No serían US$ 30 mil millones (20% del PIB) las pérdidas que provocó al país el terremoto del 27 de febrero, como lo ha estimado el gobierno. Ni siquiera la mitad de eso, sino como máximo unos US$ 8.000 millones, es decir, el 5% del PIB del país o el 10% de toda la zona más golpeada.
Así lo señala un estudio del director de estrategia de IM Trust, Matías Braun, y que coincide con lo señalado por otros expertos privados, en cuanto a que la cifra final sería inferior a la que baraja la autoridad. "Sólo si toda la carretera Panamericana se hubiese destruido, y además todos los hospitales, todos los malls y los autos que se venden en el año en Chile, junto a los inventarios de todos los supermercados y el 10% de todas las casas de país, sólo así podríamos llegar a la cifra entregada por el gobierno", señala el ingeniero comercial de la UC y doctor en Economía de Harvard.
¿Cómo la autoridad llegó entonces a una cifra tan abultada? Braun cree que esas proyecciones pueden responder al temor del primer del momento, o a la estimación de pérdidas como porcentaje del PIB que tuvieron distintos países ante catástrofes de envergadura parecida. También los US$ 30 mil millones pueden provenir de multiplicar por tres los daños y secuelas que dejó a Chile el sismo de 1985, que equivalieron al 6,5% del PIB de ese año.
Pero aún así, la cifra es demasiado grande, piensa el socio de IM Trust. Esto, porque se estima que el terromoto y tsunami ocurrido en Asia en 2004, que fue de 9,1 grados en la escala de Richter, costó US$ 10 mil millones -según cálculos de la aseguradora Munich-Re- aunque afectó a cinco millones de personas en 10 países y mató a otras 230 mil.
Si las pérdidas fueran US$ 8 mil millones, como plantea el informe de Braun, unos US$ 2.500 millones corresponderían a daños en infraestructura habitacional. Esta cifra incluye perjuicios en 125 mil hogares, el 11% de la zona más afectada y 450 mil personas, así como 125 edificios de Concepción caídos. En infraestructura, las pérdidas sumarían US$ 2 mil millones y otros US$ 1.500 millones en edificación comercial e industrial.
El socio y director de estrategia de IM Trust estima que de los US$ 8 mil millones, el 30% lo tiene que financiar el Fisco directamente y el resto corresponde a privados, aunque éstos contarían con ayuda del Estado a través de transferencias -subsidios, bonos- que calcula en US$ 1.500 millones. "De lo destruido, el 30% es del Fisco, pero el Fisco, además, coloca 20% para ayudar a los privados", dice Braun, lo que sumaría unos US$ 4 mil millones.
Efecto en la economía
Braun también evalúa el impacto en la economía. "El terremoto es una pérdida neta de riqueza, somos más pobres ahora", resume el experto. Y además afectará el crecimiento de la economía. Así, si se preveía un crecimiento de 4,5% en el primer semestre de este año, por efecto del sismo tal expansión será de sólo 2%. Sin embargo, a partir de la segunda mitad del año podremos ver un efecto "positivo", por la reconstrucción. El PIB crecerá un punto más por semestre hasta fines del 2011, dice. La inflación "con terremoto" será más alta que antes de la catástrofe: pasará de 2,8% a sobre 4,5%. Luego volverán los precios a la normalidad, anticipa.
En definitiva, Braun concluye que los efectos económicos del sismo son "bastante menores de lo que se piensa, porque las pérdidas son relativamete pequeñas, la reconstrucción mitiga los efectos en crecimiento y el impacto en precios es transitorio". En términos financieros, prevé un empinamiento de las curvas de rendimiento de las tasas reales y nominales y un pequeño efecto a la baja en el dólar.
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