DF realizó un sondeo entre 70 representantes del mundo económico que calificaron con un 5,5 promedio al gobierno de Sebastián Piñera, quien cabe recordar se instaló en La Moneda en medio de la catástrofe provocada por el terremoto que devastó la zona centro sur del país, provocando daños estimados -según el mismo gobierno- en
US$ 30 mil millones.
Así las cosas y al igual como lo han revelado otros sondeos de opinión pública, el ministro mejor evaluado es el jefe de Educación, Joaquín Lavín, quien superó al conjunto del gabinete y al resto de sus compañeros, logrando un destacado 6,2. Una nota no menor toda vez que el ex presidenciable de la UDI ya figura como uno de los políticos con más futuro.
Un par de lugares más atrás y con una nota 5,8, en tanto, se ubican los ministros de la Secretaría General de la Presidencia, Cristián Larroulet, Minería, Laurence Golborne, y de Economía, Juan Andrés Fontaine.
No obstante, hay que destacar que ningún secretario de Estado obtuvo una nota inferior al 5,0, lo que de algún modo refleja el grado de comprensión que existe entre los encuestados para un gabinete que, si bien tenía las prioridades muy claras (en un pendrive) a la hora de ser designado, debió cambiar el foco tras ser sorprendido por el terremoto y posterior tsunami.
De ahí que el sentido de urgencia con que el mandatario y su equipo asumieron el pasado 11 de marzo debió concentrarse en las tareas de la emergencia y en los desafíos de la reconstrucción, lo que, a su vez, sirvió, en un primer momento, para explicar los errores propios del proceso de instalación. Es decir, las "demoras" en algunos nombramientos y los "errores" cometidos en ciertas designaciones, como fue el caso del ex gobernador del Biobío, José Miguel Steigmeier.
Así, el 21 de mayo pasado, y en su primera cuenta pública ante el Congreso Pleno, el mandatario hizo un punto de inflexión en la agenda, retomando su programa y definiendo los siete ejes que tendrá su adminitración para dar cumplimiento a los compromisos de la campaña.
Todo ello, en medio de los llamados a la "unidad", mientras uno de los principales partidos del oficialismo, la UDI, criticaba -en una primera instancia- el alza de impuestos propuesto por el gobierno para recaudar recursos para la reconstrucción y la Concertación se mostraba "sorprendida" porque Piñera adoptaba una de "las banderas históricas" del mundo de la izquierda.
A este panorama hay que agregar el debut de varios ministros en el Congreso buscando los votos para el plan de la reconstrucción, que ya va en un tercer tramite constitucional, porque fue rechazado el royalty, y consiguiendo los apoyos para el salario mínimo, dado que la propuesta inicial del 3,03% no tuvo aceptación. Además se suma la inesperada salida del embajador en Argentina, Miguel Otero y las renuncias del Superintendente de Salud, Vito Sciaraffia y de la subsecretaria de Redes Asistenciales, Giovanna Gutiérrez.
Para más abundancia hay que recordar los impasses protagonizados por el jefe del gabinete, ministro Rodrigo Hinzpeter, quien se anota un 5,3, y el hecho que el mandatario mantenga eventuales "conflictos de interés".
Artículo original
No hay comentarios.:
Publicar un comentario