Colaboración de Jaime
En los últimos diez años el sector energético chileno ha tenido tres crisis de consideración: la primera, en 1998/99, cuando la peor sequía en 40 años mermó su capacidad de generación hidroeléctrica; la segunda, a partir de 2004, por la disminución de las entregas argentinas de gas, y la tercera, en 2007/08, cuando se cortó la provisión argentina de gas y hubo una nueva sequía. Fueron eventos que pusieron al descubierto la inseguridad energética del país y la necesidad de mayor participación estatal para regular y suplir las deficiencias del mercado.
A principios de 2009, el Gobierno chileno acudió a la agencia de energía de mayor prestigio, la IEA, en busca de una opinión sobre el manejo de su política energética. Los que piensan lúcidamente no tienen que inventar lo que ya existe, sólo tienen que llamar a quienes saben del oficio. Esta opinión fue publicada en noviembre en París.
La disponibilidad de recursos energéticos en Chile es pobrísima (limitada dice la IEA), sólo produce el 27% de la energía que consume, el restante 73% es importada. En términos hidrocarburíferos, la situación es peor porque su producción de gas es del 10% de su consumo y produce menos del 1% del petróleo que consume. Cerca del 80% de su matriz energética (incluyendo el carbón) es de combustibles fósiles y tiene que importar el 75% de éstos. La dependencia energética es preocupación prioritaria resuelta a través de la diversificación de suministros.
Así, los 230.000 barriles por día (BPD) de petróleo importados provienen de Brasil, Ecuador, Angola y Colombia. El carbón (5,8 millones de toneladas), de Colombia, Indonesia, Australia y Canadá. Las fuentes de aprovisionamiento para las plantas de regasificación de LNG, es aún más amplio, pueden ser de tres continentes. Los exitosos resultados han hecho de Chile un reexportador de productos refinados a Perú, Ecuador y Bolivia (diésel y gasolina) y podría revertir el flujo de los gasoductos de Argentina para exportar el gas recibido de ultramar.
La fortaleza institucional es otro de los pilares de la política energética chilena, al sostener que la capacidad de su acción dependerá de sus estructuras institucionales, organizacionales y regulatorias con capacidad de enfrentar los desafíos y que el buen funcionamiento institucional es la base de toda política efectiva.
Según la IEA, la política energética de Chile puede ser una lección incluso para los países desarrollados de la OECD por la libertad con la que opera la iniciativa privada, la competitividad del mercado y la guía del Estado en la evolución del sector.
Pero la IEA también efectúa recomendaciones. Entre las principales, la necesidad de continuar diversificando las fuentes de energía, especialmente las renovables, abundantes en Chile; concluir el documento de política energética de largo plazo, con un enfoque integral, objetivos claros y consensos alrededor de tales objetivos; completar la reorganización del sector, incluyendo el Ministerio de Energía, cuidando de que las reguladoras puedan tomar decisiones independientes y competentes; hacer que los operadores de los dos sistemas eléctricos integrados sean independientes (SIG y SING), y dar señales de inversión claras al sector privado de que las decisiones de inversión de largo plazo se basarán en análisis de costo/beneficio también de largo plazo.
Quienes todavía creen que después de lo sucedido en 2002/03 en Bolivia y tras cuatro años de desempeño energético del Gobierno podrían contar a Chile como mercado boliviano de gas o de electricidad deberían cuidar más bien de llegar cuanto antes al mercado del sur peruano y acelerar los acuerdos con el mercado argentino o primero lo harán los chilenos.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
La fortaleza institucional es otro de los pilares de la política energética chilena, al sostener que la capacidad de su acción dependerá de sus estructuras institucionales, organizacionales y regulatorias con capacidad de enfrentar los desafíos y que el buen funcionamiento institucional es la base de toda política efectiva.
ResponderBorrarSegún la IEA, la política energética de Chile puede ser una lección incluso para los países desarrollados de la OECD por la libertad con la que opera la iniciativa privada, la competitividad del mercado y la guía del Estado en la evolución del sector.
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Estos Bolivianos saben de lo que hablan...
Somos un puño de acero, un bloque granítico...
Chile, cada día me convences más... Es un país RUDO sin duda