Estas huellas son de hace 47 millones de años y corresponderían a un ambiente lacustre o fluvial, cuando la Antártica era verde, con bosques templado-cálidos y bullía de vida sobre el continente.
En esta época (Eoceno medio) las aves reinaban sobre la Tierra, y Antártica y Sudamérica compartían muchos nexos por la actual Patagonia.
La icnología es una rama de la Paleontología que estudia las marcas fósiles de actividades cotidianas de ciertos organismos, tales como caminar, formar nidos o cuevas, etc.
En el marco del proyecto Fondecyt-INACH “Paleofitografía antártica”, dirigido por el Dr. Marcelo Leppe, se encontraron huellas fósiles de aves en la isla Rey Jorge, durante la Expedición Científica Antártica del año 2009.
Este hallazgo reactivó un espectro de los estudios paleontológicos antárticos que parecía dormido, ya que los últimos hallazgos similares en ese sector fueron hechos hace más de 40 años por el grupo del geólogo Vladimir Covacevich.
Silvina de Valais es investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), de Argentina, y actualmente desarrolla sus investigaciones en la Universidad Nacional de Río Negro. Su especialidad es la icnología de vertebrados.
Para ella no dejó de ser una sorpresa que tiempo atrás la contactara Héctor Mansilla para obtener toda la información posible de estos inesperados hallazgos.
Y sintetiza su visita a Magallanes, donde nunca antes había estado, con una palabra totalmente trasandina: “bárbaro”. Son pocos los especialistas de esta área en Chile y por eso la colaboración de la investigadora argentina es tan bienvenida.
El manuscrito que reunirá la información de estos hallazgos tiene ya un 75% de avance, por lo que se espera que en los próximos meses sea presentado para su publicación en alguna revista de corriente principal.
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