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sábado, julio 03, 2010

Grupo Angelini crece en el negocio de aceite de oliva

Luego de finiquitar la adquisición de la marca Huasco al empresario Hernán Hochschild, ahora la compañía se empeñará en reposicionarla. Además, iniciará en agosto la construcción de una almazara (productora), en la que invertirá US$4 millones. La meta: crecer al doble hacia 2014.

Un año marcado por nuevos proyectos está viviendo la agrícola Valle Grande S.A., compañía dueña de los aceites de oliva Olave y Montecristo, cuyo mayor accionista es el grupo Angelini, con 70% de la propiedad. Por un lado, terminó de plantar las 600 hectáreas que en 2008 adquirió a la frutícola Del Monte en el sector de Pan de Azúcar, en la IV Región. Por otro, hace un par de meses compró la marca Huasco al empresario Hernán Hochschild -ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería- y hoy está en pleno proceso de reposicionar este producto, que además le permitió ampliar su portafolio, hasta ahora compuesto sólo por aceites premium.

"Es una marca reconocida con más de 30 años, que ahora está comenzando a tomar vuelo propio", cuenta el empresario Elvio Olave, director ejecutivo y socio de Valle Grande. De hecho, tras estar cerca de un año fuera de mercado, Huasco acaba de retornar a las góndolas de los principales retailers. "Ya está mucho más visible", afirma.

En agosto, la aceitera dará otro paso importante: comenzará la construcción de una almazara (productora) en la IV Región, donde procesará todas las aceitunas provenientes de los olivos que acaba de plantar. El proyecto demandará una inversión de US$ 4 millones y tendrá una capacidad para 800 mil litros de aceite anuales, volumen al que se llegará en esa zona cuando los olivos entren en régimen en 2014, agrega Olave.

Con este desarrollo, la firma dará un salto cuantitativo, pues hasta ahora su base productiva está en las 220 hectáreas que posee en Melipilla e Isla de Maipo, donde procesa cerca de 400 mil litros de aceite al año. "Crecer era importante, porque nuestra demanda ha ido aumentando", explica.

REACTIVACIÓN DEL MERCADO

Toda esta actividad está en concordancia con la reactivación del mercado internacional, especialmente el de Estados Unidos, un destino al que va a parar cerca de 20% de las exportaciones chilenas de este producto, que en 2009 totalizaron US$ 10 millones. "La tormenta ya pasó. Hemos visto mucha actividad y demanda", cuenta Olave. Un comportamiento similar, añade, se ha visto también en Asia, Canadá y México, entre otros lugares. De hecho, la empresa ya está con ventas superiores al período precrisis. "En 2009 facturamos cerca de US$ 4 millones y para este año esperamos un crecimiento de 20%, apoyado por el mejor clima económico internacional", anticipa Olave.

La firma fue creada en 1978 por el padre de Elvio Olave y en un principio se dedicó a la producción de uvas viníferas y de mesa, además, de kiwis y cítricos. Fue en 1996 cuando Elvio Olave decidió darle un vuelco y entró al segmento del aceite de oliva, a través de la importación del material genético básico desde España, Grecia e Italia. Con el tiempo, se especializó en crear aceites premium y orgánicos.

De hecho, en 2005 Olave ganó el premio Biol al mejor aceite de oliva orgánico en la feria realizada en Andria, Italia. En 2006 recibió el mismo reconocimiento, esta vez por la guía L'Extravergine, la principal publicación global enfocada en este producto. Un año después, el grupo Angelini entró a la propiedad.

La agricultura orgánica, libre de pesticidas, llegó para quedarse dice el empresario. "Ahora es un plus porque el nicho de personas que están buscando alimentos sanos está creciendo tanto en el mercado internacional como en el chileno, ya no es sólo una moda", dice Olave.

Hacia futuro, las perspectivas son buenas para la compañía y la industria chilena olivícola en general, cree el ejecutivo. "No sólo porque las exportaciones están creciendo, sino además porque el consumo interno se ha desarrollado mucho", comenta. Si hace diez años en Chile se consumían 50 centímetros cúbicos per cápita al año, hoy esa cifra ya llega a los 350 centímetros cúbicos anuales, lo que está directamente relacionado a la mayor oferta, afirma.

LOS MAYORES PROYECTOS DE CHILE

Partió como una moda, pero ahora la producción de aceite de oliva en Chile es un negocio prometedor, no sólo porque el consumo local ha crecido, sino también porque esta industria se ha abierto paso en el mercado internacional, especialmente en el norteamericano. Y es que Chile es un lugar adecuado para desarrollar esta actividad, gracias al buen estado fitosanitario y porque en Chile se pueden plantar olivos desde la IV Región hasta la VIII Región.

En el país existen cerca de 4.000 hectáreas de olivos con almazaras. Entre los proyectos más importantes figura el del empresario Alfonso Swett (controlador de Forus, accionista de Viña Santa Rita y Hortifrut, entre otras), que a través de Olisur ha invertido US$ 20 millones. La firma tiene 2.000 hectáreas en Marchigüe, VI Región, y en 2008 lanzó su primera producción bajo la marca Santiago con un claro enfoque premium.

En tanto, el grupo español Peinsa está llevando a cabo el mayor proyecto olivícola del país. Su plan es alcanzar a las 5 mil hectáreas de olivos. Hasta el momento, ha comprado 3.200 hectáreas en el sector de Villaseca, en la VII Región. Su primera producción está prevista para 2011.


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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.