La propuesta de reestructurar de la petrolera estatal planteada por el gerente general, Rodrigo Azócar, encontró algunos partidarios dentro del poder legislativo. Sin embargo, consultores acotaron que no se justifica, porque los privados ya están explorando para diversificar la matriz.
En su cuenta anual 2009, el gerente general de la Empresa Nacional de Petróleo (ENAP), Rodrigo Azócar, esbozó la idea de que para ampliar el giro e iniciar el proceso de diversificación de la matriz energética, se debería cambiar la estructura actual de la petrolera estatal transformándola en una Empresa Nacional de Energía.
En esa ocasión explicó que es “absurdo y anacrónico llamarse empresa de petróleo si en Chile casi no existe petróleo, por eso se debe aprovechar la capacidad que se tiene para entablar lazos con el sector privado y para eso nosotros estamos disponibles -si ocurre esta modificación legal- de entrar en otras áreas”. Asimismo, destacó que en países donde se está desarrollando esta iniciativa, se ha logrado diversificar los puentes de abastecimiento y de generación energética.
Durante el 2009 la gestión de Azócar logró superar las pérdidas acontecidas durante el 2008 de mil millones de dólares, cerrando el año con ganancias que alcanzaron los 242 millones de la divisa norteamericana.
Debate legislativo
Entre los parlamentarios miembros de la Comisión de Minería y Energía la propuesta de reformular la estructura tuvo varias visiones. En ese sentido, el presidente de dicha instancia de la Cámara de Diputados, René Aedo, (RN), sostuvo que “desde hace un tiempo ENAP no sólo se dedica a la refinación de Petróleo, sino que también comenzó a incursionar en nuevos negocios en otros países”.
Asimismo, agregó que “no es un camino cerrado, pero es una situación que se debe estudiar con profundidad y tranquilidad para que la empresa pueda desarrollar otras energías”. Agregó que se necesita reformular la ley de gobiernos corporativos para que así la empresa sea capaz de tomar decisiones de mayor índole, pues lo principal es buscar la mejor manera para que se logre aumentar la productividad, y junto a eso un crecimiento sostenido”.
A su vez, la diputada (PS) Isabel Allende, quien también es integrante de la misma comisión, argumentó que “es una buena idea, mientras eso no signifique algún rasgo de privatización, porque ENAP debe seguir siendo estatal, pues cumple un rol fundamental y si se logra diversificar e iniciar procesos de investigación con otro tipo de energías, bienvenido sea”, expresó.
Para la parlamentaria este es un tema que “se debe estudiar con tranquilidad, porque el país debe comenzar a preocuparse de explorar energías alternativas renovables no convencionales”.
Desde el Senado, el miembro de la misma Comisión de Energía y Minería Ricardo Núñez (PS) añadió que es “una buena idea y está de acuerdo a los tiempos”. Sin embargo, precisó que “sólo se justificaría si cambia su estructura jurídica y pasa a depender del Ministerio de Energía, ya que no podría haber dos instituciones destinadas a la investigación de nuevas fuentes de energía”.
Analistas
Para los especialistas la idea de cambiar la estructura de esta empresa e iniciar procesos para explorar otro tipo de energía no se justificaría del todo, ya que en esas áreas están trabajando los privados. En esa línea, la gerente general de la consultora Energética, María Isabel González, comentó que “no existe la necesidad ni la eficiencia necesaria para que una empresa del país invierta en otro tipo de rubros”.
A juicio de la analista el “Estado debe preocuparse de desarrollar alternativas distintas a lo que ya están desarrollando las empresas privadas y en este caso de las energías ya está cubierto”.
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