La realidad es que hemos perdido dinamismo, y que para ubicarnos a la vanguardia del uso de TIC no sólo en Latinoamérica, sino en el contexto de la OCDE, debemos dar un salto real para cambiar las políticas de innovación y avanzar hacia el desarrollo. Tenemos que asumir el desafío de potenciar el emprendimiento innovador, que permita al país sumar valor agregado a sus recursos naturales para impulsar un crecimiento sustentable en el tiempo.
Para esto se requiere, por una parte, la colaboración entre los sectores público, privado y académico, que es fundamental para generar propiedad intelectual exportable, capaz de mejorar el trabajo de las áreas productivas que son la base de la economía de nuestro país. El uso de TIC en sectores como el vitivinícola, agrícola, minero y forestal –entre otros– logrará promover la innovación y mejorar la competitividad de Chile, donde hasta ahora sólo el 0,2% de las exportaciones son de tecnología, según cifras del Banco Mundial.
También es esencial el rol del Gobierno como promotor de iniciativas para digitalizar los trámites estatales y hacer interoperables a sus instituciones, así como para liderar proyectos de alto impacto como fueron antes las medidas del Servicio de Impuestos Internos y Enlaces.
Un trabajo mancomunado permitirá a Chile desarrollar una estrategia digital que nos permita retomar el liderazgo en temas de tecnologías de la información, donde las TIC sean un elemento indispensable para el crecimiento de las empresas y el fomento de la competitividad.
Artículo original
No hay comentarios.:
Publicar un comentario