Además de los US$ 250 millones que se fijó, inicialmente, por la pérdida de 125 millones de litros de vino, se sumarán US$ 160 millones, que deberán desembolsar los viñateros para reponer el producto desechado e infraestructura dañada, más lo que tendrán que adquirir en barricas, lo que hace un total de US$ 430 millones en pérdidas.
Según explicó el presidente de Vinos de Chile, René Merino, esta cifra no tendrá un impacto significativo en la industria, "ya que la gran mayoría de las viñas cuentan con seguros".
Explicó que más del "90% de la industria saldrá bien parada de esto. No obstante, habrá un porcentaje menor que tendrá problemas, porque no tuvo la precaución ante las contingencias".
En este balance, dijo, aún no están estimados los daños en las oficinas y área turística de las viñas.
Merino enfatizó que, tras el sismo, lo primordial será potenciar la imagen del sector en el exterior, ya que "si promovemos más, vendemos más y generamos beneficios a toda la cadena", dijo.
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