Si asociamos las 500 empresas más grandes de América Latina con una gran flota de camiones que avanzan a alta velocidad en la misma dirección, 2008 sería el año en que todas ellas tuvieron que pisar el freno y poner marcha atrás. No se trata de una imagen literaria sin sentido. El año pasado fue la primera vez desde 2002 que la suma en dólares de las ventas de las 500 mayores empresas de América Latina cayó en relación al año anterior. En 2008, el volumen total de ingresos retrocedió en 3,7%, un frenazo que se hace aún más brusco si se compara con la expansión de 23,7% obtenida en 2007.
No sólo eso. Esta es la primera vez también desde 2002 que la empresa N° 500 en el listado tiene ventas inferiores a la N° 500 del año anterior. A su vez, Colombiana de Comercio se colgaba en la última posición de este listado con US$ 821,8 millones en ventas durante 2007; en 2008 Farmacias Benavides (México) accedió al último cupo con una venta anual de US$ 719 millones.
A eso se suma que por primera vez desde 2002 bajó la cantidad de empresas que están por sobre la barrera psicológica de los US$ 1.000 millones (de las 437 que hubo el año pasado a las 419 de este año).
Así que es oficial: 2008 fue el año que puso fin al más exitoso período de expansión de las grandes corporaciones latinoamericanas, cuyas ventas pasaron de US$ 831.572 millones en 2001 a US$ 1,9 billón (sí, casi dos de esos billones de 12 ceros) en 2007.
El retroceso de la flota tiene una causa que no es misterio: la crisis económica global. Ésta tuvo impacto directo en las 500 a través de una fuerte contracción del comercio mundial, una profunda caída en el precio de los commodities y una desvalorización generalizada de las monedas domésticas frente a la divisa de referencia para este estudio: el dólar estadounidense.
En el caso de los camiones que transportaban materias primas -los que venían siendo los más grandes y dinámicos de la flota- la pista se puso pesada de manera repentina. En julio del año pasado, los precios del cobre, el aluminio, la soja, el trigo, el petróleo y la celulosa estaban en máximos históricos, y sólo un mes después tuvieron que entrar a una pronunciada pendiente hacia abajo.
La escasez de divisa, la otra gran jaqueca de 2008, afectó a una buena parte de las 500 mayores compañías de América Latina. El factor cambiario fue especialmente fuerte en las dos principales economías de la región y que son las que aportan más empresas al ranking. En Brasil, por ejemplo, el dólar pasó de cotizarse en 1,76 reales el 31 de diciembre de 2007 a 2,41 reales en igual fecha de 2008, lo que significa un aumento de 37,1% en un año. En México el alza en el precio de la divisa también fue alto (25,1%), al igual que en Chile (26,9%).
En cambio, la depreciación del dólar fue moderada en Uruguay, Colombia, Costa Rica y Argentina -entre 12,5% y 9,3%- mientras que en Perú y Paraguay se observaron las menores devaluaciones: 4,7% y 4,2%, respectivamente.
El petróleo a la cabeza. Pese a los cambios globales, la parte alta del ranking sigue siendo dominada por las tres grandes petroleras de la región que lo han liderado en todas las ediciones de este estudio: la mexicana Pemex, la brasileña Petrobras y la venezolana PDVSA. En el caso de esta última empresa, recomendamos mirar sus números con cuidado. Aunque las cifras oficiales de la compañía indican que sus ingresos en dólares se incrementaron en 30,1% en 2008, hay que recordar que esto está calculado a partir del tipo de cambio oficial del bolívar -que está fijo en 2,14 por dólar, muy por arriba del cambio real que hay en la economía. Además, hay cuestionamientos bastante sólidos a la contabilidad de la compañía, especialmente en lo que se refiere a la certificación de sus niveles de producción y a la valoración de los subsidios que la empresa hace al vender combustibles en el mercado interno y a países amigos (ver Mundos paralelos) . Volviendo a la metáfora de la flota de camiones, lo que pasó en términos reales no fue que PDVSA anduviera más rápido que sus pares petroleras de Brasil y México, sino que tenía malo el tacómetro. Por ello, aunque incluimos a la compañía venezolana en el ranking general para mantener la referencia, no fue considerada en los subrankings y análisis de esta edición.
