Uno de los amigos con los que vi el partido España-Chile exclamó con el pitido final: “Con estos últimos minutos terminan dos años de fútbol de España”. Puede resultar una frase exagerada motivada por la decepción de la puesta en escena de la selección, que jugó, pese al resultado, uno de los peores partidos que se le recuerdan, efectivamente, desde 2008.
Sí, se ganó y se logró el pase a octavos de final como primeros de grupo, pero las conclusiones futbolísticas son, cuanto menos, inquietantes. Por una vez, todas las previsiones leídas y escuchadas sobre un rival, en este caso Chile, respecto a su vitalidad, rapidez, presión y, en general, dificultad como adversario, se cumplieron. Bielsa ha formado algo más que un equipo de fútbol. La fe con la que juegan los chilenos excede la concentración o motivación deportivas. Un exceso de agresividad les cargó de tarjetas y les dejó con diez por expulsión de Estrada cerca del descanso, en una falta involuntaria que compensó los indudables méritos que el chileno ya había coleccionado previamente para irse a la ducha antes de tiempo.
Pero en los cuarenta minutos anteriores, Chile fue mejor que España. Sin crear ocasiones claras de gol, tuvo más la pelota y desquició a los creadores de fútbol de la selección. Marcajes individuales pero mirando lo que sucedía en el juego. Por increíble que parezca, España jugó al contragolpe. Así llegó el primer gol, en una pelota que persiguió Torres y que Villa, que pasaba por allí, recibió franca tras el rechace de Bravo para elevarla a la red con sutileza y precisión. Diez minutos más tarde, Iniesta recuperaba un balón y, de nuevo a la contra, embocaba a gol tras dos buenos apoyos con Torres y Villa.
De ocasión y media, dos goles. Todo lo contrario que ante Suiza y Honduras. La imprevisibilidad del fútbol. España juega de más a menos desde el inicio del Mundial. Puede agarrarse a la clasificación, pero las perspectivas no invitan demasiado al optimismo. Olvídense de la discusión sobre el doble pivote. Bien por indicación de Del Bosque, bien por el desarrollo del partido, lo que España planteó ayer en el medio campo queda fuera de la heterodoxia habitual del equipo. Busquets, Xabi Alonso y Xavi, con los añadidos de Cesc y Javi Martínez en la segunda parte y junto con las subidas de Piqué, formaron una mezcla en la zona ancha cuya densidad resultó insoportable. Cemento armado pero sin secar. Demasiado cerca unos de otros y, visiblemente estáticos, ahogaron el ritmo de la pelota. Siempre de espaldas, no tuvieron la inteligencia o la claridad de moverse, de alejarse del balón para arrastrar a los marcadores chilenos obteniendo así espacios para distraer al rival. Sólo Iniesta, de largo el mejor del equipo, comprendió lo que necesitaba el partido. Se movió entre líneas, cayó a ambas bandas, tocó y profundizó, e incluso presionó más que sus compañeros de demarcación. Ha regresado.
España no atacó ni defendió especialmente bien, pese a la superioridad numérica. Preocupante. Las noticias que llegaban del Suiza-Honduras también clasificaban a Chile para octavos así que el último cuarto de hora fue presidido por la neutralidad. Término generoso para describir un triste final; España primera de grupo con el 2-1, bien cierto que Chile renunciando a salir de su campo también clasificada, pero esos interminables minutos con los defensas españoles pasándose el balón, sin avanzar, esperando el final del partido, particularmente me avergonzaron. Silva durante más de cinco minutos en la banda para un cambio de los de perder el tiempo. No hizo falta. Se perdió en el césped con el balón en juego, mientras las cámaras de tv enfocaban a los espectadores y las gradas. Triste. Si criticamos actitudes similares de Italia o Inglaterra, si dudábamos de que México y Uruguay pactaran un empate, si de verdad aspiramos a jugar la final del Mundial, fue un borrón en el currículum. El estado físico del equipo no parece el idóneo, algo con lo que ya contábamos, temporada larga para la mayoría de los internacionales. Pero la falta de confianza, casi el miedo que mostró ayer el equipo, quizá no preparado mentalmente para una batalla a cara o cruz tan pronto en el desarrollo del torneo, deben superarse. Las eliminatorias y Cristiano Ronaldo esperan, y a partir de aquí ningún equipo va a firmar complacido pactos de no agresión.
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sábado, junio 26, 2010
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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