El impacto de la crisis de la eurozona en Chile

Aún cuando los países latinoamericanos no reciben del todo los efectos del mal momento de la economía europea, se dice que lo peor está por llegar. Conversamos con un economista español quien nos entrega algunas claves de la resistencia que mantiene a los países emergentes.

Las noticias económicas llegadas del Viejo Continente no paran y precisamente no son muy alentadoras. La nueva evaluación entregada por la agencia calificadora Standard & Poor's a Francia, una de las economías que aún mantenían cierta estabilidad crediticia en el continente, hizo bajar un peldaño hasta AA+ y con ello, parte de las esperanzas para comenzar la remontada.

Sobre las implicancias de la situación europea en Latinoamérica, específicamente en Chile, Educación&Postgrados conversó con el consultor financiero, profesor del Barcelona School of Management de la Universidad Pompeu Fabra y académico de la Escuela de Postgrado de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad Diego Portales, Pablo Larraga.

El experto habló sobre las posibles razones de la crisis en España y de cómo la estabilidad económica en Latinoamérica sostiene a los dos grandes de la banca en ese país.

¿Qué se espera sobre las consecuencias de la crisis en Chile y Latinoamérica? ¿Cuáles son las posibilidades de que pueda pasar lo mismo en esta parte del mundo?
En economía al final las cosas se han de simplificar, pues el crecimiento del PIB es la mejor manera de dar a entender que no hay crisis, ni perspectiva de crisis. Las economías emergentes están creciendo y a unas tasas elevadas con una cierta lógica. A pesar de que en Europa estamos en situación de crisis, la renta per cápita de los europeos es notablemente superior de la media de toda Latinoamérica. Esto quiere decir que en Latinoamérica todavía quedan muchas cosas por hacer para conseguir que la ciudadanía alcance un estándar de vida o bienestar similar de los que se ha podido tener en Europa.

Probablemente en Europa, lo que nos ha sucedido, es que el estado de bienestar lo hemos llevado hasta tal punto que nos hemos acomodado excesivamente.

El proceso que se está haciendo en Europa es de reducción de la economía, en el sentido de que la economía ha entrado en porcentajes muy elevados en sectores públicos, un sector público que en muchos casos ha sido ineficiente, y por lo tanto es que lo que se ha detectado es que el gasto público es excesivo.

Lo que están haciendo la mayor parte de los gobierno, en algunos casos por decisión propia o por imperativo legal de la comunidad europea, de Bruselas, es reduzcan ustedes el déficit público, reduzcan el aparato estatal y a partir de allí generemos crecimiento económico.

Por el camino se va a quedar mucha gente, ya que esto genera mucho desempleo y se va a ver un fenómeno que no se había visto en Europa y que es probable que las próximas generaciones vivan peor que sus predecesores. Es probable que mis hijos vivan peor de lo que pude vivir yo y esto es una cosa que no sucedía.

Esto es un fenómeno que se está viendo en Europa y yéndonos a economías emergentes, a Asia y Latinoamérica, esta situación está muy lejana de alcanzar la renta per cápita, que se tiene en media en Europa y, en consecuencia, no veo contagio además porque cada vez la importancia de Europa, del PIB mundial, es cada vez menor.

Estamos viendo como Brasil es potencia mundial en PIB, México crece a tasas elevadas, igual que Chile y que en cierta medida Argentina ha mejorado su situación económica. Pero hay casos como el de Chile, que su comercio exterior está más centrado en países de Latinoamérica, Asía o Estados Unidos que Europa. Por ello al pensar en un contagio, me cuesta encontrar esa vinculación.

Es más, una cosa de por qué le ha ido bien al sector financiero español y a las dos entidades líderes, que son Santander y BBVA, es su fuerte implantación en todo el territorio de Latinoamérica. Más del 60% de su movimiento e ingresos proviene de aquí. Esto quiere decir, que para los dos bancos más grandes de España, la importancia de una crisis es relativamente mitigable, gracias a que Santander no es un banco español, ya que el porcentaje es relativamente pequeño.

Desde este punto de vista, esto bancos implantados en Latinoamérica, en consecuencia, van a funcionar de manera correcta, mucho más en función de la actividad de la función que realizan en esos países, que no en función de lo que tendrían en la matriz España.

¿Cuál es el escenario actual entre Chile y Europa?
Si la recesión es de recorrido corto y además poco intensa, no lo vería como un factor preocupante. En el caso concreto de España, parece ser que en el último trimestre del año, el PIB ha caído, pero en cambio las exportaciones han crecido lo que significa que en este caso no debiera significar mucho.

Las recomendaciones que se dieron a Chile por la crisis hablan acerca de la flexibilización laboral, ¿qué tan distintas son estas medidas con respecto a las que se toman en el bloque europeo?
De hecho Europa, desde el punto de vista de la política laboral, no es homogénea. En el caso concreto español, se hizo una reforma laboral hace prácticamente año y medio o dos años y no ha dado buenos resultados y el gobierno que hemos estrenado hace poco más de un mes, ha dado un ultimátum a sindicatos y patronal, para que se pongan de acuerdo en cómo diseñar la reforma laboral. La llegada de la democracia en España, lo que hizo fue fomentar actores muy proteccionistas hacia la ciudadanía y hacia los trabajadores. Esto quiere decir que si una persona que en España se despide, puede tener una indemnización de 45 días, por año trabajado, con un tope de 20 años. Por lo tanto esto es un factor que asusta a un empresario.

En este sentido las medidas en concreto en España también van por el lado de la flexibilización laboral, quiere decir, pérdida de derechos laborales por parte de los trabajadores. Esto no gusta, pero la otra reflexión es tener trabajo o no tenerlo. En España hay cinco millones de parados, seguramente es mejor tener un trabajo con una cierta precariedad a diferencia que en Alemania, donde se dan datos de parados relativamente falseados, ya que hay muchas personas que tienen contratos a tiempo parcial que permite que personas trabajen cuatro horas, pero al fin y al cabo, tienen trabajo. Pareciera que la idea es por la flexibilización y pérdida de derechos laborales, con reformas laborales.

¿Cómo ven a Chile en España?
La sensación que siempre me ha dado con la economía chilena, incluso en épocas en que muchas de las economías latinoamericanas tenían dificultades, es que Chile mantenía estándares holgadamente mejores que la media y la prueba de ello es que siempre ha tenido el mejor rating de Latinoamérica. Antes he dicho que las empresas de rating no se les da mucha importancia, pero en cualquier caso es cierto que en el contexto de Latinoamérica, ha sido el mejor. Quizás en otras épocas podríamos haber dicho que era la economía americana más europizada, lo que hubiese sido un halago, pero hoy no se puede decir eso.

Chile no es un país que esté permanentemente en la prensa española, pero en general, quienes siguen la economía mundial, quienes siguen los mercados financieros, la percepción de la economía chilena, históricamente ha sido buena, pero en estos momentos, lo es más todavía, entre otras cosas porque plantean que de un crecimiento el año pasado de un seis por ciento, la previsión para este será de un 4 por ciento, y pues, son crecimientos envidiables.

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