Piñera afirma que la tragedia "lejos de debilitarnos, nos va a fortalecer"
Después de una caída del PIB del -1,7% en 2009, la economía chilena se encontraba en condiciones de apretar el acelerador a fondo este año. Al margen del resultado de las elecciones de enero, que dejaron la presidencia de la república en manos del candidato de la derecha, el empresario Sebastián Piñera, cuarta fortuna del país con un patrimonio de 2.200 millones de dólares y que asumió esta semana el poder, estaban todas las condiciones dadas para crecer. Una macroeconomía sana, finanzas públicas sólidas, proyectos de inversión, nuevas oportunidades para las exportaciones con la incorporación de Chile a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). El manejo de la crisis financiera global era considerado ejemplar y destacado a nivel mundial. Las previsiones anticipaban un 5,5% de expansión del PIB en 2010.
El equipo económico de Piñera estaba listo para encarar las principales promesas de campaña, la creación de un millón de empleos y un crecimiento del 6% anual, metas muy ambiciosas e irrealizables, según su oposición, la coalición de centro-izquierda que gobernó el país durante 20 años y cuatro presidencias consecutivas, desde el término de la dictadura del general Augusto Pinochet en 1990. Pero el terremoto y el tsunami del sábado 27 de febrero, que estremecieron la zona centro-sur del país, donde habita el 80% de la población, y dejaron 500 muertos y un número no determinado de desaparecidos, modificaron el escenario.
Tras la destrucción de todo tipo de infraestructuras de transporte y servicio público, la paralización de empresas y comercio en las regiones más afectadas y el saqueo en algunas ciudades, las estimaciones elevaron a 30.000 millones de dólares el impacto del terremoto. La encuesta de expectativas económicas del Banco Central rebajó entre un punto y punto y medio sus previsiones de crecimiento del PIB en 2010 hasta el 4,5%. El propio Piñera, economista de profesión, anticipó un impacto negativo en el PIB en los siguientes meses.
También se anticipa un mayor desempleo en las regiones más afectadas, donde cientos de empresas están todavía semiparalizadas o en labores de reconstrucción. En la región del Bío Bío, una de las más afectadas por el terremoto y donde hubo más saqueos, el desempleo supera el 10%, sobre el promedio nacional de 8,7% y existen 20.000 puestos de trabajo en riesgo en la industria pesquera, astilleros, celulosas y otros sectores.
El mercado espera, además, un aumento leve de precios, pero la economía tiene holgura para soportarlo, y en el primer bimestre la inflación es del 0,8%. Además del efecto del mayor precio internacional del petróleo se prevén alzas en alimentos y transportes.
El terremoto y el tsunami también condicionarán el programa económico de Piñera. El nuevo ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, admitió poco después de asumir el cargo que su programa exigía celeridad, "pero antes de marchar rápido hay que levantarnos". Las metas que antes de la tragedia parecían casi imposibles, hoy son más todavía más complejas de lograr. El mensaje económico de la nueva Administración hoy ha girado hacia la necesidad de reconstruir sin dejar de cumplir el programa.
Para financiar las necesidades de reconstrucción, el Gobierno prepara un proyecto de ley de reasignación de las partidas presupuestarias, que permitirá concentrar recursos en las áreas prioritarias, y otro para facilitar las donaciones de empresas privadas. Piñera ya ha pedido a sus ministros diagnósticos sectoriales para preparar los proyectos que enviará al Parlamento.
Parte de la financiación será exterior. El Banco Interamericano de Desarrollo acaba de aprobar un crédito por 200 millones de dólares y hay en carpeta apoyo a proyectos por un monto similar. Lo que no aparece en el horizonte por ahora es un alza de impuestos, que recaería sobre una población que sufre los efectos del desastre. A cambio, el Gobierno apela a la austeridad en el gasto público. El jefe del nuevo equipo económico, doctor en Economía en Harvard, Felipe Larraín, afirmó que harán su "mejor esfuerzo para poder ahorrar en distintos ítems del presupuesto para ir en ayuda de la gente que más lo necesita".
La reconstrucción será la tarea que ocupará la mayor parte de los cuatro años de gobierno de Piñera. En el primer discurso desde los balcones del palacio de La Moneda, Piñera aseguró que la tragedia "nos va a fortalecer". "Si antes dijimos que íbamos a hacer las cosas bien, ahora las haremos mucho mejor, si antes dijimos que íbamos a estar cerca de la gente, hoy sus dolores y esperanzas serán nuestros dolores y nuestras esperanzas", sostuvo. "A los chilenos nada nos ha sido regalado y todo lo hemos conquistado con coraje, esfuerzo y mucha voluntad", afirmó.
Experiencia en catástrofes
Chile es un país con una nutrida historia de terremotos y, por tanto, con experiencia también en la reconstrucción. Tras el terremoto de Chillán en 1939, que dejó miles de muertos, la creación de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) impulsó el desarrollo industrial. La interrogante es cuánto protagonismo dará el Gobierno al Estado y al sector privado en la reconstrucción, la principal tarea que tiene Chile por delante ahora que celebra el bicentenario de vida independiente.
La ministra de Economía de Francia, Christine Lagarde, de visita en el país, sostuvo en una entrevista que lo más que le ha impresionado es la decisión del equipo económico de "transformar esta catástrofe en una oportunidad y utilizar la reconstrucción y los programas de apoyo económico como una plataforma para el desarrollo económico del país". El Gobierno quiere que se restablezca la normalidad productiva en 60 días, pero, dada la magnitud de la tarea, Piñera ha llamado a la unidad del país. La oposición, todavía convaleciente de la derrota, ha asegurado que apoyará las medidas y propondrá iniciativas.
La primera medida económica de Piñera fue anunciar en Constitución -una ciudad muy dañada por el terremoto y el tsunami- el envío de un proyecto de ley para entregar un bono en marzo equivalente a 57 euros, que beneficiará a 4,2 millones de familias, un cuarto de la población, de menores ingresos. El bono era una promesa de campaña que se transformó ahora en un pequeño paliativo ante el gran seísmo. -
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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