El fútbol es tan grande que permite mantener unos principios y dogmas hasta un determinado momento en que se pueden escoger y exponer otros totalmente opuestos sin bajar la mirada y sin que se sonroje el rostro. Algunos de los que criticaron a la selección española tras su derrota ante Suiza, acogieron el triunfo ante Chile con la lógica algarabía. Es lo que tiene hablar sólo en función del resultado. España fue fiel a sí misma, a su estilo inimitable y arrebatador el día en que perdió por culpa de su desgracia en el remate. En el duelo decisivo se pasó 40 minutos corriendo detrás del balón y de las rojas camisetas chilenas, totalmente desnaturalizada, fuera de su entorno de toque y dominio. En ese tiempo de duda, incertidumbre y renuncia marcó dos goles y abrió la ruta hacia Portugal. Esto es fútbol. La mayor alegría llegó cuando España fue menos España que nunca, robando y a la contra.
Chile manejó y aturdió a España, pero se pegó un par de tiros en el pie por sus constantes imprecisiones y pérdidas de balón en defensa, en las que tuvo mucho que ver la esforzada presión de la segunda línea española, y por su excesiva dureza. Fue un equipo que pasó de la agresividad a la violencia y que se cargó de tarjetas. La segunda amarilla a Estrada pareció su condena. A la contra y con presión, sin toque, 2-0 para España. Como dice Bielsa, el fútbol es inabarcable e incomprensible, un enigma dentro de un misterio.
La segunda parte tampoco fue para tirar cohetes y montar una fiesta. El equipo se enteró en el vestuario de que los 10 chilenos habían saltado ya al césped. No sólo eso, habían marcado un gol. Por fortuna, España se recompuso y Del Bosque por fin concedió espacio para el ansiado toque con la entrada de Cesc por Torres. Al menos durante un rato, el bloque de jugones bajitos se entretuvo y aprovechó la inferioridad numérica de los agotados chilenos para meter el partido en el frigorífico y esperar plácidamente el final del partido. El combativo rival dejó de presionar cuando confirmó que el 2-1 en contra bastaba para que pasaran los dos. El armisticio acabó con los nervios.
Una vez pasada la euforia de la clasificación y del regate a Brasil, que sólo aparecería de frente en la final, será mejor anteponer la reflexión a la euforia. Si ante Portugal se juega de la misma forma que ante Chile, lo mejor es preparar las maletas y las vacaciones. Aunque Iniesta y Villa, los mejores, vuelvan a escapar de la mediocridad. Por cierto, mejor que Cesc Fábregas sea titular.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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