María de los Angeles Hermosilla (28) tenía cuatro años cuando sus padres y sus tres hermanos se radicaron en Viña del Mar. "De Santiago sólo me acuerdo que vivía en un edificio rodeado por más edificios", cuenta. En la Ciudad Jardín, en cambio, la vista tenía otros colores: "Miraba el mar, la playa, los botes pesqueros, las gaviotas, las palmeras...", enumera con nostalgia. Ahora que regresó a Santiago a trabajar en un colegio también echa de menos ir a almorzar a la casa y trasladarse a pie.
Estas cualidades, entre otras, hacen de Viña del Mar una urbe bien catalogada por los chilenos. De hecho, la eligieron como la mejor ciudad del país, según el estudio "Posicionamiento de las Ciudades de Chile", realizado por la consultora Visión Humana. En la muestra votaron 1.500 personas de 15 a 80 años, residentes en las 12 principales ciudades del país, con una condición: no podían votar por la ciudad donde vivían.
Para dirimir las mejores ciudades, se tomaron en cuenta cuatro dimensiones: mejor lugar para vivir, trabajar, estudiar y visitar (ver listado). El ranking final se elaboró con las respuestas de quienes calificaron con notas 6 y 7 a cada ciudad en esos ámbitos.
"Tiene que haber salido Viña", interrumpe María de los Angeles, adelantándose a saber el resultado final. Le apuntó medio medio. Patricio Polizzi, sicólogo y director de Visión Humana, explica que este posicionamiento de Viña del Mar se sustenta en la combinación de factores emocionales y funcionales. Emocionales como su atractivo estético, su historia, su entre- tención y vida nocturna, además de su cercanía con el mar y las playas sin perder su característica residencial. Cualidades que se relacionan con su paz y amigabilidad como ciudad.
Entre los factores funcionales se encuentran su cercanía con Santiago, el desarrollo del turismo, la presencia de servicios de una gran ciudad y de importantes empresas y universidades. De hecho, junto con su vecino Valparaíso, cuentan con tres de las 10 mejores universidades del país, según un ranking de revista Qué Pasa.
Viña lideró la lista de mejor lugar para vivir y visitar. Eso, pese a que en 2009 los chilenos prefirieron Iquique, Antofagasta y Santiago antes que la Ciudad Jardín, según las estadísticas de alojamiento turístico de Sernatur.
En el listado global, a Viña le siguen Valparaíso, La Serena y sólo en el cuarto lugar aparece Santiago. "Es sorprendente el posicionamiento funcional que logra Santiago: fuerte para trabajar y estudiar, pero más débil para vivir y visitar", destaca Polizzi. Al parecer, la percepción externa sobre la capital es más generosa: Santiago se ubicó como la tercera ciudad sudamericana con la mejor calidad de vida, detrás de Buenos Aires y Montevideo, de acuerdo al ranking anual de la consultora internacional Mercer que evaluó 221 ciudades del mundo. La consultora destaca a Santiago como un atractivo centro urbano por la estabilidad económica y social del país.
Pero los chilenos le pasan la cuenta a la capital. "Efectivamente, algunos estudios muestran que una de cada dos personas se iría de Santiago si tuviera la posibilidad. Lo que pasa es que esa opción hoy es casi exclusiva para una elite que puede desarrollar su carrera profesional y sus proyectos familiares afuera", comenta Gonzalo Tapia, sociólogo de la U. Diego Portales, quien ha investigado este tema.
Tapia cuenta que este porcentaje era mayor a principios de la década: dos de cada tres habitantes de la capital se quería largar. "Todo el trabajo que se hizo en los últimos cinco años para acortar esa brecha se perdió con el Transantiago", explica. Según la muestra de Visión Humana, la peor evaluación de la capital en la actualidad corre por cuenta de los adultos mayores: sólo el 9% de las personas mayores, entre 65 y 80 años, evalúa con nota 6 ó 7 a la capital como lugar para vivir.
Pese a esto, Santiago tiene sus encantos: "Otros estudios dicen que la gente valora cine, teatros y actividades en el espacio público", insiste Tapia. Lo que bien entregan hoy ciudades como Valdivia. "Tiene mayor oferta cultural y es un polo científico con el Cecs, además de oferta académica y de trabajo de calidad, lo que es un déficit de las regiones en general. Y todo eso con un crecimiento a escala humana: tú puedes ir a almorzar a la casa", dice Tapia.
Para Polizzi, la contracara de Santiago es La Serena: fuerte para vivir y visitar, pero débil para trabajar y estudiar. "Llama la atención que Concepción sigue alcanzando un buen posicionamiento, pese a verse tan afectada por el terremoto, por lo menos desde los medios", concluye.
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Nacido en Hospital Gustavo Fricke,de Vina del Mar, Viviendo casi toda mi vida en el Cerro Esperanza,Valparaiso (frontera de ambas comunas ) Pero a mi me gusta Santiago para vivir, me encantan las grandes urbes !!
ResponderBorrarEsto me recuerda, a Gabriela Velasco, ex famosa coductora de TVN en los 70s y 80s,no se si todavia sigue en la TV,que decia que la Capital de Chile, deberia ser Vina del Mar !! Segun yo lo que sucede es que esta ciudad,desde la mitad del siglo pasado,tiene ese aire de ciudad moderna,por su arquitectura, sin embargo, Santiago a desarrollado ese aspecto en las ultimas tres decadas !! Si se le puede llamar belleza, a los edificios en altura .
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