Se pretende evitar la presión mediática que ya surgió en su última reunión La European Southern Observatory (ESO), cuyo Consejo deberá decidir la ubicación final del Supertelescopio europeo (E-ELT por sus siglas en inglés), no desvelará la fecha para la decisión definitiva. El Consejo de la ESO, según su programa anual, contempla dos únicas reuniones anuales que se celebran en los meses de junio y diciembre. Sin embargo, tal y como ya había avanzado ACN Press, hay prisa por decidir la ubicación para poder aprobar el diseño del telescopio.
Esta prisa ha llevado a la ESO a convocar una reunión extraordinaria que, en su día, se estableció para “las primeras semanas de abril”. Sin embargo, a día de hoy, no se conoce la fecha ni se conocerá en el futuro, según fuentes consultadas por ACN Press. Ni siquiera la página oficial de este organismo (www.eso.org) informa de esta reunión mientras que sí lo hace de otros acontecimientos previstos dentro de su programa.
La intención de la ESO es mantener esta reunión al margen de la presión mediática que despertó la última reunión del Comité Científico y que tuvo lugar en Alemania los días 3,4 y 5 de marzo y donde se señaló a Cerro Armazones, en Chile, como el lugar “preferido” para la ubicación del E-ELT.
La ESO se limitará a emitir un comunicado una vez se haya adoptado la decisión definitiva, algo que podría suceder en cualquier momento ya que la reunión extraordinaria estaba anunciada para el mes de abril. Chile y La Palma son las dos únicas ubicaciones posibles y, aunque el país andino parecía haber cobrado ventaja tras la recomendación de la ESO en el mes de marzo, sin embargo, expertos científicos apuntaban a otros aspectos logísticos que situaban a La Palma en un lugar preferencial.
Pero, no sólo los aspectos logísticos, la “óptica adaptativa” que utilizará el E-ELT requiere de la mayor estabilidad atmosférica, algo que sólo puedo ofrecer el cielo del Observatorio del Roque de Los Muchachos, según han apuntado algunos expertos.
Las negociaciones mantenidas por los gobierno de Chile y España tendrán un peso importante en esta decisión. En especial, la apuesta económica española (300 millones de euros) que aportaría la tercera parte de la inversión total necesaria (960 millones de euros) para su construcción.
Sin embargo, la normativa por la que se rige la ESO (organismo independiente de la Unión Europea), prohíbe expresamente la aprobación de ningún proyecto sin contar con la financiación íntegra del mismo. Esto supone que, la mayor aportación económica de España podría dar cierta ventaja sobre su rival, Chile.
En contra de La Palma está el hecho de que ESO es un organismo creado en 1.962 para Chile. No en vano, todas sus infraestructuras están instaladas en el país andino. España ingresa en la ESO en el año 2006, muy tarde para algunos. Sin embargo, el que se plantee, por primera vez desde su creación, la posibilidad de ubicar una de sus instalaciones fuera de Chile, y que ese lugar considerado sea la isla de La Palma, al menos indica las excelentes condiciones con las que cuentan los cielos de Canarias para la observación astronómica. Un valor que ya fue reconocido en el mismo informe emitido por el Comité Científico de ESO el pasado mes de marzo.
De cualquier manera, la selección se realizará pensando en el mejor aprovechamiento científico de una infraestructura cuya vida útil está estimada en unos cincuenta años ofreciendo a los astrofísicos, la mejor herramienta jamás construida por el hombre para el estudio del Universo.
ALGUNOS DATOS
El E-ELT contará con un espejo primario de 42 metros de diámetro dividido en 986 segmentos con posibilidad de moverse de forma independiente para contrarrestar las perturbaciones que sufre la luz al entrar en contacto con la atmósfera. Una técnica que se ha denominado “óptica adaptativa” y que ya utiliza el Gran Telescopio de Canarias (GRANTECAN).
Su construcción está prevista que de comienzo a principios de 2011 y se prolongará por un período estimado de entre ocho y diez años, generando (en el caso de La Palma) unos doscientos puestos de trabajo directos. A partir de su puesta en funcionamiento, duplicaría el personal que actualmente trabaja en el Observatorio del Roque de Los Muchachos. De estos, los menos son científicos, ya que entre su personal se necesitan, informáticos, ingenieros, electricistas, personal de mantenimiento, recepcionistas, cocineros…
La alta tecnología con la que operará este gigante, permitirá obtener imágenes quince veces más nítidas que las generadas por el telescopio espacial Hubble. Esto permitirá descubrir conceptos que, a día de hoy, ni siquiera podemos imaginar. Permitirá el estudio de los agujeros negros, la búsqueda de exoplanetas (planetas ubicados fuera de nuestro Sistema Solar) o el estudio de la denominada energía y materia oscura, dos conceptos que dominan el Universo en un noventa y cuatro por ciento.
Dicho de otra manera, los elementos contemplados en la “tabla periódica” forman entre el cuatro y el seis por ciento del universo conocido. El otro noventa y seis por ciento los científicos no saben lo que es por lo que lo han denominado materia oscura o energía oscura, dos conceptos a su vez diferenciados.
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