Mañana o a más tardar el lunes se escribirá lo que podría ser el capítulo final de la teleserie en que se convirtió el ambicioso proyecto para llevar Internet a 1.474 localidades rurales y de escasos recursos, que la Presidenta Michelle Bachelet anunció en su cuenta pública de 2008.
Esto, porque tras ocho meses desde la adjudicación a Inverca Telecom -controlado por el operador malayo Packet One- de la iniciativa que involucraba desarrollar inversiones por unos US$ 120 millones, la historia sufrió un vuelco, que al menos implicará atrasar el inicio del proyecto hasta fines del primer semestre de 2010.
El 16 de diciembre recién pasado, el consorcio que ganó el concurso y que sin pedir un peso de subsidio se comprometió a habilitar una red nacional en base a tecnología WiMax -que permite transmitir datos en forma inalámbrica similar al Wi-Fi- presentó una carta en la que desistió de la adjudicación y renunció a la concesión.
Pese a que lo anterior implica que el concurso quedó desierto, ello no quiere decir que el plan gubernamental, que exige a su titular entregar un servicio de 1MB de capacidad a un precio de $ 15.000, haya fracasado. En la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) explicaron que, en virtud de las bases de la licitación, el lunes 21 de diciembre, el Consejo del Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones (FDT) procedió a readjudicar el proyecto a la empresa que resultó en segundo lugar en el proceso: Entel.
La filial de Almendral, que ya cuenta con presencia a nivel nacional y está involucrada en varios proyectos para llevar el servicio de telefonía móvil a zonas remotas, a través de iniciativas del (FDT), presentó una oferta, en la que ofrece la conexión a través de su red 3G y pide un subsidio que ronda los US$ 45 millones, del máximo de US$ 57 millones previstos por el Estado.
Una fuente de la Subtel indicó que el documento, que contaba con las debidas representaciones legales, fue presentado por Enrique Kaftanski, gerente general de Inverca Telecom, el consorcio donde junto a Packet One, participaban como minoritarios las firmas Inverca S.A. -ligada al ejecutivo-, y NomadeNet, gestionada por Víctor Pantoja y Juan Pablo Salinas.
Los problemas para levantar capital, luego que el operador malayo decidió concentrar sus inversiones en Medio Oriente, restringiendo su participación sólo al soporte tecnológico del proyecto en Chile, habrían puesto la lápida a los planes de Inverca Telecom.
Un conocedor de la situación explicó que en julio Packet One cambió sus planes y no concurrió al aumento de capital de Inverca Telecom para llevar adelante lo comprometido.
Quiebre en el consorcio
Fue ahí cuando los socios salieron a buscar otro inversionista, proceso que llevó adelante Intel Capital y en el cual se sondeó a firmas del sector, como Korea Telecom, fondos de inversión y otro tipo de interesados.
Sin embargo, ese proceso no prosperó y la firma dio un paso al lado, antes de que expirara el plazo para oficializar la concesión, mediante la publicación en el Diario Oficial de los decretos de adjudicación, el cual habría concluido ayer, luego que la Contraloría los evacuó el pasado 11 de noviembre.
“La Subtel tiene un desistimiento formal de parte Inverca Telecom y, por ello, ya no es concesionario, sino que hoy el nuevo adjudicatario es Entel”, dijeron en la repartición.
Sin embargo, los socios minoritarios del consorcio, NomadeNet, tienen una versión totalmente opuesta, pues aseguran seguir en negociaciones para incluir a un nuevo controlador en el proyecto, que reemplace a Packet One, proceso que -dicen- culminaría en los próximos días. A ello se suma el due diligence que mantienen con el operador coreano Digitel, que absorbería a esta firma.
En la firma explicaron que están impugnando los decretos y que evalúan acciones legales, si la “Subtel sucumbe a las presiones del operador móvil segundo en esta licitación”.
La apuesta por este tipo de servicios deficitarios
“Alumbrar” digitalmente a localidades rurales o de escasos recursos nunca ha tenido gran atractivo en términos económicos.
Las distancias respecto de centros urbanos, que en muchos casos pueden ser considerables, sumado a la baja densidad poblacional de estos puntos, explican que nos enfrentemos a iniciativas que pueden llegar a tener 100% de déficit.
Ello hace necesario que el Estado aporte recursos en conjunto con los privados. De ahí nace el Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones (FDT) que aporta esos recursos.
El sistema de licitación permite que los proyectos puedan complementarse con líneas de abonados y otras prestaciones no afectas a subsidio.
Precisamente a eso apostó Inverca Telecom, pues, a partir de la licitación, tenían previsto desarrollar un proyecto de US$ 500 millones, que en los próximos 10 años les permitiría llegar a unos 10 millones de potenciales usuarios, según reconoció la firma, a través de servicios a empresas y otro tipo de prestaciones.
Y como sucedió en este caso, en que la empresa no pudo mantener la agresiva apuesta de acometer una iniciativa de estas características sin pedir subsidio y que finalmente implicó desistirse de participar, otras empresas que se han involucrado en proyectos en zonas remotas también han fallado. Un ejemplo fue la conexión de Chiloé, que la mexicana Telmex le cedió a la local CTR.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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