Una investigación de la Universidad de Chile, asegura que el trigo candeal de calidad chileno puede competir con granos importados e incluso ser exportado.
Características del trigo candeal cultivado en Chile, que le otorgan elevados niveles de calidad, podrían hacerlo competir fuertemente con los granos que hoy la industria importa desde el hemisferio norte. Esta es una de las principales conclusiones que ha obtenido un trabajo ejecutado por la Universidad de Chile, con el cofinanciamiento del Ministerio de Agricultura, entregado a través de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).
El Programa “Desarrollo Tecnológico de Trigo Candeal de Alta Calidad” se ha realizado en las regiones Metropolitana, de O’Higgins, del Maule y Biobío, abarcando un total de 16 comunas. Alcanzó un costo total de $856.642.947, donde FIA cofinancia el 70%, y en él participan Universidad de Chile, INIA, Fundación Chile, Suazo, y un grupo de 25 agricultores.
Durante tres años, la iniciativa ha efectuado estudios de competitividad e identificación de problemas en el sistema de producción de trigo candeal, en la cadena de producción de pastas y otros derivados de este cereal. También está llevando a cabo investigaciones agronómicas y selección de genotipos, entre otros aspectos.
El trigo candeal de alta calidad es producido exclusivamente en un clima mediterráneo (lluvia en invierno y veranos secos), escaso en el mundo, con poca agua y altas temperaturas, condiciones propias del secano centro-sur de Chile.
En la actualidad, la superficie del candeal en Chile es de 15 mil hectáreas, su volumen de producción anual es de 75-90 mil toneladas y alcanza rendimientos entre las 5–6 toneladas por hectárea, correspondiendo sólo al 4% del trigo sembrado en el país.
Mientras que el trigo harinero tiene una producción al año entre 1 millón 100 mil–1 millón 500 mil toneladas con rendimientos de 4,5 toneladas por hectárea.
En cuanto a precios, el trigo candeal tiene un valor superior al harinero que corresponde a un 6% más, al que además se puede sumar las bonificaciones por calidad.
Problemas de calidad
Sin embargo, antecedentes del PDT han determinado que el grano del trigo candeal cultivado en el país tiene problemas de calidad: es muy heterogéneo y bajo en proteínas. Por este motivo, los fabricantes de pastas se ven obligados a comprar sólo un 50% del trigo candeal en el mercado interno, importando el resto desde Canadá (“trigo corrector”).
En estos últimos años, las empresas de alimentos, han fomentado políticas para mejorar la calidad del grano, principalmente orientadas a trabajos de fitomejoramiento para lograr un mayor rendimiento en campos con riego.
Por lo tanto, el objetivo del PDT se ha enfocado a fortalecer e incrementar la calidad, homogeneidad y competitividad del trigo candeal chileno, con una visión de mercado nacional e internacional de granos y derivados.
Entre otros aspectos, se busca precisar los niveles de eficiencia económica de la cadena del trigo; mejorar la gestión productiva; validar prácticas agronómicas para bajar costos de producción —cerca de un tercio del costo total corresponde a fertilizante, especialmente nitrogenados—, además de evaluar y zonificar genotipos de acuerdo a sectores de cultivo.
El coordinador del proyecto, Edmundo Acevedo, señaló que “gracias al programa, establecimos que los granos del trigo candeal chileno son más grandes que su competencia y dependiendo cómo se maneje el nitrógeno en el campo pueden llegar a tener alto porcentaje de proteína, que es requerido por el mercado. Esta característica permite extraer buena cantidad de semolina para elaborar pastas alimenticias; tiene alta fuerza de gluten —que otorga elasticidad a la masa para uso industrial— y es libre de micotoxinas”.
De esta forma, la producción de trigo candeal de calidad en Chile—agregó— será posible, mejorando aún más sus atributos y la homogeneidad del grano alcanzando buenos índices de proteína y color. El objetivo es sustituir las importaciones de esta materia prima que hoy se efectúan desde Canadá, Estados Unidos y México y fomentar las exportaciones a mercados de nicho de Sudamérica.
El ingreso a nuevos mercados implica conseguir más volúmenes en la producción. Pero ya hay señales: el autoabastecimiento de trigo candeal en el país, al momento de comenzar el programa, bordeaba el 50% y hoy llega al 90%.
La ejecutiva de innovación de FIA y supervisora del PDT, Paulina Erdmann, precisó que “una característica importante del Programa ha sido su capacidad de integrar a la industria procesadora de trigo candeal, de manera que las investigaciones han recibido una orientación y apoyo de dicha industria, de esta forma se ha verificado el valor de la investigación llevada a cabo”.
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