Al pisar el primer escalón se produce el impacto. Algunos dan saltitos en el peldaño o suben a brincos, otros sólo ríen y suben rápido, y hay unos pocos que improvisan coreografías musicales. Quienes no se percatan de su existencia en primera instancia y han subido por la escalera mecánica, deciden bajar a probar la novedosa iniciativa.
Se trata de la escalera musical ubicada en la estación del Metro Quinta Normal, una intervención urbana de la marca privada Bonella, que se asoció con la empresa estatal y con la Fundación Salud y Corazón de la Sociedad Chilena de Cardiología (Sochicar).
Los 14 peldaños que componen este "piano gigante" han logrado que cientos de personas dejen de usar la escalera mecánica y comiencen a usar la fija. Antes de habilitar la instalación urbana -una obra que replica una iniciativa probada en Suecia-, los organizadores contabilizaron que, en un período de tres horas, de 1.426 personas que salieron de la estación del tren subterráneo, sólo 88 subían por la escalera fija.
Hace una semana, con la escalera musical en funcionamiento, se realizó un nuevo conteo: de un total de 1.380 personas, 371 usaron la escalera fija, lo que revela que se cuadriplicó el uso por la instalación.
Según cuenta Sebastián García del Postigo, brand manager de Bonella, "nos inspiramos en un video que nos llegó por YouTube de una escalera musical que se hizo en Estocolmo (...). Nos juntamos con Metro, porque en términos de impacto en la gente podría ser mucho más".
El mecanismo se activa con un peso sobre 20 kilos y resiste a muchas personas al mismo tiempo.
García explica que esta idea se puede repetir en el año, pero depende del éxito que tenga y la recepción en los usuarios de Metro, "aunque hasta hora ha sido super bueno".
Para el doctor Jorge Bertolucci, presidente de la fundación, esta idea ayuda a disminuir el sedentarismo, lo que "es muy importante para la prevención de las enfermedades cardiovasculares, porque Chile tiene el triste privilegio de ser la primera causa de mortalidad". Al año, mueren 14 mil personas por este motivo.
El proyecto tiene, además, otra externalidad positiva y es que despeja las escaleras mecánicas para las personas que más lo necesitan; por ejemplo, los discapacitados.
Además de Suecia, la iniciativa se ha hecho en Barcelona y en un centro comercial inglés, donde se triplicó el uso de las escaleras fijas.
Artículo original
No hay comentarios.:
Publicar un comentario