En una planta piloto se cultivarán algas durante cinco años, para evaluar la viabilidad productiva y económica del proyecto
En una iniciativa pionera en Chile, el consorcio tecnológico empresarial Algae Fuels S.A. desarrollará la producción biodiésel de segunda generación a partir de microalgas, en una planta piloto en Mejillones.
El objetivo de la iniciativa es la obtención de una energía basada en fuentes renovables y autóctonas, así como reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Algae Fuels S.A. está conformado por E-CL, Copec, Pontificia Universidad Católica de Chile, Rentapack y Bioscan, y cuenta con el apoyo financiero de InnovaChile y la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo).
El proyecto requiere una inversión de CLP 6.836 millones, (USD 14,1 millones), de los cuales InnovaChile aportará CLP 3.245 millones (USD 6,7 millones).
En la planta piloto se cultivarán algas por un periodo de cinco años, en el que se evaluará si la iniciativa resulta viable tanto productiva como económicamente.
El desafío es producir una masa de algas con alto contenido de lípidos que pueda convertirse en biodiésel.
Según el presidente de Algae Fuels, Arturo Natho, el proyecto tiene dos aspectos importantes. Por un lado, “el desarrollo de los cultivos de las microalgas en términos industriales y, por el otro, la obtención del biodiésel y de los subproductos de manera eficiente y económica", dijo a Diario Financiero.
Los empresarios confían en el éxito de su proyecto porque aseguran que las condiciones climáticas en las que se lleva a cabo son las más propicias para que las microalgas se produzcan correctamente.
Para este proyecto no se requiere el uso de amplios terrenos agrícolas, ya que las microalgas pueden crecer en espacios pequeños y de manera rápida. Es por ello que resultan una fuente de producción de energía continua e inagotable que, además, permite captar dióxido de carbono desde centrales de generación de energía termoeléctrica para su crecimiento.
La primera fase para la elaboración del biocombustiblle consiste en la “prospección, aislamiento, purificación y selección de cepas microalgales”. Esto es, la recolección de microalgas provenientes del mar, para luego estudiarlas en Santiago y determinar cuáles son las cepas idóneas para desarrollarse bajo las condiciones climáticas del lugar.
Luego se pasa a la etapa de “producción de biomasa microalgal”, que implica el traslado de las cepas al laboratorio de campo en Mejillones, donde se alimentan de C02 proveniente de la chimenea de la planta generadora de energía eléctrica acelerando el proceso de fotosíntesis.
La última etapa es la de la “cosecha”, tras la cual se somete a las especies a diferentes procesos químicos y de centrifugado, para obtener lo que se denomina biomasa algal. Finalmente, seca en hornos especializados, se procesa químicamente y se obtiene el biocombustible.
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esto va a dar que hablar en algunos años esperemos que sea un exito rotundo
ResponderBorrarOJALA FUNCIONE, SE ME OCURRIO UNA IDEA CON ESO. QUE PODRIAN AMPLIAR EL CAMPO DE PRODUCCION DE ALGAS, COSA Q LA PUEDAN PRODUCIR PERSONAS EN FORMA PARTICULAR Y QUE LA PUEDAN VENDER A LAS PLANTAS DE PRODUCCION, Y ASI DAR TRABAJO A LAS PERSONAS EN REGIONES, JEJEJE WENA IDEA CIERTO? ME LAS MANDE,
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