De visita a Argentina, donde hoy verá a empresarios chilenos con inversiones aquí, De Vicente alentó, sin embargo, mejores lazos con la región y con Argentina en particular. "Podríamos avanzar -dijo- con encadenamiento productivos, ventas de materias primas o bienes intermedios argentinos a Chile para terminar de ensamblarlos en nuestro país, hasta donde exijan las normas de origen de nuestros TLC, y exportar a Asia, el mercado con más potencial para los próximos años". Hay, indicó, "mucho potencial. Fíjese que Chile comercia con Francia, que está a 25 días de barco, prácticamente lo mismo que con Argentina, que está a un día de camión".
Chile, en efecto, aumentó notoriamente sus exportaciones a Oriente y tiene allí una fuerte apuesta.
"Nuestro sello en ProChile será consolidar y mejorar lo hecho y recuperar la mística que alguna vez tuvo nuestra agencia y perdió en los últimos años", señaló.
De Vicente viene de la actividad privada, como gran parte del gabinete de Piñera --él mismo un empresario--, y sostuvo que trabajará enfatizando en servicios más que en bienes ("por ejemplo ingeniería, turismo e inversiones"), pymes, capacitar a agregados comerciales en embajadas, agilizar trámites burocráticos para exportar. También en analizar cómo afectan al comercio la sustentabilidad y la "huella carbono" -un certificado que mide las emisiones de gases de efecto invernadero en toda la cadena de producción de bienes y su transporte comercial final-, dos temas de creciente preocupación por el cambio climático.
El reciente terremoto reorientó el presupuesto nacional y ProChile ajustó en 12% el suyo. "Con todo lo malo (golpeó mucho al sector pesquero, no así el sector exportador de vinos), un efecto positivo fue la visibilidad lograda por nuestro sector de ingeniería. Muchos países repararon en esa actividad que el año pasado ya nos generó una facturación de US$ 420 millones en exportación y ahora esperamos incrementar", dijo De Vicente.
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