La Cancillería y el Nuevo Gobierno

A medida que se aproxima la fecha de las elecciones, los candidatos ponen sobre la mesa toda clase de ofertas y promesas para atraer a cualquier indeciso que pueda todavía andar volando. Dentro de éstas, cabe destacar lo señalado por Sebastián Piñera con respecto de la Cancillería y el Servicio Exterior.

En los últimos veinte años, la Concertación ha prometido modernizarlos en repetidas oportunidades, sin que ésto se haya materializado. Es cierto que hoy un número importante de funcionarios puede alcanzar el grado de embajador, aunque todavía por mandato constitucional sujeto a la “confianza” del Presidente de la República. No obstante, esto les permite culminar la carrera llegando a un lugar que hasta hace poco estaba reservado exclusivamente para nombramientos políticos.

Pero la “modernización” de la Cancillería va más allá de asegurar cupos de embajador para los funcionarios de carrera, y que estos no tengan que renunciar a ella para ocuparlos, como sucede actualmente. El país necesita un Servicio Exterior de primera categoría en cuanto a su rigurosa selección y formación académica que, además de las disciplinas propias de la especialidad, incluya el dominio de, al menos, dos idiomas extranjeros y que esté dotado de los recursos materiales y económicos necesarios.

Para atraer a la carrera diplomática a los jovenes profesionales calificados que se requieren, es indispensable complementar su vocación con incentivos que se equiparen a los que ofrecen otras actividades. Esto implica, además de remuneraciones competitivas, una carrera fluida, transparente y apolítica, en la que impere el mérito y no la militancia partidaria.

Chile está muy lejos de tener la diplomacia profesional que necesita para incursionar con éxito en el mundo globalizado, donde la presencia política, la competencia por los mercados y las inversiones es cada vez más dura y de la cual depende nuestro futuro. Por eso, resulta alentador escuchar del candidato de la Coalición por el Cambio que la modernización de la Cancillería será una tarea prioritaria de su administración.

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