Sismólogos del USGS ahora ponen atención en el norte de Chile

Los geofísicos explicaron que en esta zona no se produce un sismo de gran magnitud hace más de 100 años, por lo que –aunque no se puede predecir cuándo- la comunidad científica espera que se registre uno tal como el del sur y llaman a estar preparados.

Apenas supieron del terremoto de magnitud 8,8 Richter en Chile, los expertos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) se trasladaron a nuestro país para estudiar el fenómeno. Se trata de Walter Mooney y Kristian Berger, quienes tras recorrer la zona afectada, no sólo recomiendan no volver a construir en los lugares arrasados por el tsunami, sino que también llamaron a los habitantes del norte –sin ánimo de alarmarlos- a prepararse para la eventualidad un movimiento telúrico de gran magnitud.

La fecha, obviamente no se puede adelantar ni predecir, pero según explicó Mooney, el último sismo de gran magnitud en esta área fue en 1835, tiempo suficiente como para que la tierra se vuelva a remecer.

“En el norte de Chile hay una porción donde ya han pasado más de 100 años de un gran terremoto, por tanto, ahí las personas sí necesitan estar preparadas”, explicó el sismólogo y geofísico norteamericano.

Por ello, llamó a las autoridades a replantear las normas de construcción y el uso del suelo. “Lamentablemente no podemos decir cuando ocurrirá, de modo que tenemos que prepararnos ante un terremoto o tsunami”, puntualizó.

De todas formas, tras recorrer la zona devastada por el violento movimiento telúrico del 27 de febrero, los expertos destacaron la reacción de la población, lo que evitó que ocurrieran más muertes en “uno de los eventos sísmicos más increíbles que hemos vivido”.

Según sus análisis, las olas del tsunami alcanzaron hasta 10 metros de altura en algunas playas y la placa tectónica se movió 12,5 metros, provocando algunos cambios en la geografía. Uno de los puntos en que se aprecian con mayor claridad los efectos del terremoto es la Isla Santa María, que se elevó por cerca de dos metros.

Y aunque Mooney y Berger destacaron la normativa de edificación, modificada a raíz de los sismos de 1960 y 1985, indican que de todas formas se deben reevaluar. “Es importante que los científicos estudien para ver si necesitan mejorar las normas de construcción, es necesario revisarlas, volver a mirar para ver si son suficientes”.

Por lo pronto, la recomendación es que en los lugares destruidos por el tsunami, no se vuelva a levantar viviendas, ya que el riesgo de que un fenómeno así se repita, es latente. “Todo el mundo vendrá a Chile a mirar esta información (…) el terremoto aquí en Chile es uno de los mayores registrados. Algunos edificios han tenido movimientos que no se habían visto nunca a esta escala y todo el planeta va a estar mirando la respuesta de los daños de los edificios para ver si las normas son eficientes o no y los científicos vamos a aprender mucho de lo que ha ocurrido aquí”, dice el experto.

De todos modos, Walter Mooney afirma que en sus más de 35 años de experiencia profesional recorriendo distintos lugares del mundo en movimiento, ha aprendido que “la tierra está en control y nosotros podemos seguirla. No podemos tratar de controlarla, de modo que tenemos que aprender a vivir con la tierra como es”.

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