La reaparición de Ricardo Lagos y José Miguel Insulza en la contingencia política, la última semana, no pasó inadvertida en las denominadas generaciones de recambio de la oposición.
"La Concertación no puede seguir buscando en el pasado las respuestas a los desafíos del futuro. Necesitamos líderes para mañana. No fantasmas", escribió por Twitter, el viernes 26, el secretario general del PS, Fulvio Rossi.
La arremetida del senador ocurría luego de que parte de la directiva de su partido visitara al ex mandatario, para pedirle un rol más activo en política y 24 horas después de que Insulza aterrizara en Chile, para pasar unos días de vacaciones.
La visita del secretario general de la OEA fue la más política que realiza desde que, en enero de 2009, declinara su candidatura presidencial. Este jueves, de hecho, Insulza se refirió a esa experiencia y señaló a La Tercera que de volver a estar en la misma situación no cometería el error de dilatar sus decisiones, evitando un completo desembarco en la política chilena.
"Si un día llego a abrir la puerta presidencial será de par en par", fue la frase de Insulza que despertó inquietud en los sectores más jóvenes de la Concertación.
La timonel del PPD, Carolina Tohá, dijo ayer que no es bueno adelantar el debate presidencial, mientras que el diputado de su partido, Marco Antonio Núñez, afirmó que para "la batalla del 2014, más que un Panzer, se requiere de un tanque Leopard de nueva generación".
Más enérgico, el presidente del PRSD, José Antonio Gómez, dijo que resultaba absolutamente inoportuno insinuar una eventual candidatura presidencial para el 2014 y criticó a Insulza, por cuestionar la forma en que la Concertación se está rearticulando.
"Lo que a mí siempre me ha molestado es que alguien que vive fuera de Chile se baje del avión y venga a decir que la Concertación está absolutamente disgregada y no presenta bien sus posturas", afirmó Gómez.
La irrupción de Lagos e Insulza ha sido promovida por el presidente del PS, Osvaldo Andrade, en su estrategia de rescatar a figuras históricas del partido. El timonel socialista se reunió con ambos el lunes y los invitó a tener un rol más activo en la recomposición de la oposición.
Sin embargo, los esfuerzos de Andrade han encontrado resistencia en algunos sectores de la Concertación, quienes advierten el riesgo de que su estrategia pueda entorpecer la emergencia de nuevos liderazgos.
El tema se analizó durante la comisión política del PPD, el lunes, donde se señaló que Lagos e Insulza tuvieron su momento en 2009 y que el papel que les cabe hoy es de apoyar los esfuerzos de renovación y recambio, pero sin mayor protagonismo.
"Tienen todo el derecho a participar, pero es evidente que esa participación puede postergar la emergencia de nuevos liderazgos", afirmó el senador PPD Jaime Quintana.
En el PS rebaten que no se debe buscar una doble interpretación a los gestos que la mesa ha hecho al ex mandatario y su ministros y que estos solo apuntan a cerrar heridas al interior del partido.
De hecho, algunos representantes de la generación de recambio del PS, como el diputado Marcelo Díaz y el vicepresidente Alvaro Elizalde, afirmaron que Lagos ha sido uno de los principales impulsores de formar y promover nuevos liderazgos. "Son líderes del PS y no creo que su participación en política entre en contradicción con el recambio", afirmó Elizalde.
En la DC, la senadora Ximena Rincón expresó que "la señal de la gente es que prefieren los nuevos liderazgos". Claudio Orrego, que se perfila como uno de los nuevos rostros, señaló que "no tenemos que tenerles miedo a los viejos estandartes".
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