Entre las noticias que nos bombardean a diario, dos llamaron mi atención. La primera, el saber que Chile en breve estará exportando GNL a la Argentina, de la cual ha estado dependiendo para su abastecimiento. Recordemos la frase, “ni una molécula de gas boliviano a Chile”, cuando nuestro país negociaba la ampliación del contrato de provisión de gas a la Argentina, para evitar que Argentina reexporte el energético a nuestro “enemigo” desde 1879, aunque ahora las relaciones entre ambos países están en su “mejor momento”.
El otro, el anuncio de que Brasil, también en un corto plazo podría prescindir del gas boliviano, ya que desea abastecimiento por un proveedor que sea más confiable. Para ello este país adopta dos previsiones importantes. La primera, un programa gigantesco de inversiones, para desarrollar nuevas alternativas de provisión de energía, entre otras la perforación oceánica. Brasil extrae de profundidades mayores a 400 m. 1.765.000 barriles /día de petróleo (Fuente: National Geographic, edición especial octubre 2010), es líder en la producción de etanol (biocombustible) para su consumo interno y exportación y encara desde hace décadas proyectos de hidroenergía, una fuente de carácter renovable, mejorando así su matriz energética, con diferentes fuentes: combustibles fósiles y energías renovables.
Estos dos ejemplos, sin lugar a dudas, nos enseñan la forma en que nuestra política energética debería imitar. Pero, la realidad nacional nos muestra que nuestra situación, particularmente en la provisión de energía, se deteriora cada vez más. La perforación de pozos exploratorios, esenciales para encontrar nuevos depósitos de gas y combustibles fósiles líquidos, es mínima; la instalación de separación de líquidos del gas que exportamos, después del “affaire” Catler marcha a paso de tortuga. La importación de diésel, gasolina y aun gas licuado muestra tendencia a incrementarse, con un drenaje de divisas cada vez mayor. Un contrasentido para un país que se suponía debía constituirse en el centro energético de la parte Sur del continente.
Con el cambio climático y los problemas que conlleva, la inversión en proyectos de hidroenergía y riego debería tener una alta prioridad. Por el contrario, nuestros vecinos Chile y Perú reanudan sus ataques para apoderarse de nuestros recursos hídricos, los ejemplos están a la vista: Silala y ahora de nuevo el Mauri. Esperemos que el proyecto Multieléctrico Río Grande-Rositas sea aprobado a objeto de que cumpla su cometido de “mitigar sequías, controlar inundaciones, dotación de agua potable y sobre todo garantizar la seguridad alimentaria del país” (palabras de la diputada Vanesa Moreno de Santa Cruz). Que se acelere la construcción de la presa de Misicuni.
Hago votos porque el anuncio hecho por el señor Vicepresidente de que se encarará el proyecto El Bala sea una realidad, previa revisión de los estudios realizados no hace mucho, para minimizar el daño ambiental. Lamentablemente pese a las objeciones que se han hecho sobre el proyecto Cachuela Esperanza, este proyecto parece continuará sobre la base de los estudios de TECSUL, aunque lo inteligente era el proyecto conjunto del río Madera con Brasil, cuidando negociar adecuadamente la participación nacional.
Esperemos que los ejemplos sirvan y los adoptemos para lograr un mayor bienestar para el país.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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