Colaboración de matrix
Según ESO, el nuevo hallazgo del Very Large Telescope, instalado en el Observatorio Paranal, en la norteña región chilena de Antofagasta, será crucial para la comprensión de las estrellas primitivas de nuestro Universo.
Se piensa que estos astros se formaron del material forjado justo después del Big Bang, hace 13.700 millones de años, y que, por tanto, pertenecen a una de las primeras generaciones de estrellas en el Universo cercano.
Estos astros, que son muy escasos y que se observan principalmente en la Vía Láctea, son conocidos como "estrellas extremadamente pobres en metales", ya que tienen muy pocos elementos pesados, lo que se considera además prueba de su antigüedad.
Los cosmólogos piensan que las grandes galaxias se formaron a partir de la fusión de galaxias más pequeñas, por lo que las estrellas extremadamente pobres en metales o "primitivas" de nuestra Vía Láctea debieron estar ya presentes en esas galaxias enanas a partir de las cuales se formó.
"Hasta ahora, la evidencia de esto ha sido escasa. Largos rastreos realizados en los últimos años siguen mostrando que la población de estrellas muy antiguas en la Vía Láctea no coincide con la de galaxias enanas, lo que no era esperable según los modelos cosmológicos", explicó la coautora de este estudio, Giuseppina Battaglia.
Debido a que las galaxias enanas están normalmente a 300.000 años-luz de distancia, lo que equivale a tres veces el tamaño de nuestra Vía Láctea, sólo los rasgos intensos del espectro pueden ser medidos, mostrando una vaga y difusa huella.
Los métodos utilizados por astrónomos hasta ahora no permitían distinguir la huella química de una estrella normal, pobre en metales, de una extremadamente pobre en metales, cosa que ha permitido el instrumento UVES del Very Large Telescope de ESO.
"Comparado con las vagas huellas que habíamos obtenido antes, esto es como si hubiéramos mirado las huellas a través de un microscopio", explicó Vanessa Hill, integrante del equipo.
Al respecto, el autor del estudio, Else Starkenburg, apuntó que además de haber desvelado algunas de las primeras estrellas de estas galaxias, el estudio "ha entregado una nueva y poderosa técnica para descubrir más estrellas de este tipo".
"Desde ahora, ya no hay lugar para esconderse", concluyó.
ESO es la principal organización astronómica intergubernamental de Europa y está apoyada por 14 países: Alemania, Austria, Bélgica, República Checa, Dinamarca, España, Francia, Finlandia, Holanda, Italia, Portugal, Reino Unido, Suecia y Suiza.
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