Mientras en el resto del mundo se habla de la recuperación tras la crisis, pocas economías de la región muestran cifras que lo ratifiquen y sólo hay esperanza en que la mejoría llegue en un año
Lo peor de la crisis ya pasó, pero las secuelas empiezan a hacerse visibles en todas las economías de América latina. Así, mientras el mundo habla de recuperación, en rigor sólo unas pocas economías de la región están logrando sacarle real provecho al rebote. Son las grandes, más bien las que hicieron los deberes en los años de bonanza que precedieron a una de las peores debacles de la historia económica moderna, las que están sintiendo con fuerza el impulso que viene del exterior.
Los mercados bursátiles rebosan de optimismo, con subas que superan el 100% en dólares en algunos de estos casos. Brasil se lleva la mayor cantidad de premios, pero le siguen de cerca Chile, Perú y Colombia. Desde comienzos de año y a medida que los inversores fueron recuperando su apetito por el riesgo, los principales mercados de América latina también recobraron su esplendor.
Sin embargo, un informe preparado por el Grupo de Diarios de América (GDA), que conforman 11 diarios de la región, sugiere que los mercados bursátiles no ilustran de manera nítida lo que sucede en todas las economías de América latina. Excepto los casos de Chile o de Brasil, donde, por ejemplo, el valor de mercado de todas las empresas asciende a US$ 1098 billones (o 68,99% del PBI), en el resto del continente las bolsas todavía son poco desarrolladas o apenas representativas de un puñado de sectores económicos. Sin ir más lejos, el informe señala a la Argentina como uno de los países en los cuales la representatividad de la Bolsa está en descenso; a tal punto que, desde marzo, el mercado bursátil argentino es calificado de "fronterizo", la categoría más baja a nivel mundial y, al mismo tiempo, más del 50% de la conducta de su índice líder está definida por dos papeles (Tenaris y Petrobras Brasil) que no representan precisamente riesgo argentino.
Por ello, más allá del comportamiento de las bolsas, otros datos macroeconómicos dan cuenta todavía de la magnitud de los daños que dejó la crisis internacional en América latina. La región, que en un principio parecía a salvo del tembladeral, no sólo sufrió un estancamiento en el consumo, sino también un incremento del desempleo. Incluso en los países donde el rebote parece haber comenzado, el desempleo se presenta hoy como una de las grandes cuestiones para resolver en el corto y mediano plazo.
En la Argentina, la tasa de desempleo registró en el segundo trimestre su primera suba interanual desde mayo de 2002. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el porcentaje de desocupados ascendió al 8,8% de la población económicamente activa, ocho décimas (o 96.000 personas) más que un año atrás. En el primer trimestre, la incidencia de la desocupación era del 8,4 por ciento. Por otra parte, la tasa de subocupación, que refleja el porcentaje de personas que trabajan menor cantidad de horas de las que quisieran, aumentó dos puntos (del 8,6 al 10,6%) entre el segundo trimestre de 2008 e igual período de este año.
Una tendencia similar se evidenció en Chile, donde el desempleo a junio ya ascendía al 10,7%, contra 7,8% de septiembre del año pasado, antes de que se desatara la crisis internacional, o en Colombia, donde pasó de 11% a 12,6% en junio de este año. También en México, cuya economía está íntimamente ligada a la suerte de los Estados Unidos, se registró un deterioro del mercado laboral, con una tasa de desempleo que subió del 4,25% al 6,12% en el mismo período.
"Todavía va a haber ajustes en distintos sectores empresariales", vaticina Dante Sica, titular de la consultora Abeceb. "En la Argentina, la sensación es que la tasa de desempleo se va a ubicar entre el 9 y 10%, aunque ya habría un aumento leve de la demanda de empleo en el segundo semestre."
"Vamos a tener recuperación de producción, pero nos va costar recuperar las tasas de empleo previas a la crisis, ya que, si bien se puede estar viendo una mayor actividad en algunos sectores, las empresas hoy no tienen una perspectiva de crecimiento tan acelerado como sucedía en los últimos años, antes de la crisis, por lo que serán más conservadoras al ampliar sus estructuras", explicó Sica.
Según el informe de GDA, Brasil y Uruguay únicamente están logrando quedarse al margen. En Uruguay, la tasa de desempleo descendió del 7,8% en septiembre de 2009 al 6,9% en junio último, mientras que en Brasil, donde el mercado laboral había sufrido un fuerte deterioro a partir de septiembre de 2008, la situación se estaría normalizando. En agosto último, hubo una creación neta de 242.126 puestos de trabajo, contra 282.841 de septiembre de 2008. En lo peor de la crisis, no obstante, el mercado había expulsado 652.946 puestos de trabajo, según los datos a diciembre de 2008.
Conscientes del problema, la mayoría de los gobiernos de América latina vienen desarrollando planes para atacar la parálisis laboral. Reducciones impositivas o subsidios directos: cada administración tiene su fórmula.
