Se trata de un mal que hace una década sólo se presentaba en adultos. Sin embargo, producto de la obesidad y del sedentarismo hoy ha aparecido de manera precoz.Hace una década era impensable relacionar la diabetes tipo 2 con un niño, ya que era un mal que se presentaba en la etapa de la adultez. Sin embargo, a raíz del aumento de casos de obesidad y sedentarismo, este tipo de enfermedad hoy es posible detectarla en menores a partir de los 10 años.
Se estima que en Chile este mal afecta a cerca del 7 por ciento de la población. Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que esta patología aqueja a más de 285 millones de personas en todo el mundo. Y para el año 2030, la OMS prevé que habrá 435 millones afectados, por ello la declaró “pandemia del siglo XXI”.
Hernán García Bruce, endocrinólogo infantil de la Clínica Universidad Católica, nos confirma que la diabetes tipo 2 aparece de manera precoz, en niños y adolescentes entre los 10 y 20 años.
El problema es que el 80 por ciento de las veces, este mal es asintomático, por lo que sólo se detecta a través de un examen de sangre. Pero cuando presenta síntomas, generalmente son los siguientes: exceso de orina y pérdida de peso.
Respecto a las consecuencias este tipo de diabetes cuando no se trata, el especialista nos asegura que puede llevar a otras patologías como retinopatía, o también males relacionados con el sistema cardiovascular, como infartos al miocardio, accidentes vasculares, entre otros.
Además hay un porcentaje, aunque bajo, de mortalidad, alrededor de 10 a un 15 por ciento, mucho más grande que los adultos que padece de diabetes 2.
Pero hoy en el mundo y en Chile hay tratamientos. “Los principales son el cambio de estilo de vida, la baja de peso, también hay remedios orales que bajan la glicemia, y en algunos casos se usa la insulina, en especial al principio, explica el endocrinólogo.
Artículo original
"El pan es más peligroso que la comida chatarra para los diabéticos y sedentarios"
Así lo asevera el académico y máster en Nutrición y Salud Pública de la Universidad de Santiago de Chile, Héctor Aliaga, quien agrega que el alimento que la mayoría de la población consume a diario "está elaborado con harinas refinadas que tienen un alto índice glicémico, produciendo trastornos en el organismo".
Cuando estamos ad portas de la conmemoración del Día Mundial de la Diabetes, es fundamental generar conciencia en la ciudadanía de los riesgos que conlleva la enfermedad, ya que es un malestar que no está ajeno a las personas, considerando el nivel de vida actual, en donde predomina la mala alimentación y la escasa actividad física.
Para el académico y máster en Nutrición y Salud Pública de la Universidad de Santiago de Chile, Héctor Aliaga, la sociedad “no le toma el peso” a contraer diabetes, aunque vivan en un ambiente en donde el porcentaje de obesidad es importante, ya que dejar de comer y hacer ejercicios son actividades muy difíciles en el presente.
Según el académico, las personas suelen culpar a la irrupción de la comida chatarra como el gran culpable de los altos índices de obesidad; sin embargo, hay un elemento que consumimos con frecuencia y que es más peligroso aún. “El pan es fatal para todos, es un elemento de riesgo para las personas con diabetes y las que no hacen actividad física, ya que está elaborado con harinas refinadas que tienen un alto índice glicémico, por tanto ingresan muy rápido a la sangre y eleva de forma inmediata la glucosa, lo que produce trastornos. Y el organismo no está hecho para eso”, enfatiza.
Aliaga aconseja moderar el consumo de este alimento y preferir los preparados con harina integral, pero no de trigo, sino de linaza o de centeno, pues no elevan tan rápido el índice glicémico en la sangre. “Mi consejo es disminuir la ingesta de pan, no suprimirla porque eso es difícil, si se consumen tres panes al día, bajar a dos. Porque un pan contiene alrededor de 300 calorías diarias y al mes son 9 mil, lo que equivale aproximadamente a un kilo de grasa. Es decir, consumir un pan en exceso sobre el gasto que se realiza a diario, significa acumular un kilo de grasa mensualmente”, explica.
Las complicaciones de tener diabetes no se traducen sólo en tener el azúcar elevado en la sangre, porque este factor provoca una serie de deterioros dentro de los tejidos, produciendo hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares e incluso ceguera.
“El riesgo de una persona diabética es que tenga secuelas posteriores por el daño especifico que la glucosa produce cuando no está controlada o por el efecto que tiene sobre los vasos sanguíneos. Entonces el problema de la diabetes es una enfermedad sistémica, que complica mucho y por otro lado, tiene una alta mortalidad”, afirma.
El docente de la Usach recomienda prevenir esta enfermedad con hábitos saludables, ya sea con una alimentación balanceada y actividad física, por lo menos 30 minutos al día. Finalmente, añade que no da igual donde se instale la grasa.
“El paciente que deposita la grasa al interior del abdomen, tiene un alto riesgo de resistencia a la insulina, por lo tanto, de diabetes y junto con eso enfermedades cardiovasculares. En este momento las cifras más usadas son en los varones menos de 102 cm. de cintura y las mujeres menos de 88 cm. Las personas con cifras superiores están en riesgo”, concluye.
Artículo original
No hay comentarios.:
Publicar un comentario