Las dificultades económicas han dejado paso en Chile a una intensa lucha entre dos de las familias más poderosas del país por el liderazgo mundial del mercado de celulosa. Empresas Copec, del grupo Angelini, y CMPC, de la familia Matte, han reactivado su estrategia de adquisiciones para expandir sus terrenos y aumentar una producción con la que podrían enfrentarse al mismísimo Fibria, el gigante originado tras la fusión de Aracruz Celulosa y Votorantim. Ambas compañías tienen en común un fuerte flujo de caja para seguir con su política de inversiones en los próximos meses.El negocio de la celulosa en Latinoamérica ha conseguido en los últimos años ganar gran cuota de mercado, especialmente en EEUU y en los países escandinavos, gracias a los menores costos de producción que los que tienen sus competidores.
El último movimiento en este tablero de papel lo ha dado CMPC, con la compra de una planta en el sur de Brasil precisamente a Fibria. Los analistas de Itaú Unibanco consideran que, si la compañía lleva a cabo sus proyectos en esta planta, podría escalar a la segunda posición en el ranking mundial de productores, superando a su competidor Copec.
La planta tiene una capacidad para producir 450.000 toneladas métricas de pulpa y 60.000 toneladas de papel al año. La operación también incluye 212.000 hectáreas de tierra, además de las licencias necesarias para ampliar la planta hasta conseguir una producción de 1,75 millones de toneladas al año. Sin embargo, este plan de expansión no se pondrá en marcha hasta previsiblemente 2015, tal y como ha asegurado el presidente de la compañía, Eliodoro Matte.
Los analistas también saben que el futuro de la firma es prometedor, y en sólo dos días, tanto Santander como Bank of America han subido la recomendación a comprar sobre los títulos de la compañía, que en tan sólo dos sesiones han subido un 8,5% en la Bolsa chilena.
Pero de momento es Copec quien mantiene el liderazgo. Y no lo quiere perder. El Grupo Angellini es bien conocido en el país por el papel que su presidente, el italiano Anacleto Angelini, jugó en el resurgir de la economía local hasta su fallecimiento el pasado 2007.
Además de su liderazgo en la industria pesquera, en 1986 compró Copec, fiduciaria de una red de estaciones de servicio en todo Chile y una de cuyas filiales era la Celulosa Arauco.
La compañía ha realizado en los últimos meses importantes compras de terrenos en Uruguay, en un proceso de asociación con Stora Enso, por valor de 343 millones de dólares. Celco también tiene previsto construir una nueva planta de celulosa que implicaría una inversión de 1.500 millones de dólares, aunque de momento no se ha especificado la fecha concreta del proyecto.
La empresa, que también cuenta con activos en Brasil, estima que la capacidad de producción de Arauco podría alcanzar incluso los 5 millones de toneladas de celulosa al año, lo que significaría que la compañía podría superar a la principal productora del commodity, que actualmente es Fibria, con 4,7 millones de toneladas, según un ranking elaborado por la consultora inglesa Hawkins Wright el pasado mes de julio.
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