No obstante, la pelea más interesante ahora está entre Petrobras y Pemex por convertirse en la empresa más grande de América Latina. Dependiendo del tipo de cambio utilizado para hacer la comparación, algunos analistas dicen que la brasileña consiguió ventas superiores a la mexicana en 2008. Pero al usar el valor del dólar relevante para este estudio (el del último día del año anterior, tal como se específica en la metodología de la página 171), la atribulada petrolera mexicana aún supera -por muy poco- a la brasileña.
Pero esa es sólo una de las historias que hay detrás de este ranking. Y es que volviendo a la alegoría vial, se puede decir que 2008 se presentó como una pista que superó las capacidades de algunos de los camiones, permitiendo el ingreso de otros mejor preparados.
Los acoplados brasileños siguen imperando en la ruta. Es más, sumaron una nueva máquina a la flota, llegando a 212 en 2008. Sin embargo, bajaron la velocidad, pues el conjunto de sus ventas descendió de US$ 825.000 millones en 2007 a US $ 746.800 millones en 2008 (-9,5%).
Por su dependencia con Estados Unidos, el epicentro de la crisis, el conjunto mexicano se vio resentido, pues debió resignar la baja de ocho camiones, quedando sólo 126 en la ruta, lo que en términos de ventas significa que los US$ 588.000 millones de 2008 representan una caída de 8,9% en relación al año anterior.
Quienes aprovecharon la debilidad mexicana fueron seis camiones peruanos y cinco chilenos que se subieron al pelotón, ampliando estos conjuntos nacionales a 21 y 60 máquinas respectivamente, lo que permitió a ambos países subir su velocidad promedio (crecimiento en ventas) en 11% en el caso de Perú y 3,8% en el de Chile.
En cuanto a los camiones argentinos, estos subieron en velocidad (9,1%), sumando ventas por US$ 117.500 millones. Pero tuvo una baja, con lo que llegó a 35 camiones. Algo parecido pasó con los colombianos, que aumentaron sus ventas en 1,5%, llegando a US$ 59.400 millones en 2008, pero redujeron su participación en el ranking con tres bajas, con lo que aportan a la flota sólo 28 camiones.
Camiones sectoriales. El sector comercio, que en 2008 totalizó ventas por US$ 187.500 millones, mostró un retroceso de 4,7%. La crisis financiera tuvo un impacto fuerte en el consumo y mucho de lo que se avanzó en la cobertura de crédito en años anteriores, se retrocedió en 2008. No obstante, hubo empresas del retail que lograron de todos modos resultados destacados. Es el caso, por ejemplo, de las chilenas Cencosud y Falabella, que incrementaron su presencia regional durante 2008, así como las operaciones de la francesa Carrefour en Argentina y Brasil.
Más dramático fueron los casos de los sectores telecomunicaciones, y bebidas/licores, los que cayeron 12,8% y 13,9% respectivamente, alcanzando ventas totales por US$ 148.200 millones, en el caso de telecomunicaciones y US$ 54.800 en bebidas/licores.
En el sector automotor el panorama general puede ser engañoso. Si bien las ventas totales cayeron sólo 4,5%, lo que es poco en comparación con los niveles mundiales de esa industria, de las 33 empresas del sector, 20 tuvieron caídas en sus ventas, por lo que lo moderado de la caída responde más bien a un efecto de rezago en la llegada de la crisis a ese sector.
En energía eléctrica, sector que involucra empresas generadoras, transmisoras y distribuidoras, se observa una caída en las ventas totales de 8,8%, sobre un total en 2008 de US$ 119.000 millones. Esto se explica en parte porque es un sector regulado que tiene menos espacio para ajustarse a los shocks internacionales.
En el caso de la construcción, este sector curiosamente muestra un aumento en sus ingresos totales en 2008 por 9,5%, reflejando en parte la fuerza de su inercia. En cambio, el sector cemento, asociado a construcción, pero mucho más sensible a los cambios de la demanda, tuvo la segunda caída sectorial más pronunciada (-17,3%), después de textil y calzado (-30,7).
Destacada resultó la expansión del sector transportes y logística, el cual involucra líneas aéreas, compañías navieras y operadoras de puertos y aeropuertos. Desde 2001, las empresas del sector han venido desarrollando un modelo de negocio mucho más flexible, basado en el arriendo de barcos y aviones, de modo que ante las crisis, tienen más flexibilidad para ajustar su oferta y costos a una contracción de la demanda. Esto explica la notable tasa de crecimiento de 11,7%, con ingresos totales de US$ 35.400 millones.
