De Sebastián Piñera no se esperaría que aumentara los impuestos pero “estos no son tiempos normales en Chile”, dice The Economist, el prestigioso medio británico que recoge en sus páginas el debate por el aumento tributario que contempla el plan de reconstrucción del gobierno.
En un artículo titulado “Reconstrucción de Chile: Tiempo de impuestos”, el medio cataloga como un programa “equilibrado” el plan tributario de Piñera y asume que cualquier promesa de campaña hecha sobre “recortes fiscales selectivos” se vio trastocada con el terremoto del 27 de febrero.
The Economist pone en cifras el desastre, al recordar que la reconstrucción le exige a Hacienda cerca de US$8.400 millones. Y añade que la empresa privada sufrió pérdidas, sin seguros, por unos US$6.700 millones.
Según este diario, el empresariado acepta la nueva realidad de alza de impuestos, pero no la recibe alegremente. Precisa que los principales afectados del sector privado con esa alza temporal del 3% serían las sociedades y la industria minera que trabajan en el norte, “curiosamente una de las zonas menos afectadas por el sismo”, expone. Una situación cuyo costo, en caso de reclamar las compañías, sólo puede dar dividendos negativos en imagen, subraya.
Pero el escenario es lo que esta publicación llama "una oportunidad" para que Piñera muestre que también puede ser duro con sus pares empresarios luego de las críticas por no deshacerse de sus inversiones privadas tras las elecciones. Y en otra alusión positiva a la gestión Piñera, señala que “a pesar de las quejas, el plan luce balanceado”.
En la columna se lamenta que el sismo haya ocurrido cuando la economía nacional se estaba recuperando de la recesión y se repara en que el equipo de Piñera pretende no ser recordado solamente por la reconstrucción, sino mantener el compromiso de aumentar el crecimiento en un 6% anual, cifras que llevarían a Chile a ser un país desarrollado de aquí al 2018.
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