Los familiares de los 81 presos que murieron este miércoles en un incendio en la cárcel de San Miguel, en Santiago de Chile, han comenzado a recibir los cuerpos de sus seres queridos.
El Servicio Médico Legal (SML) ha comenzado a entregar los cuerpos de la víctimas del incendio -provocado por una reyerta entre reclusos, según las autoridades-. Sin embargo, este proceso podría dilatarse. Por el momento solo han sido identificados 31 cadáveres y se espera que la identificación del resto lleve tres días más.
Varios de los fallecidos murieron calcinados, aunque otro grupo importante murió por asfixia y otros luego fueron arrasados por el fuego.
No se descarta que la cifra de muertos aumente debido a que entre los 21 heridos hay 14 reclusos que se encuentran ingresados en estado "muy grave". Los otros reos que sufrieron lesiones se encuentran fuera de peligro, aunque permanecerán en observación.
El incendio pudo haber sido provocado en medio de un enfrentamiento entre reclusos del tercer piso de la torre cinco de la penitenciaría, según la hipótesis que barajan las autoridades. Sin embargo, uno de los presos que fue testigo de lo ocurrido reveló a la emisora Cooperativa que las llamas no fueron provocadas por los propios reos sino por problemas en las instalaciones de la cárcel de San Miguel.
"Acá hay varios funcionarios que han llamado (a los medios de comunicación) haciéndose pasar por internos diciendo que esto fue una riña y eso no fue así. Esto fue por las instalaciones (eléctricas) mal hechas", afirmó el interno que no fue identificado.
El hacinamiento y la falta de personal no ayudaron
Piñera reconoció este miércoles que el sistema carcelario en Chile es "absolutamente inhumano" y que, dadas sus decadentes condiciones, "no resiste más". El pasado 15 de octubre el Gobierno puso en marcha un "completo plan para modernizar" la estructura carcelaria que prevé la construcción de tres prisiones y el desarrollo de planes para mejorar las condiciones de los reclusos.
La población penitenciaria de Chile es de unos 108.000 internos, pero la mayoría viven hacinados en edificaciones que están en condiciones precarias. Piñera afirmó que el sistema carcelario "no solamente es inhumano" sino que además "es un atentado a la calidad de vida y a la dignidad de todo el país".
En la cárcel de San Miguel habían cerca de 1.960 internos, casi el doble de la capacidad para la cual fue diseñado el complejo. Debido al hacinamiento y a la existencia de material de alta combustión en el recinto, el incendio se propagó rápidamente en medio de un complejo rescate por parte de bomberos.
Los dirigentes de la policía de prisiones de Chile denunciaron que solo hubiera cinco de sus hombres cumpliendo guardia nocturna en la Cárcel de San Miguel. "Esto muestra lo precario de nuestra situación", reclamó el presidente de la funcionarios de la policía carcelaria, Pedro Hernández. "Los gendarmes que estaban de guardia para el incendio actuaron como héroes y salvaron a 60 reos al menos", dijo el dirigente.
El Ejecutivo correrá con los gastos de los entierros
La Gendarmería aseguró a los familiares que el Ejecutivo se hará cargo de los gastos de los funerales.
"Se hace un especial llamado a los familiares para que no contacten con otras funerarias ni tampoco directamente al Hogar de Cristo ya que todo será canalizado a través de los mecanismos establecidos", reza el comunicado divulgado por la Gendarmería.
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