¿Cómo andarán los camiones en 2009? Los estados de resultados publicados ya para el primer trimestre de este año muestran que este año será más complicado que 2008. Una proyección que es consistente con la historia de este estudio, pues cada vez que las 500 han sido impactadas por una crisis, como la asiática en 1998 y la que siguió al atentado de las Torres Gemelas en 2001, éstas tienen dos años de retroceso en sus ventas. Habrá que esperar hasta 2010 para que la enorme flota de corporaciones latinoamericanas vuelva a poner el pie en el acelerador.
Artículo original
Así que es oficial: 2008 fue el año que puso fin al más exitoso período de expansión de las grandes corporaciones latinoamericanas, cuyas ventas pasaron de US$ 831.572 millones en 2001 a US$ 1,9 billón (sí, casi dos de esos billones de 12 ceros) en 2007.
El retroceso de la flota tiene una causa que no es misterio: la crisis económica global. Ésta tuvo impacto directo en las 500 a través de una fuerte contracción del comercio mundial, una profunda caída en el precio de los commodities y una desvalorización generalizada de las monedas domésticas frente a la divisa de referencia para este estudio: el dólar estadounidense.
En el caso de los camiones que transportaban materias primas -los que venían siendo los más grandes y dinámicos de la flota- la pista se puso pesada de manera repentina. En julio del año pasado, los precios del cobre, el aluminio, la soja, el trigo, el petróleo y la celulosa estaban en máximos históricos, y sólo un mes después tuvieron que entrar a una pronunciada pendiente hacia abajo.
La escasez de divisa, la otra gran jaqueca de 2008, afectó a una buena parte de las 500 mayores compañías de América Latina. El factor cambiario fue especialmente fuerte en las dos principales economías de la región y que son las que aportan más empresas al ranking. En Brasil, por ejemplo, el dólar pasó de cotizarse en 1,76 reales el 31 de diciembre de 2007 a 2,41 reales en igual fecha de 2008, lo que significa un aumento de 37,1% en un año. En México el alza en el precio de la divisa también fue alto (25,1%), al igual que en Chile (26,9%).
En cambio, la depreciación del dólar fue moderada en Uruguay, Colombia, Costa Rica y Argentina -entre 12,5% y 9,3%- mientras que en Perú y Paraguay se observaron las menores devaluaciones: 4,7% y 4,2%, respectivamente.
El petróleo a la cabeza. Pese a los cambios globales, la parte alta del ranking sigue siendo dominada por las tres grandes petroleras de la región que lo han liderado en todas las ediciones de este estudio: la mexicana Pemex, la brasileña Petrobras y la venezolana PDVSA. En el caso de esta última empresa, recomendamos mirar sus números con cuidado. Aunque las cifras oficiales de la compañía indican que sus ingresos en dólares se incrementaron en 30,1% en 2008, hay que recordar que esto está calculado a partir del tipo de cambio oficial del bolívar -que está fijo en 2,14 por dólar, muy por arriba del cambio real que hay en la economía. Además, hay cuestionamientos bastante sólidos a la contabilidad de la compañía, especialmente en lo que se refiere a la certificación de sus niveles de producción y a la valoración de los subsidios que la empresa hace al vender combustibles en el mercado interno y a países amigos (ver Mundos paralelos) . Volviendo a la metáfora de la flota de camiones, lo que pasó en términos reales no fue que PDVSA anduviera más rápido que sus pares petroleras de Brasil y México, sino que tenía malo el tacómetro. Por ello, aunque incluimos a la compañía venezolana en el ranking general para mantener la referencia, no fue considerada en los subrankings y análisis de esta edición.
No obstante, la pelea más interesante ahora está entre Petrobras y Pemex por convertirse en la empresa más grande de América Latina. Dependiendo del tipo de cambio utilizado para hacer la comparación, algunos analistas dicen que la brasileña consiguió ventas superiores a la mexicana en 2008. Pero al usar el valor del dólar relevante para este estudio (el del último día del año anterior, tal como se específica en la metodología de la página 171), la atribulada petrolera mexicana aún supera -por muy poco- a la brasileña.
Pero esa es sólo una de las historias que hay detrás de este ranking. Y es que volviendo a la alegoría vial, se puede decir que 2008 se presentó como una pista que superó las capacidades de algunos de los camiones, permitiendo el ingreso de otros mejor preparados.
