Los llamados deportes blancos se han instalado fuertemente en la cultura chilena, puesto que los atributos y bellezas naturales de nuestro país hacen cada vez más fácil el acceso a estas actividades. Los deportes más practicados son el esquí y el snowboard, aunque lentamente se ha comenzado a masificar el esquí de fondo, de montaña y de travesía.
Estos deportes pueden ser practicados por niños, jóvenes y adultos, sin embargo, hacerlo sin las debidas precauciones puede conllevar serias lesiones, lo que puede ser habitual en nuestro país, ya que las estadísticas establecen que 9 de cada 10 personas en Chile es sedentaria y no se ejercita antes de realizar una determinada actividad física.
Raúl Urbina, kinesiólogo y profesor de la Escuela de Pedagogía en Educación Física, Deportes y Recreación de la Universidad Mayor, explicó que las lesiones que más se pueden encontrar por este tipo de deportes son las que afectan al aparato locomotor. “Los problemas que se dan con mayor frecuencia afectan las articulaciones de la rodilla (esguinces) y el hombro (fracturas, luxaciones). En menor cuantía, pero no menos graves, se encuentran las que afectan el tronco (lesiones vertebrales), la cabeza y la cara (cortes, quemaduras)” informó.
Raúl Urbina agregó que son muchos los factores que pueden aumentar el riesgo potencial de sufrir lesiones, que generalmente se asocian a una condición física deficiente producto de una inadecuada resistencia aeróbica, fuerza muscular y flexibilidad, a una falta de control corporal y escasa preparación técnica deportiva, un equipo en mal estado y una imprudencia en la toma de decisiones, asociando esto último a la velocidad, los saltos y las piruetas que se realizan.
Las buenas noticias son que los factores de riesgo pueden disminuirse si se toman las precauciones personales y técnicas adecuadas, dentro de las que, el docente de la Universidad Mayor, destacó:
- la elección correcta del equipo (esquí, snowboard).
- el uso de casco, sobre todo para los niños y personas inexpertas.
- ropa adecuada que cumpla con los criterios técnicos para evitar posibles hipotermias.
- consejería en la elección de canchas.
- alimentación adecuada e hidratación durante la jornada.
- uso de lentes o antiparras para evitar lesiones oculares.
- durante la práctica deportiva no estar bajo los efectos del alcohol o drogas.
- aprendizaje de técnicas con profesores e instructores competentes.
Pero quizás uno de los factores más importantes es poseer una buena condición física lo que se traduce en una musculatura capaz de soportar la práctica sin agotamiento o fatiga, de proteger y estabilizar nuestras articulaciones en las posibles caídas y de responder coordinadamente a cada uno de los movimientos que implica la práctica deportiva, evitando así la aparición de lesiones que muchas veces empañan el disfrute que aportan estos extraordinarios deportes.
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