Colaboración de matrix
Resolución: Las comunidades del sudoeste de Potosí resolvieron que la Cancillería refrende el convenio con el Gobierno de Chile, sin dejar de lado la deuda histórica que tiene ese país con Bolivia.
Las organizaciones sociales del sudoeste del departamento de Potosí resolvieron el jueves, en la localidad de Alota de la provincia Enrique Baldivieso, autorizar al Canciller del Estado suscribir el acuerdo sobre el manantial del Silala con Chile, sin que el nuevo proyecto reconozca el otro 50 por ciento de propiedad por el uso de ese recurso hídrico, informó ayer el presidente del Comité Cívico Potosinista (Comcipo), Celestino Condori.
El restante 50 por ciento, según la determinación, será definido después de conocer los resultados de un estudio binacional que durará al menos cuatro años, tras lo cual se definirá si el Silala es un río o un manantial.
Otro de los puntos importantes, en criterio de los dirigentes de las organizaciones sociales del sudeste potosino, es el pago de los 300.000 dólares al mes por el uso de esas aguas.
Sin embargo, el dirigente informó que en una reunión del Consejo Consultivo de Comcipo, que se realizará el 26 de febrero y en la que también participará el canciller David Choquehuaca, asumirán una posición definitiva sobre el Silala.
El Canciller dijo que se explicaron los alcances del acuerdo logrado con Chile en el marco de la agenda de 13 puntos y se esperarán otras sugerencias para contar con el consenso de todo el país antes de la reunión sin fecha con la delegación chilena, según informó la agencia ANF.
La determinación surge tras la última visita realizada por Choquehuanca y una delegación a la población fronteriza de Alota para socializar el preacuerdo al que se llegó con Chile por el uso de las aguas del Silala, y en la que se recogieron posturas y sugerencias de las organizaciones potosinas.
En la reunión participaron representantes de organizaciones sociales del sudoeste potosino como el Comité Cívico Provincial del Sudoeste, la mancomunidad de los Lípez, la comunidad de Quetena y otras localidades, además de las federaciones de campesinos, que luego de recibir la explicación del canciller Choquehuanca dieron el visto bueno para viabilizar la firma del acuerdo con Chile.
Con este avance, dijo Condori, sólo resta esperar la fecha para la suscripción del convenio, que será determinada por el gabinete ministerial del presidente Evo Morales.
“Estamos a un nivel de suficiente discusión para ver si se acepta o se rechaza, no podemos continuar con esta duda, por los intereses nacionales”.
Asimismo, mencionó que las negociaciones sobre las aguas del Silala se realizan de Estado a Estado y, en su criterio, las organizaciones sociales no deben inmiscuirse para evitar malos entendidos, y toda información al respecto debe ser transmitida mediante comunicado oficial de la Cancillería del Estado.
La última reunión para llegar a un acuerdo se efectuó el 3 de septiembre, la que postergó hasta este año la reanudación de las conversaciones. Una de las primeras acciones del canciller Choquehuanca fue la creación de una mesa de diálogo para que en esa instancia se concluyan las negociaciones y se dé la perspectiva de refrendar el convenio con el Gobierno de Chile.
Al respecto, el prefecto de Potosí, Mario Virreira, resaltó al salir de la reunión de gabinete ampliado con el presidente Morales la importancia que tiene para la región la firma de ese acuerdo. “Hay que firmar lo más antes posible y que Bolivia reciba la retribución que ofreció el Gobierno de Chile”. El monto ofrecido por el uso de las aguas del Silala es de 300.000 dólares mensuales.
En días pasados se conoció desde la ciudad de Potosí la propuesta de la empresa Gas Atacama de cancelar la deuda histórica por el uso de las aguas del Silala a cambio de construir un gasoducto por el norte chileno.
El tema fue abordado ayer por el mandatario Evo Morales, quien en conferencia de prensa aseguró desconocer la mencionada propuesta. “No sabía, son propuestas que nos hacen y deben ser estudiadas”.
El Consejo Consultivo del 26 de febrero tendrá la última palabra.
Acuerdo establece 50% de pago
El proyecto de acuerdo entre los gobiernos de Bolivia y Chile establece la posibilidad de un cobro a los empresarios del norte chileno del 50 por ciento del uso de las aguas del Silala, en tanto que el otro 50 por ciento sea sometido a un estudio científico binacional que durará al menos cuatro años. La aceptación de parte del Gobierno boliviano de un estudio científico del manantial Silala, ubicado en el cantón Quetena de la provincia Sud Lípez del departamento de Potosí, abre la posibilidad para que Chile consolide su tesis de que este recurso hídrico es un río de curso sucesivo, por lo tanto, sometido a leyes internacionales.
Las aguas de este manantial fueron dadas en concesión por la Prefectura del departamento de Potosí a The Antofagasta and Bolivia Railway Company Limited única y exclusivamente para alimentar o abastecer del líquido a las locomotoras a vapor de esta empresa inglesa.
En el contrato, firmado en septiembre de 1908, en su parte de antecedentes, el concesionario hace referencia a que las aguas del Silala servirían para alimentar a sus máquinas, pero en ningún de los puntos indica que serían destinadas para el consumo humano, como ha ocurrido desde hace 100 años.
En el mismo documento, el representante de la empresa inglesa, Eduardo Stallibrass, reconoce el derecho propietario del Estado boliviano sobre el Silala y ningún punto hace referencia a que estas aguas fuesen compartidas con Chile, y mucho menos que este país sea dueño de una parte del manantial. El Silala, ojos de agua que nacen entre los hitos 73 y 74, cerro Silala y cerro Inacaliri, ubicados en el cantón Quetena de la provincia Sud Lípez de Potosí, tiene un caudal de aproximadamente 250 litros/segundo, 15.000 litros/minuto, 900.000 litros/hora y 21.600.000 litros/día, cantidad de agua que tuvo como único beneficiario a Chile.
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