Frío, heladas y temperaturas matinales bajo cero en los últimos días son la campanillada de alerta en las regiones afectadas por el terremoto. Se viene un invierno que puede resultar especialmente duro para las cerca de 10 mil personas que aún habitan en las 3.096 carpas catastradas hasta comienzos de esta semana.
Para atender a ese grupo particular de damnificados, el gobierno habilitará una treintena de albergues, en los cuales las familias tendrán la posibilidad de contar con techo, abrigo y alimentación gratuita. Ya hay 15 instalados y se espera duplicar la cantidad entre las regiones V y VIII, con especial énfasis en esta última, donde quedan cerca de 2.000 carpas.
Este plan focalizado tiene un carácter voluntario y, según afirman fuentes de gobierno, no afecta la opción de las familias para acceder a una mediagua de emergencia. Lo que se busca es mejorar las condiciones de subsistencia y evitar los efectos de la lluvia y las bajas temperaturas.
Según el catastro oficial, de las 3.096 carpas, hay cerca de mil que son simples carpas de veraneo, otra porción corresponde a precarias instalaciones artesanales ("ranchas") y en menor medida están los albergados en tiendas de campaña, dotadas de impermeabilización y mayor espacio.
Los albergues estarán habilitados en gimnasios, sedes comunitarias y otros inmuebles que dispongan los municipios, con excepción de colegios. La alimentación será proporcionada por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb).
Si bien el criterio es que haya un local como alternativa en cada localidad donde haya familias en carpas (por eso la cifra puede variar), los detalles de la implementación del plan serán afinados hoy, en la reunión que sostendrá el Comité de Emergencia de Interior con los gobernadores de las cinco regiones afectadas. Allí se analizarán aspectos tales como la seguridad dentro de los albergues y la protección de los enseres de quienes decidan pasar de la carpa al hospedaje.
La medida será complementada por el monitoreo en terreno que harán especialistas en salud en dichos campamentos. Tras los chequeos, las personas podrán ser enviadas de inmediato para que reciban atención en consultorios, recibir medicamentos e incluso ser derivadas a los albergues. Asimismo, el Minsal llamó a vacunarse contra la influenza humana a mayores de 65 años, menores de dos años, embarazadas y enfermos crónicos. Hasta ahora, sólo un 29% de este grupo de riesgo se ha inmunizado.
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