La preocupación por el costo de la energía en Chile se siente cada vez más fuerte en los pasillos de La Moneda, en las oficinas de la alta gerencia de las eléctricas y en la mente de los clientes que pagan por el suministro. Sin embargo, el fin de dos cambios legales clave adoptados en la década pasada gatillarán que los precios de las cuentas eléctricas a los clientes regulados, que incluye a hogares, bajen en forma importante durante el primer semestre de 2012.
Un cambio de tendencia a partir del próximo año que no sólo traerá un respiro a los consumidores residenciales y comerciales, sino también a los clientes libres (mineras y grandes empresas), dada una baja en los costos de la energía y la entrada de nuevas centrales de energía base, más económicas, que reemplazarán las turbinas a diésel. Se trata de una suerte de normalización -aunque temporal dicen los expertos- de un mercado que ha tenido fuertes alzas en sus costos en los últimos años y que se sitúa entre los más caros de América Latina.
Según cálculos de Sebastián Bernstein, creador de la Ley Eléctrica en los 80, y director de Synex, los costos de generación bajarán en 20% a partir de enero del próximo año, debido a los efectos combinados del término de la indexación a costos marginales (lo que pagan las empresas por comprar energía en mercado spot) en los contratos de las empresas, y el cese del pago de un sobrecargo a las generadoras. De esta forma, los precios de las tarifas a hogares en el Sistema Interconectado Central (SIC) caerán en torno a 12% ó 13% en la primera mitad del próximo año, estima el especialista.
Más cautelosa es la ex secretaria ejecutiva de la CNE, Vivianne Blanlot, quien confirma una tendencia a la baja en precios hacia 2012, pero evita hacer proyecciones. "Sí puedo decir que, como tendencia, en la medida que nos mantenemos con costos marginales altos y éstos dejan de pesar en la fórmula, vamos a ir tendiendo a valores más bajos. ¿Cuánto? Es difícil saberlo, porque entran otras fórmulas de indexación que tienen otros componentes y no sabemos qué va a pasar", explica.
"Esto va a producir una tranquilidad muy grande en todo el mercado regulado", dice, a su vez, Bernstein, quien detalla también que los costos marginales promedio bajarán a partir de 2012. "Es decir, en los próximos cuatro años se va a producir una descompresión de los costos marginales, lo que es muy importante para los clientes libres", añade. En este sentido, estima que hacia 2014 entrarán unos 1800 Mw de energía base al sistema (carbón, hidroeléctricas y ERNC), la que por ser más económica que centrales de respaldo a diésel traerá más alivio al sistema. La estabilidad de precio será reforzada, además, por la tendencia de las empresas a firmar contratos a plazo fijo y no asociados al volátil costo marginal.
LAS PODEROSAS RAZONES
Los ajustes legales que marcarán un cambio de tendencia de los precios a partir del próximo año se originan en la crisis de suministro del gas con Argentina en la década pasada y en la dura sequía de fines de los 90. Tras este último fenómeno hidrológico y la polémica por los apagones, el gobierno de Eduardo Frei obligó a las generadoras a compensar (pagando el costo de falla) a los clientes regulados a todo evento, eliminando las situaciones de fuerza mayor. Esto desincentivó los nuevos contratos entre generadoras y distribuidoras, lo que motivó al gobierno de Ricardo Lagos a dictar la resolución 88: esta norma obligó a las generadoras a dar suministro a las distribuidoras sin un contrato de por medio, y a venderle la energía a un precio menor al costo marginal; es decir a valor nudo. Sin embargo, la autoridad cauteló que aquella diferencia que se generaba en perjuicio de la generadora constituyera deuda, la que ha estado siendo pagada parceladamente en las cuentas de los consumidores regulados desde 2006 (recargo de US$ 16 por Mwh) y que se terminará de saldar en abril de 2012.
El otro factor que presionará los precios a la baja surge con la crisis del gas argentino, situación que marcó un antes y un después en materia eléctrica. Hasta el año 2004, el crecimiento del SIC se basaba casi en 100% en gas natural argentino. Es por ello que el precio de la energía hasta esa fecha estaba entre US$ 25 y US$ 30 por MWh. Pero a partir del 2006 se extreman los cortes de gas desde Argentina y las centrales de ciclo combinado empezaron a operar con diésel a un costo casi 10 veces el costo de operación con gas natural.
En medio de esta creciente volatilidad de precios y el desincentivo de las empresas para desarrollar proyectos que se evidenciaban más caros, el gobierno lanzó la Ley Corta II, regulación que permitió a las distribuidoras licitar parte de sus suministros y establecer contratos con las generadoras que comprendieran precios específicos y más estables. La mayor parte de los contratos entre 2006 y 2008 se suscribieron sin problemas. Sin embargo, en 2009, ante la posibilidad de que las generadoras no se presentaran a nuevas licitaciones, el gobierno decidió que para 2010 y 2011 los contratos se indexaran a costos marginales (hoy en US$ 260 Mwh), lo que ha encarecido también las tarifas a los clientes regulados.
CARBÓN Y LO QUE VIENE
A partir de 2009 el crecimiento energético del país se basa en las centrales a carbón. Es así como en el período 2009-2011 habrá entrado en operación nueva capacidad en base a carbón por 1.300 MW, con un costo de desarrollo por proyecto de US$ 90 MWh. "El precio que pagan los consumidores hoy está en torno al costo de desarrollo de una central a carbón", dice una fuente del sector.
En la industria estiman que el precio medio que están pagando los clientes libres está en torno a US$ 96 por MWh, mientras que el precio medio que están pagando las empresas distribuidoras que licitaron sus consumos a partir del 2010 está en unos US$ 85 por MWh.
Pero más allá de este respiro transitorio, la pregunta es qué pasara a partir de 2015, especialmente para clientes libres. "La situación se alivia sólo hasta el 2014. A partir de 2015 tenemos un signo de interrogación", afirma Bernstein. "Si queremos que Chile crezca en los próximos años (...) se requiere disponer de una matriz energética que entregue tanto seguridad como un nivel de precios que permitan al país ser competitivo", dice, a su vez, Pablo Guarda, gerente general del Grupo CGE. Blanlot cree que no hay forma que tengamos costos menores en la matriz mientras no cambie la estructura de la oferta. "No tenemos recursos que nos permitan tener los precios de los países vecinos", concluye la experta.
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