Investigadores chilenos fueron parte de un consorcio internacional que secuenció por primera vez el genoma del durazno. El objetivo de la iniciativa es mejorar la calidad de la fruta que actualmente se produce y, además, crear nuevas variedades propias de Chile.
Las uvas y las manzanas son los principales emblemas de las exportaciones agrícolas chilenas. Según un estudio del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, los envíos desde Chile han aumentado un 149% en los últimos ocho años. Pero también brilla con otro producto: el durazno, fruto en que nuestro país es el exportador número uno en el Hemisferio Sur.
Sin embargo, el largo transporte en contenedores frigoríficos deja sus huellas en los duraznos chilenos, los que llegan a destino con textura harinosa debido a las condiciones de traslado. Un fenómeno conocido como "pardeamiento" y que puede significar la pérdida de hasta el 40% de la fruta embarcada. Este es uno de los problemas que podrían ser solucionados gracias a la secuenciación del genoma del durazno.
El proyecto fue desarrollado por un consorcio internacional en el cual participan la Universidad de Carolina del Norte, la Universidad de Nueva York e investigadores de Italia, España y los chilenos Lee Meisel, de la U. Andrés Bello, y Herman Silva, del Núcleo Científico Milenio en Biotecnología y Biología Celular Vegetal.
Luego de tres años de trabajo, los científicos lograron decodificar los 27.852 genes que componen el genoma del durazno lovell. Un mapa genético pequeño, pues sólo contiene 230 mil pares de bases en comparación con los dos billones de pares de bases que forman parte del genoma del maíz.
¿POR QUÉ EL DURAZNO?
Además de sus características comerciales, el durazno fue seleccionado porque pertenece a la familia de las rosáceas y su estructura genética es muy similar al de otras especies, como manzanas, ciruelas, cerezas e incluso árboles como el álamo, por lo tanto, descifrar su genoma ayudaría a conocer más sobre las características genética de estos otros frutos y vegetales.
Pero el objetivo de los investigadores chilenos también es que el genoma sea útil para la industria agrícola local. "La idea es apoyar con herramientas al programa de mejoramiento del durazno", explica Lee Meisel. Así, este mapa genético permitirá desarrollar manipulaciones genéticas para mejorar aspectos de la fruta como el color, aroma y gusto, además de la textura, afectada por el transporte en frigoríficos.
En la actualidad, Chile no tiene variedades propias de duraznos y las que se cultivan son de procedencia foránea. Por eso, un objetivo a largo plazo del proyecto es desarrollar nuevas variedades de duraznos que sean originarias de Chile. "Ya que está en boga tener alimentos que mejoren la salud humana, se podrían crear variedades con más antioxidantes", ejemplifica Herman Silva.
En la actualidad, los científicos chilenos se encuentran trabajando en la identificación de aquellos genes específicos relacionados con ciertas características del durazno. Su conocimiento será clave para el posterior desarrollo de modificaciones genéticas que mejoren su calidad.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
Chile importa más del 50% de sus necesidades de maíz y soja y el principal proveedor es Argentina donde el 100% de la soja sembrada es transgénica y el 92% del maíz. El segundo proveedor es Estados Unidos en que un porcentaje superior al 90% de éstos, son transgénicos. Que triste realidad de Chile, su población no le queda otra que ingerir OMGs.
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