en el poder, dijo que en esta etapa se deben resolver problemas como la falta de vivienda y la inseguridad, en un país en el que se registran unas 14 mil muertes violentas al año.

Esto se sumó a problemas económicos y carencias del suministro de energía y agua, que obligaron a cortes del servicio y aumentaron las críticas a su gestión. El desplome en los precios del petróleo afectó los ingresos del país, mientras la inflación ascenderá a un 32,1% al cerrar el año.

Ecuador

Rafael Correa ganó la reelección presidencial y mantiene una popularidad de 56%. Encumbrado en esa aceptación, decidió este año el ingreso de Ecuador en la Alianza Bolivariana de las Américas (Alba), creada por iniciativa del presidente venezolano, Hugo Chávez.

Tras la crisis por el bombardeo al campamento en el que se dio de baja a 'Raúl Reyes', segundo al mando de las Farc, la tensión entre Quito y Bogotá comenzó a ceder recientemente, cuando las embajadas firmaron una hoja de ruta que llevó a los dos países a la designación de encargados de negocios.

Correa finalizó el acuerdo con EE.UU. para el uso de la base de Manta en operaciones antinarcóticos, después de diez años. Como presidente pro témpore de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que asumió este año, ha insistido en la necesidad de crear una organización de estados latinoamericanos al margen de Estados Unidos.

Bolivia

El triunfo de Evo Morales en su primera reelección cerró un año en el que Bolivia estrenó una Constitución "refundacional" con la que el presidente pretende construir un nuevo Estado.

La política exterior volvió a estar marcada por la distancia con EE.UU pese al nuevo gobierno de Barack Obama. Las buenas intenciones se diluyeron tras las advertencias de la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, por la amistad de Bolivia con Irán.

Morales visitó Rusia, donde firmó acuerdos de cooperación técnico-militar y de lucha contra el narcotráfico. Además profundizó su implicación con la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba).

Brasil

Salió de la crisis mundial sin mayores consecuencias, con el prestigio en alza en el escenario internacional, no solo por su peso económico sino por su importancia política como voz de las naciones en desarrollo.

La economía puede crecer hasta un 6,5% en 2010 y podría mantenerse así hasta 2017, lo que llevaría al país a ser la quinta economía del mundo. Al presidente Luiz Inácio Lula da Silva lo han tenido en cuenta en el G20 y el G8, pero sin duda su mayor triunfo este año fue la obtención de la sede de los Juegos Olímpicos 2016 para Río de Janeiro.

Pese a que está pendiente la aspiración de tener un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, se ha proyectado hasta el conflicto de Oriente Medio, donde le han pedido ayuda en una negociación. Además se ha valido de su prestigio para recibir, a pesar de las críticas, al presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, y defender el derecho de Teherán a desarrollar un programa nuclear con fines pacíficos.

México

El mandato del presidente mexicano Felipe Calderón se vio empañado en 2009 por la creciente ola de violencia del crimen organizado, que causó unos 7.000 muertos y puso en jaque a cerca de 40 mil soldados y 20 mil policías desplegados por las calles.

La pandemia de la gripe A afectó el turismo, a lo que se sumó una recesión económica cercana al 7%. Sin embargo, la mejora en Estados Unidos prevé que para el año entrante el PIB suba al 3%.

Calderón y su Partido de Acción Nacional (PAN) perdieron la mayoría en la Cámara de Diputadosfrente al Partido Revolucionario Institucional (PRI), en la oposición desde 2000, lo que dificultará los tres años de gobierno que le restan al mandatario.

Nicaragua

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, fragua sus aspiraciones para reelegirse en el 2011, gracias a un cuestionado fallo judicial que declaró inaplicable el artículo constitucional que se lo impedía y que ha despertado la ira de la oposición.

Estados Unidos y la Unión Europea mostraron su desacuerdo con la medida, pero Ortega ha asegurado que la sentencia "es inapelable y está escrita en piedra".

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