Chile afuera de octavos hubiera resultado una crueldad, para Chile mismo y para Bielsa. Para La Roja, porque en un Mundial copioso en gatos pardos -con superávit de músculo ciego y paz de cementerio- fue al frente 255 de los 270 minutos de la ronda clasificatoria. Apenas si se abrazó al tablero en el cuarto final de su partido con España, cuando el 1-2 le servía y Suiza caía en el pozo negro de su tedio. Pero antes, incluso pese a sus imprecisiones, su descontrol y sus errores defensivos, Chile había sacado pecho frente al campeón de Europa y eso sin renunciar en los tramos de marea baja, diez contra once y tres amonestados. Para Bielsa hubiera sido una crueldad porque hablamos de uno de los técnicos más honestos, más comprometidos con su trabajo y más capaces de la historia del fútbol argentino. Y eso, sin olvidar de que en 2002 la Selección se fue del Mundial por un golpe artero del destino pero también por gravitación de su conductor. Pero el fútbol está lleno de entrenadores que pese a un bingo circunstancial no dejan de ser mediocres y entrenadores que pese a sus pifias no dejan de ser estupendos. Y hace rato que Bielsa es parte de ésta galería.
Además, se vuelve oportuno subrayarlo, el avance de la Chile de Bielsa y el avance de la Paraguay de Martino se corresponden con el resonante cartón lleno de las selecciones sudamericanas: ¡cinco de cinco! Mientras la poderosa Europa, por ejemplo, metió seis en octavos, pero de un total de 13.
Ahora sí, al cabo de una jornada con una grata contribución de la señora Justicia (vaya un reconocimiento a la atildada España), pues ahora sí que vengan los días más apasionantes. El Mundial del Mundial.
Artículo original
La Chile de Bielsa y la Paraguay de Martino.
ResponderBorrarNo hay con que darle, los argentinos seguimos dando cátedra de fútbol.
Jeje, sin ningun animo de ofender hermano, sentimos mucho su derrota