Se Acrecienta el Fantasma de la Inestabilidad Social en Argentina. Datos oficiales esconden la realidad

De cara a las elecciones presidenciales de octubre de 2011, el país enfrenta un escenario que se encuentra lejos de contrastar con el de la crisis que vivió en 2001.

Bajo un endeble tejido socioeconómico se encuentra inmerso actualmente el pueblo argentino, uno que se percibe manifiestamente indignado, en paralelo con especialistas que coinciden con un diagnóstico desesperanzador de cara a las elecciones presidenciales de 2011. A lo anterior, se añade la presencia de un fragmentado sistema de representación social, característica que inhabilita la creación de una alternativa a la ampliamente criticada administración Kirchner.

Sin embargo, algunas cifras sobre recuperación dan cuenta de una relativa buena salud de la actividad. En este sentido, los expertos reconocen un “boom” del consumo en el país, el que le permitiría crecer por sobre un 7% en el presente año, realidad que de todos modos, no está ajena a un entorno político enrarecido, cuya cúspide es la masiva denuncia de adulteración de datos oficiales.

REALISMO “MÁGICO”

Horacio Pozzo, profesor de macroeconomía de la Universidad Católica de La Plata, señala que es sabido que las estadísticas oficiales “esconden” la realidad de ítems como el inflacionario, el que en realidad sería de 30% –y no el 11,2% en 12 meses de julio–, el cual “se ve reflejado en la magnitud de aumentos salariales logrado por los sindicatos”. Estos últimos, según el periódico trasandino La Nación, se ubican en un nivel promedio del 27%.

“Todos sabemos que la medida del INDEC (organismo estatal de estadísticas) está prostituida, estamos cerca del 25%, bastante cerca de Venezuela”, señaló recientemente el ex presidente del Banco Central argentino, Alfonso Prat, en una visita a Santiago.

“Este gobierno se ha empeñado en fabricar pobres, a pesar de pretender favorecerlos”, agrega Paola Pécora, analista argentina de Valor Mundial. Comenta que no existe en la nación “ningún economista respetable que avale las cifras oficiales”, y denuncia que la pobreza real roza hoy el 40%, frente al 21% de 2006, al tiempo que la indigencia llegaría al 15%, el doble de 2006. “Ahora desde el gobierno se señala un crecimiento a tasa china, de 11,1% para junio en variación interanual y de 9% en los últimos 12 meses. Estimaciones privadas dan entre un 6% y un 7% para ese lapso, casi la mitad. La Argentina vive hoy en un realismo mágico”, complementa.

LAS POLEMICAS DESDE EL ESTADO

Otro de los fuertes alegatos que se percibe en el mundo económico es una especie de política de “desincentivo” a la inversión en Argentina. Los analistas concuerdan en que el Gobierno “avanza” frente a empresas privadas que no son de su agrado. Hace poco más de una semana, la dirección de Cristina Fernández canceló la licencia para dar el servicio de acceso a Internet entregado por Fibertel, propiedad de Cablevisión. El viernes, en tanto, el Ejecutivo envió al Senado un proyecto en medio de una disputa con los diarios Clarín y La Nación, por su presunta compra ilegal de “Papel Prensa” (única fabricante argentina de papel para periódico), pidiendo que se declare “de interés nacional” la fabricación y distribución de este tipo de papel, una iniciativa que tanto las fuerzas de oposición como los diarios aludidos, sindican como un nuevo “ataque” a la libertad de prensa.

Hace pocos días, además, el Gobierno se enfrascó en una mediática discusión con la anglo-holandesa Shell, a la cual le obligó a bajar el precio de los combustibles.

“No hay estímulo y sí temor a invertir en Argentina”, asevera Paola Pécora, en un entorno en el cual el último reporte sobre balanza comercial consolidó que las importaciones crecen al doble que las exportaciones, un 43% frente a un 22%, según las cifras de julio. Esto último podría estar indicando que el empresariado local prefiere comprar en el exterior antes que invertir y expandir la producción.

Ello se ha notado en la falta de gas natural en el vecino país, especialmente en invierno, ya que las empresas han preferido no realizar inversiones ante la mantención de precios.

DIFICIL FUTURO

El escenario de cara a las presidenciales de octubre de 2011, no aparece con mejores perspectivas. “Desde la oposición aún no ha surgido un candidato fuerte que pueda pelear con el kirchnerismo. Si bien el radicalismo intenta llevar a Ricardo Alfonsín, aún no logra el consenso suficiente para hacerlo”, explica Horacio Pozzo, añadiendo que “a su vez, desde el kirchnerismo todavía no hay definición acerca de si será Néstor Kirchner o Cristina Fernández de Kirchner quien se presente como candidato a presidente, y ello dependerá de quién de los dos demuestre mayor aceptación popular”.

En este sentido, un relevante problema que enfrenta el vecino país en materia política es la fragmentación representativa. Argentina tiene en la actualidad inscritos legalmente 670 partidos políticos de orden provincial y 30 de orden nacional. A todas luces, un récord frente a otras naciones del continente, dentro del cual, por ejemplo, México registra ocho partidos a nivel nacional, Chile 11 y Brasil 27.

En suma, y aun cuando de parte del oficialismo se acuse la presencia de una “dictadura mediática”, la añorada estabilidad del país tras la crisis de 2001 en cruciales áreas para el desarrollo parecen estar abiertamente "haciendo aguas". Esto lo advierte el mercado, pues Argentina se ubica entre los tres países más riesgosos, después de Venezuela y Grecia.

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