En México, por ejemplo, se instauró el Programa de empleo temporal por US$ 162 millones, para crear 250.000 trabajos en el ramo de infraestructura. También se dio apoyo por US$ 147 millones a empresas en paro técnico, particularmente exportadores.
En Ecuador, el Gobierno entregó créditos por medio de la banca estatal para estimular la creación de empresas y el incremento de la producción. Brasil, en tanto, redujo el impuesto sobre productos industrializados (IPI), incidente sobre automóviles, línea blanca y materiales del sector de construcción civil.
Pero las cuentas fiscales, deterioradas también producto de la crisis, le ponen coto a los anuncios de los respectivos gobiernos (ver aparte). En esta situación se encuentra la Argentina, en donde el Gobierno no tuvo nuevas iniciativas, sino que según el informe de GDA, se limitó a poner en funcionamiento el Programa de Recuperación Productiva (Repro) que coordina el Ministerio de Trabajo. El programa no tiene como finalidad generar nuevos empleos, sino que intenta evitar los despidos. Las empresas que se adhieran al plan reciben $ 600 por mes por cada trabajador, en calidad de subsidio, que deberán ser aplicados al sueldo del empleado. El pago se efectiviza con el compromiso de que las empresas no despidan empleados.
Números en rojo
Asimismo, entre los nubarrones que generó la crisis, se vislumbra que los países de la región van a terminar el año con una variación neutra del PBI e incluso con caídas, lo que implica una feroz desaceleración respecto de lo que sucedió hasta mediados de 2008.
Según el informe de GDA, en Brasil se proyecta un crecimiento del PBI de entre 0,7 a 1 en 2009; en Costa Rica, -1,30%; en Colombia, 0,5%; en Chile, -1,2%; en México, -7,2%, en Venezuela, -1%; en Ecuador, 2%; en Uruguay, 0,7%; en Puerto Rico, 0,7%, y en la Argentina, -1,9 por ciento.
"Brasil y Chile son, en cierto modo, los mejores. Pero también hay que tener en cuenta que se sigue muy por debajo de los niveles previos a la crisis. Si uno ve el crecimiento esperado de Brasil, sólo a fines de 2010 o principios de 2011 se podría ver un nivel similar al de octubre de 2008, que fue el máximo del PBI de Brasil", explica Milagros Gismondi, economista de Orlando Ferreres & Asociados. "Y esto pasa un poco también con la Argentina. Si bien hay señales de rebote, mucho más tibias que en Brasil, todavía falta mucho para llegar a los niveles pre crisis. Por eso se siguen viendo los datos negativos de desempleo, o de caídas de PBI", agrega.
Por el lado del consumo, salvo en Chile y Brasil, los números tampoco son positivos, con caídas de hasta el 5% en la mayoría de los países de la región. Al igual que con el desempleo, los países tomaron cartas en el asunto e implementaron políticas anticíclicas. Colombia, por ejemplo, basó su plan anticíclico en la inversión pública y privada en infraestructura, en busca de una reducción al máximo de los despidos de personal. Todo esto, sin aumentar el presupuesto nacional definido desde 2008, antes de la crisis.
En Ecuador, en tanto, decidieron apelar al estímulo del crédito a las empresas a través de la banca estatal. El Gobierno resolvió invertir parte de la reserva monetaria de libre disponibilidad en crédito al sector productivo. Otra de sus estrategias fue mantener, en lo posible, el volumen de inversión pública. Y en lo tributario, estableció un impuesto a la salida de divisas, que busca frenar la salida de capitales.
En la Argentina hubo un gran paquete anticrisis por US$ 3800 millones, cuyo capítulo más importante refería a unos US$ 1000 millones destinados a financiar la compra de 100.000 autos. Pero, según fuentes del sector, se concretaron apenas 7000 operaciones. También se anunció un gran programa de obras públicas por cerca de US$ 32.000 millones, aunque sólo US$ 7000 millones serían nuevos desembolsos no contemplados en el presupuesto de este año. Unos US$ 16.500 millones correspondían a obras que serían ejecutadas este año. Pero gran parte de estos anuncios quedaron inconclusos.
En muchos casos, las medidas anticíclicas no se llevaron a la práctica. En varios países de América central esperan la ayuda del FMI para concretarlos. En otros, todavía no tuvieron los efectos deseados.
Mientras tanto, América latina sigue a la espera de una recuperación, que con todo, se estima que ocurrirá antes que en los países centrales.
Perú refleja los vicios regionales
Entre las medidas para paliar la crisis, Perú anunció el plan de estímulo económico (PEE) para estimular la economía con un mayor gasto público, pero aprovechando la coyuntura para atacar uno de sus problemas estructurales: la falta de infraestructura. Pero, al igual que en otros países de la región, las trabas burocráticas y las de la toma de decisiones en el sector público imposibilitaron que el gasto fluyera en infraestructura y en bienes y servicios a nivel del sector público. Sólo se ejecutó el 35% de lo que se preveía para 2009.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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