Nuevamente comenzó el fuego cruzado por el acceso a los recursos pesqueros, ad portas de la reunión del 12 de agosto en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC). De acuerdo a Lota Protein, la valorización de las cuotas pesqueras nacionales para un horizonte de 10 años fluctúa entre US$1.300 millones y US$1.700 millones, mientras que a 25 años, se mueve entre US$2.200 millones y US$2.800 millones, tomando como referencia las asignaciones del 2009. Así, si es que se efectuara el mecanismo de subasta que proponen, dichos montos podrían utilizarse de diversas maneras, lo que hoy no puede realizarse.
Además, la firma esgrimió que licitar las cuotas no es un acto inconstitucional, ya que dicho cambio no sería una expropiación, pues ello se daría en el caso de que hubiera propiedad susceptible de ser expropiada, cuyo sacrificio demanda el pago de indemnización. Cosa que no existe, según la empresa. Al mismo tiempo, el mencionado proceso tendría carácter gradual, no contraviniendo la legalidad, que impide cambios regulatorios abruptos y radicales.
Gremios
A renglón seguido, Asipes reiteró su rechazo a las subastas, arguyendo que no existen problemas de competencia en la industria. “Si fuese así, uno debiera observar compañías, especialmente las con mayores cuotas, ‘desviando’ venta desde el mercado local hacia el internacional con la idea de levantar los precios de los productos finales en el mercado local (fijados a nivel internacional). Simultáneamente uno debiera observar a las compañías con pocas cuotas, como Lota Protein, vendiendo todo o prácticamente todo en el mercado local”. Acto que no ocurriría.
De paso, en Asipes agregan que “cualquier regulación futura deberá tener en cuenta los derechos de propiedad constituidos sobre las autorizaciones de pesca y sus atributos esenciales, protegidos en la Constitución”.
En Sonapesca esgrimieron que las licitaciones sumarían dificultades al sector, ya que “los derechos susceptibles a ser subastados están siendo explotados por compañías que tienen activos hundidos. En consecuencia, éstas estarán dispuestas a ofertar por el recurso algo más por la porción de los costos hundidos necesarios para su explotación. En definitiva, se trata de una subasta que puede adquirir ribetes expropiatorios para los tenedores”.
Propuesta
La Fiscalía Nacional Económica, en tanto, mostró nuevamente su posición. Esta vez, aparte de subrayar que las cuotas deben tener la mayor duración posible –incluso perpetuándolas–, señaló que “el mecanismo más poderoso para mejorar los precios y disminuir los costos de transacción, de acuerdo a la experiencia internacional, es la creación de un sistema de registro de transacciones que funciona de manera similar al de una bolsa electrónica de cuotas, lo cual permitiría tener un mercado secundario profundo”.
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