La Bolsa de Comercio de Santiago ha batido todos los récord y acumula en lo que va del año una rentabilidad de un 26%, por arriba de todas los pronósticos iniciales del mercado, impulsada por los buenos datos que muestra la economía local.
El principal indicador, el Índice de Precios Selectivo de Acciones (IPSA) -que agrupa a las 40 acciones más transadas-, cerró el lunes con una expansión de 0,74%, batiendo su cuarto récord histórico consecutivo, para quedar en 4.495,91 puntos al cierre de las operaciones.
Analistas habían previsto que el IPSA cerraría este 2010 en 4.400 puntos, sin embargo, el desempeño mostrado por el indicador ha estado por encima de los pronósticos iniciales, sorprendiendo al mercado.
El rendimiento "es una sorpresa", comentó a la AFP el profesor de la facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Joseph Ramos, que cree no obstante que el alza tendría un pronto tope. "No queda mucho espacio" para que la Bolsa siga creciendo, señaló.
Entre las razones de este crecimiento, Ramos destaca las buenas perspectivas económicas de Chile, que pese al terremoto que el pasado 27 de febrero azotó al centro sur del país "tiene previsto crecer en torno al 5% este año, y un 6% el año que viene", lo que muestra una recuperación muy rápida.
Los altos precios internacionales de los productos que Chile exporta -como el cobre y la celulosa- también han propiciado el alza, así como la presencia de los fondos de pensión chilenos, que según Ramos "tienen una buena cartera en la Bolsa nacional y es difícil que se retiren de ella".
Hernán Frigolett, analista del grupo Nueva Economía de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) agrega que los buenos resultados que muestran la banca local -con ganancias sobre un 30%- y los "ambiciosos programas de inversión de las empresas chilenas, como la aerolínea Lan Chile o las empresas de retail", son factores decisivos en la alta rentabilidad, que a su juicio permanecerá hasta 2011.
Además, Ramos asegura que la situación fiscal de Chile es "inmejorable", y que se ha convertido en "la envidia de países como Estados Unidos o Grecia", gracias a un sistema financiero sólido, que se reforzó con medidas reguladoras en la crisis de los años ochenta.
A causa del terremoto de febrero se produjo una restricción del consumo, que estos últimos meses se está recuperando con fuerza, agrega por su parte el economista de la Universidad de Santiago, Francisco Castañeda.
Junto a las Bolsas de Colombia y Perú, Castañeda califica la bolsa chilena como una "isla" respecto a otras bolsas de países desarrollados, muy afectadas por la crisis, y asegura que se han convertido en un refugio para muchos inversores extranjeros de capital de corto plazo.
Estos inversores podrían estar "sobrevalorando" algunos sectores, sin embargo, Castañeda asegura que la regulación de la banca chilena garantiza que no se produzcan situaciones como las ocurridas en los países desarrollados.
La Bolsa de Santiago cerró el año 2009 en cifras récord, llegando a los 3.581,42 puntos en el IPSA, y acumulando un alza anual del 51%.
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