Los acoplados brasileños siguen imperando en la ruta. Es más, sumaron una nueva máquina a la flota, llegando a 212 en 2008. Sin embargo, bajaron la velocidad, pues el conjunto de sus ventas descendió de US$ 825.000 millones en 2007 a US $ 746.800 millones en 2008 (-9,5%).
Por su dependencia con Estados Unidos, el epicentro de la crisis, el conjunto mexicano se vio resentido, pues debió resignar la baja de ocho camiones, quedando sólo 126 en la ruta, lo que en términos de ventas significa que los US$ 588.000 millones de 2008 representan una caída de 8,9% en relación al año anterior.
Quienes aprovecharon la debilidad mexicana fueron seis camiones peruanos y cinco chilenos que se subieron al pelotón, ampliando estos conjuntos nacionales a 21 y 60 máquinas respectivamente, lo que permitió a ambos países subir su velocidad promedio (crecimiento en ventas) en 11% en el caso de Perú y 3,8% en el de Chile.
En cuanto a los camiones argentinos, estos subieron en velocidad (9,1%), sumando ventas por US$ 117.500 millones. Pero tuvo una baja, con lo que llegó a 35 camiones. Algo parecido pasó con los colombianos, que aumentaron sus ventas en 1,5%, llegando a US$ 59.400 millones en 2008, pero redujeron su participación en el ranking con tres bajas, con lo que aportan a la flota sólo 28 camiones.
Camiones sectoriales. El sector comercio, que en 2008 totalizó ventas por US$ 187.500 millones, mostró un retroceso de 4,7%. La crisis financiera tuvo un impacto fuerte en el consumo y mucho de lo que se avanzó en la cobertura de crédito en años anteriores, se retrocedió en 2008. No obstante, hubo empresas del retail que lograron de todos modos resultados destacados. Es el caso, por ejemplo, de las chilenas Cencosud y Falabella, que incrementaron su presencia regional durante 2008, así como las operaciones de la francesa Carrefour en Argentina y Brasil.
Más dramático fueron los casos de los sectores telecomunicaciones, y bebidas/licores, los que cayeron 12,8% y 13,9% respectivamente, alcanzando ventas totales por US$ 148.200 millones, en el caso de telecomunicaciones y US$ 54.800 en bebidas/licores.
En el sector automotor el panorama general puede ser engañoso. Si bien las ventas totales cayeron sólo 4,5%, lo que es poco en comparación con los niveles mundiales de esa industria, de las 33 empresas del sector, 20 tuvieron caídas en sus ventas, por lo que lo moderado de la caída responde más bien a un efecto de rezago en la llegada de la crisis a ese sector.
En energía eléctrica, sector que involucra empresas generadoras, transmisoras y distribuidoras, se observa una caída en las ventas totales de 8,8%, sobre un total en 2008 de US$ 119.000 millones. Esto se explica en parte porque es un sector regulado que tiene menos espacio para ajustarse a los shocks internacionales.
En el caso de la construcción, este sector curiosamente muestra un aumento en sus ingresos totales en 2008 por 9,5%, reflejando en parte la fuerza de su inercia. En cambio, el sector cemento, asociado a construcción, pero mucho más sensible a los cambios de la demanda, tuvo la segunda caída sectorial más pronunciada (-17,3%), después de textil y calzado (-30,7).
Destacada resultó la expansión del sector transportes y logística, el cual involucra líneas aéreas, compañías navieras y operadoras de puertos y aeropuertos. Desde 2001, las empresas del sector han venido desarrollando un modelo de negocio mucho más flexible, basado en el arriendo de barcos y aviones, de modo que ante las crisis, tienen más flexibilidad para ajustar su oferta y costos a una contracción de la demanda. Esto explica la notable tasa de crecimiento de 11,7%, con ingresos totales de US$ 35.400 millones.
¿Cómo andarán los camiones en 2009? Los estados de resultados publicados ya para el primer trimestre de este año muestran que este año será más complicado que 2008. Una proyección que es consistente con la historia de este estudio, pues cada vez que las 500 han sido impactadas por una crisis, como la asiática en 1998 y la que siguió al atentado de las Torres Gemelas en 2001, éstas tienen dos años de retroceso en sus ventas. Habrá que esperar hasta 2010 para que la enorme flota de corporaciones latinoamericanas vuelva a poner el pie en el acelerador.
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